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» Diariopinion
Fecha: 21/11/2025 14:12
El Director de Transporte, Fabián Olivera, confirmó la rotura de la luneta de un colectivo de la línea L en las primeras horas del martes, alrededor de las 5 de la mañana, en la zona conocida como Los Inmigrantes. Olivera expresó su malestar ante el episodio, recordando que hacía "rato que no teníamos ataques". Según señaló, el daño se produjo en un sector de calles pavimentadas, lo que refuerza la hipótesis de una agresión intencional. La luneta trasera quedó completamente destrozada, aunque —por fortuna— la unidad trasladaba a muy pocos pasajeros y no hubo heridos. El conductor del ómnibus, Fernando López, remarcó la violencia del ataque al explicar que la luneta "es uno de los vidrios más gruesos del colectivo" y que no se astilló parcialmente, sino que "se rompió completo, con mucha fuerza, con algo grande y contundente". Tres días menos de servicio y millones en pérdidas El impacto económico del hecho también es considerable. Olivera estimó que el reemplazo de la luneta cuesta entre 3 y 4 millones de pesos. Si bien la unidad cuenta con seguro y se inició la exposición correspondiente, el mayor problema es el tiempo perdido: "tener por lo menos tres días un colectivo parado". Cada unidad fuera de circulación afecta directamente la operatividad diaria: "Después te exigen más unidades, pero estamos trabajando con cinco colectivos por línea; en algunos lugares, cuatro. Cada ómnibus es crucial", subrayó el funcionario. Ajustes constantes de recorridos para cubrir más zonas En medio de estas dificultades, Olivera detalló las gestiones que la empresa local Fermosa realiza para sostener y optimizar el servicio. Explicó que el recorrido de la línea L fue modificado junto con la línea O para atender sectores que habían quedado sin cobertura. Además, destacó otras mejoras realizadas con recursos propios: instalación de paradas nuevas, cobro con tarjeta y QR, y Wi-Fi en algunos puntos. Todo esto, insistió, "sin subsidios, sin ayuda de nadie". La tarifa más cara sin subsidios: un debate que vuelve a escena El episodio reavivó el debate por el precio del boleto. Según un informe de la UBA y el CONICET, el pasaje de $1.450 coloca a Formosa entre las ciudades con tarifas más altas del país, muy por encima de jurisdicciones subsidiadas. Olivera fue contundente: "Somos los únicos que trabajamos sin subsidios nacionales ni provinciales. Comparar nuestro precio con el AMBA, donde el boleto está subsidiado casi al 100%, es incomparable". También cuestionó los valores artificialmente bajos de otras regiones: "Son precios irracionales. Es increíble que un boleto pueda valer 560 pesos". Aun así, destacó que, pese al aumento del 30% del combustible en los últimos 60 días, el boleto solo subió un 13%, como muestra del esfuerzo por contener el impacto en los usuarios. Sin subsidios y sin conflictos laborales: un contraste con otras provincias Olivera puso en valor la estabilidad del sistema: "Hace más de un año que estamos con Fermosa y jamás tuvimos un conflicto laboral". Contrastó esta situación con provincias como Tucumán, Misiones o el AMBA, donde empresas con fuertes subsidios enfrentan paros y atraso salarial. Recordó también los reiterados conflictos registrados durante la gestión de Crucero del Norte, aun con múltiples ayudas estatales. Actualmente, el sistema formoseño sostiene también el 50% del boleto estudiantil, costeado íntegramente por los usuarios. La seguridad en riesgo y un pedido de conciencia ciudadana Fernando López cerró su testimonio con una advertencia clara: "Si alguien hubiera estado sentado atrás, no la cuenta. O la cuenta herido". El conductor insistió en que estos ataques ponen en riesgo la vida de pasajeros y trabajadores, además de perjudicar a quienes necesitan el servicio: "Los mismos que hacen esto después son los que tienen que subir al colectivo". Una problemática estructural que vuelve a quedar expuesta El ataque a la unidad vuelve a evidenciar la desigualdad tarifaria respecto del AMBA y otras zonas subsidiadas. En Formosa, ni la provincia ni la Nación aportan al sistema, que se sostiene exclusivamente con el pago de los usuarios. Mientras la empresa intenta mejorar recorridos, sumar tecnología y mantener la paz laboral, cada acto vandálico se convierte en un golpe que resiente aún más la frágil estructura del transporte urbano en la provincia.
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