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» Misionesparatodos
Fecha: 20/11/2025 15:04
Cada vez más centros de datos internacionales se instalan en Portugal, donde la electricidad es barata y proviene cada vez más de fuentes renovables. En Portugal, en el extremo occidental de Europa, se construirán grandes centros de datos que crearán miles de puestos de trabajo y aportarán riqueza al país. No solo en los centros económicos ya existentes de la costa, sino también en el interior del país. En Fundão, por ejemplo, una pequeña ciudad situada en el centro de Portugal y cerca de la frontera con España, el alcalde promete a su municipio un centro de datos en el que se invertirán nada menos que cuatro mil millones de euros. A unos cien kilómetros al sur, en Abrantes, el centro de datos que se planea construir allí costará siete mil millones. Además, para 2030, a más tardar, se crearán 450 puestos de trabajo directos y varios cientos indirectos. "Tenemos incluso más centros en proyecto", se alegra el alcalde Manuel Jorge Valamatos, y subraya que, en su municipio, hay una central eléctrica de gas que puede suministrar electricidad adicional. ¿Están preparadas las redes eléctricas de Portugal para satisfacer la demanda energética de los nuevos centros de datos? Centros de datos en la provincia Sin embargo, la mayor de todas las instalaciones se está construyendo en la pequeña ciudad costera de Sines, en el sur del país. Costará 8.500 millones de euros y estará conectada a un cable submarino de fibra óptica procedente de Estados Unidos. Además, se planea construir una "gigafábrica de inteligencia artificial", que costará otros 4.000 millones. El primero de los seis edificios previstos ya está terminado, pero el megaproyecto le ha costado el puesto a un ministro y al jefe del Gobierno, António Costa. La fiscalía sigue investigando por sospecha de corrupción. Sin embargo, el principal problema de los nuevos centros de datos sigue siendo la energía. Las empresas operadoras ya han anunciado que todas las instalaciones previstas tendrán una demanda energética de 26,5 gigavatios, más de los 23,4 gigavatios que Portugal puede producir actualmente. Además, la electricidad deberá ser sostenible y barata. Según João Peças Lopes, experto en electricidad y redes, de la Universidad de Oporto, "Portugal se caracteriza por la abundancia de energías renovables": "Tenemos mucho sol, mucho viento y también muchas centrales hidroeléctricas", dice. Asimismo, los operadores de los centros notificaron, en principio, una demanda energética superior a la realmente necesaria, agrega. Alto consumo de electricidad El profesor Peças Lopes está convencido de que Portugal solo podrá producir esta electricidad si se utiliza más energía solar y eólica. "Esta deberá obtenerse en instalaciones marinas, ya que la capacidad en tierra está prácticamente agotada", explica. Sin embargo, esto resulta caro, porque frente a las costas de Portugal solo se pueden construir parques eólicos flotantes. A esto hay que añadir nuevas líneas eléctricas de alta tensión y plantas para almacenar el exceso de energía para los momentos en que se necesite. "Hay dos formas de almacenar la energía solar producida durante el día para utilizarla por la noche", señala Peças Lopes: "Mediante baterías gigantes o mediante centrales hidroeléctricas que funcionan en dos direcciones". Las centrales hidroeléctricas de bombeo, como la de Bragança, forman parte del sistema energético de Portugal. Para ello, el exceso de electricidad generado durante el día se utiliza para bombear agua desde un embalse situado en el valle hasta otro embalse situado a mayor altura. Por la noche, el agua vuelve a bajar y acciona turbinas eléctricas. De acuerdo con el profesor, se construirán tres turbinas más en los próximos años. Se trata de inversiones en infraestructura eléctrica que han dado sus frutos. El Ministerio de Medio Ambiente de Portugal prevé un gasto de alrededor de 13.000 millones en los próximos cinco años. Impacto ambiental Cada vez hay más protestas en Portugal contra la construcción de nuevos parques eólicos gigantes o megainstalaciones solares. Hasta ahora, estos se han autorizado y construido sin tener en cuenta el impacto que puedan tener, incluso en parques naturales. Pero es probable que esto cambie a largo plazo. Francisco Ferreira, de la organización ecologista Zero, no se opone a la construcción de centros de datos. "Sin embargo", observa, "al construir nuevas centrales eólicas o solares, hay que asegurarse de que el daño al medio ambiente sea el menor posible". También la construcción de nuevas líneas eléctricas debe realizarse de la manera más respetuosa posible con el medio ambiente, insiste. El experto en electricidad Peças Lopes asegura que esto es posible: "He realizado un estudio sobre el transporte parcial de la electricidad mediante cables submarinos hasta los lugares donde se necesita. Sería factible y no mucho más caro". Solo falta el visto bueno de los políticos. Por Jochen Faget-DW
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