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» Derf
Fecha: 21/11/2025 15:22
Un método popularizado en los años 80 volvió a ganar protagonismo por su eficacia y rapidez. Solo requiere una barra de tiza blanca y puede salvar cualquier prenda antes de que la mancha se fije. Mancharse con grasa es uno de los accidentes domésticos más comunes y, a la vez, de los más temidos. Cuando el aceite toca la tela, se fija casi de inmediato y deja ese cerco oscuro difícil de disimular incluso después del lavado. Sin embargo, existe un remedio antiguo, económico y sorprendente que sigue funcionando igual de bien que hace décadas: usar una barra de tiza blanca. Este truco, muy popular en los años 80, volvió a circular por su efectividad para frenar la mancha antes de que penetre en el tejido. Su funcionamiento es simple: la tiza, al ser seca y polvorienta, absorbe el aceite al instante, evitando que se adhiera a las fibras. Paso a paso: cómo usar la tiza para quitar la grasa Los expertos recomiendan actuar rápido, antes de que la mancha se fije. El procedimiento es sencillo: Cubrir la mancha con abundante tiza blanca. Frotar suavemente para que el polvo entre en contacto con toda la grasa. Dejar actuar unos minutos para que absorba el aceite. Retirar el exceso antes de lavar la prenda de manera habitual. Además, sugieren evitar dos errores comunes: aplicar calor sobre la mancha antes del tratamiento (lo que fija la grasa) y frotar con papel absorbente, que solo la expande. Por qué la tiza funciona tan bien La efectividad de la tiza no se limita a absorber grasa. Sus propiedades también aportan ventajas adicionales: Iguala el color de la tela: en prendas blancas, el polvo empareja el tono y disimula marcas amarillentas.
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