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Fecha: 21/11/2025 16:08
A menos de un mes de asumir como jefe de Gabinete, Manuel Adorni ya comenzó a imprimirle un sello propio a la dinámica interna del Gobierno. Con un perfil que combina exposición pública y trabajo de coordinación, el exvocero inició una serie de reuniones mano a mano con cada ministerio para construir un diagnóstico preciso del estado de situación y avanzar en una etapa que considera clave: ordenar la gestión y mejorar la comunicación entre áreas que, hasta ahora, venían mostrando dificultades para integrarse. Tras concluir esta ronda de conversaciones iniciales, el libertario convocó a su primera reunión ampliada de Gabinete para el miércoles 26 de noviembre por la mañana. Será el primer encuentro formal con el conjunto de ministros desde que asumió como coordinador del equipo Según explicaron fuentes oficiales, la intención es establecer un esquema de encuentros periódicos cada diez días, en paralelo a las reuniones que Javier Milei mantiene todas las semanas con su mesa política. La decisión forma parte de un plan más amplio que incluye auditorías internas, reorganización de estructuras y un seguimiento más estricto del funcionamiento de las áreas comunes del Estado. Quienes participaron de los encuentros uno a uno, señalaron que el economista libertario se enfocó especialmente en tres puntos: identificar trabas operativas, relevar tensiones entre ministerios y definir prioridades legislativas de cara al próximo año parlamentario. En estas conversaciones aparecieron problemas que, según admiten en el Gobierno, estaban generando “ruidos innecesarios” dentro del Gabinete. Funcionarios mencionaron demoras en expedientes, falta de articulación entre áreas con responsabilidades compartidas y niveles muy distintos de orden administrativo. La cartera de Seguridad —antes de la salida de Patricia Bullrich hacia el Congreso— fue señalada como una de las áreas más organizadas, mientras que los ministerios de Defensa y Salud aparecen dentro del grupo de dependencias “más desafiantes” por su amplitud temática y la complejidad de sus estructuras internas. Otro punto que surgió de las reuniones es la necesidad de renovar equipos directivos en distintas dependencias que responden a la Jefatura de Gabinete. Adorni pretende ubicar colaboradores de confianza en áreas técnicas estratégicas, pero choca con un obstáculo central: todavía no fue oficializado el organigrama definitivo de su cartera, un paso indispensable para formalizar cambios y designaciones. En su entorno aseguran que ese esquema estará listo en las próximas semanas. Además de su rol operativo, el funcionario también tiene una función política de peso. Junto al ministro del Interior, Diego Santilli, integra el grupo de funcionarios encargados de mantener el diálogo con los gobernadores. La Casa Rosada necesita asegurar consensos para avanzar con las reformas de segunda generación y con el Presupuesto. Mientras algunos dirigentes sostienen que Adorni es la voz decisiva en las negociaciones, otros señalan que las funciones se reparten de manera coordinada entre el hombre del PRO, Karina Milei y Santiago Caputo. En paralelo, Milei respaldó públicamente el trabajo del nuevo ministro coordinador. En una reciente entrevista, destacó “la buena coordinación” interna y elogió especialmente el rol de Adorni y el de Santilli como piezas centrales para mantener aceitados los vínculos dentro del Ejecutivo. El desafío que viene para el exanalista económico será convertir este diagnóstico inicial en medidas concretas: auditorías, ajustes estructurales, seguimiento del rendimiento ministerial y la construcción de un puente fluido con las provincias.
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