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Fecha: 23/11/2025 00:50
Una propuesta desafiante con un código estricto y la necesidad de diseñar una vivienda rodeada de un bosque y un lago. Estas son las premisas que definieron el diseño de Casa Unpuente, que se encuentra ubicada en un barrio de Córdoba. Con proyecto y dirección del estudio de arquitectura Paolini Arquitectos, la vivienda tiene una superficie construida de 564 m2. Fue concebida como un refugio multifuncional, que equilibra el encuentro familiar de fin de semana con la intimidad en pareja. En el frente, un camino marca el recorrido de acceso. Gentileza Gonzalo Viramonte. Espacios sociales con vistas privilegiadas Emplazada en un barrio cerrado sobre el Embalse Los Molinos, en el Valle de Calamuchita, la residencia se integra a un entorno natural privilegiado, rodeado de bosque y con atractivas visuales al lago. “Este contexto idílico no solo promueve la unión familiar en la paz de la naturaleza sino que también fomenta la conexión con el deporte acuático, reflejando un estilo de vida activo pero sereno”, explica la arquitecta. La vivienda se implanta en un terreno con desnivel. Gentileza Gonzalo Viramonte. Además, dice que “desde el principio la casa intentó ser un puente generacional, entre el bosque y el lago, ser una unión entre los anfitriones y las visitas, un puente transparente, sin prejuicios y con mucho disfrute”. El diseño y la distribución responden directamente al principal desafío del terreno: su pronunciada pendiente. La solución arquitectónica se materializa en una casa de dos plantas, con un acceso distintivo a través de un puente que, sutilmente, evoca la forma de una lengua extendiéndose hacia el lago. La cocina tiene una isla en el medio y un amplio comedor. Gentileza Gonzalo Viramonte. La vivienda está pensada para una pareja adulta que suele ser visitada por sus hijos y nietos. En función de esto, la planta alta se presenta como el programa principal destinado al uso cotidiano. Está conformada por una master suite con un amplio vestidor y por áreas sociales compuestas por living comedor y cocina. Además, se destaca un acceso de servicio resuelto a través de una cochera. Ubicación y entorno: un enclave natural En la planta baja, hay cuatro habitaciones en suite, living, cava y un salón de usos múltiples, concebido como un espacio versátil para el encuentro con amigos, equipado con parrilla y áreas de juegos. Geometrías en el puente y la escalera interior. Gentileza Gonzalo Viramonte. Los sectores sociales están estratégicamente orientados con una ligera inclinación, maximizando las visuales panorámicas al embalse. Se incorporaron además una galería, solárium y piscina que amplifican la experiencia del espacio exterior. En tanto, la conexión entre niveles se realiza a través de una escalera helicoidal central, que no solo funciona como elemento escultórico de gran impronta, sino que también se ilumina mediante una lucera cenital. El asador se destaca por sus líneas curvas. Gentileza Gonzalo Viramonte. La escalera desciende a la planta baja semienterrada, un nivel diseñado con patios centrales y laterales que aseguran ventilación cruzada, iluminación natural y privacidad. Su diseño, además, permite un acceso independiente, facilitando la separación de ambientes y actividades sin interferir con la dinámica general de la vivienda. La funcionalidad de la planta baja, una de las claves. El programa principal de la planta baja está destinada al uso cotidiano. La selección de materiales y acabados responde a la premisa familiar de bajo mantenimiento y durabilidad. Predominan elementos nobles y rústicos como la madera, el hormigón visto y el hierro. Estos materiales no solo garantizan resistencia al paso del tiempo sino que también confieren una estética sólida y atemporal a la vivienda.
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