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CABA » Plazademayo
Fecha: 19/11/2025 06:16
En declaraciones a Radio 10, el excanciller Felipe Solá rechazó el acuerdo comercial que impulsa el Gobierno de Javier Milei con Estados Unidos. Señaló que implica más endeudamiento, pérdida de autonomía exterior y riesgos para sectores productivos estratégicos, además de tensiones geopolíticas para el Mercosur. “No es una negociación de igual a igual”: Solá cuestiona la estrategia del Gobierno El excanciller Felipe Solá criticó con dureza el acuerdo comercial que el Gobierno libertario busca consolidar con Estados Unidos. Durante su entrevista con Radio 10, afirmó que el vínculo actual “no es el resultado de una negociación paritaria”, sino la consecuencia de haber “aceptado un salvataje financiero previo” que condiciona cada decisión futura. Asimismo, sostuvo que esa dinámica conduce a un escenario que definió como “dependencia consentida”. En sus palabras, cuando un país preserva su soberanía, negocia punto por punto. Sin embargo, advirtió que el Gobierno de Javier Milei “concede primero y pregunta después cómo debe hacerlo”. Según Solá, esta postura debilita el margen de maniobra nacional y compromete intereses estratégicos que exceden el corto plazo. Endeudamiento, tasas e impacto en la autonomía diplomática El exministro de Relaciones Exteriores señaló que los beneficios del acuerdo solo favorecen a la administración de Milei, mientras que para la Argentina se traducen en “más endeudamiento”, dobles pagos de intereses y una renuncia concreta al grado de autonomía que históricamente sostuvo la política exterior del país. Por otra parte, explicó que este tipo de alineamientos genera un sesgo geopolítico que condiciona decisiones futuras. “Es asumir la dependencia como una opción política. Va a perpetuar el rezago argentino y limitar su capacidad de decisión”, enfatizó. A pesar de que la “letra chica” del acuerdo no se conoce por completo, remarcó que ya existen elementos preocupantes que muestran el alcance del compromiso asumido. Industria en riesgo y tensión regional: del acero a la automotriz Entre los puntos críticos, Solá volvió sobre el arancel del 50 % para acero y aluminio impuesto por Estados Unidos, una medida que consideró “una barbaridad que sigue vigente” y que afecta directamente a la industria local. Además, enumeró sectores productivos que podrían sufrir fuertes impactos: lácteos, carne, animales vivos, medicamentos, productos químicos, maquinaria, dispositivos médicos, vehículos y productos agrícolas. Sin embargo, hizo especial hincapié en el efecto que podría tener sobre la cadena automotriz y el entramado regional. “Si bajamos exigencias y aranceles para autos americanos, ¿cómo va a reaccionar Brasil?”, se preguntó. Concluyó que esta movida “huele a acta de defunción del Mercosur”. Giro geopolítico y riesgos para el agro argentino Solá advirtió también sobre las implicancias diplomáticas del nuevo alineamiento. Recordó que Argentina votó “contra la Corte Penal Internacional junto con países que violan derechos humanos”, un gesto que interpreta como parte del mismo giro estratégico. En relación al campo, alertó que el sector rural debe comprender el impacto del vínculo con Estados Unidos en el mercado global. “Competimos con ellos en la venta de soja a China. No somos indemnes a eso”, señaló. Finalmente, sintetizó su diagnóstico con una metáfora contundente: “Ya nos salvaron financieramente a costa de una deuda enorme. Ahora nos abrazan del todo. Más que abrazo, es una toma de jiu-jitsu. Esto es dependencia consentida. No te obligan a arrodillarte. Te arrodillás porque querés”.
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