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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/11/2025 08:45
Russell Crowe sorprende a los 61 años con una transformación física tras perder 30 kilos y mejorar su salud (REUTERS/Mario Anzuoni) A los 61 años, Russell Crowe ha sorprendido no solo a sus seguidores, sino también a la industria cinematográfica, con una transformación física que está marcando un nuevo capítulo en su vida personal y profesional. Es que el actor australiano perdió 30 kilos en los últimos meses, un logro que atribuye tanto a cambios en su estilo de vida como a la atención innovadora de la salud que ha adoptado recientemente. Esta transformación ha ido acompañada de una revisión profunda sobre su bienestar y sus hábitos, en un momento en el que su carrera sigue exigiendo un compromiso físico y emocional considerable. Un giro radical en su salud y figura El antes y después de Russell Crowe Russell Crowe detalló recientemente en el podcast de Joe Rogan cómo enfrentó retos importantes para alcanzar su actual estado físico. Señaló que llegó a pesar 125 kilos al finalizar el rodaje de la película Nuremberg —estrenada recientemente—, pero actualmente se encuentra por debajo de los 100 kilos. “Pesaba 125 kilos cuando terminé Nuremberg. Ahora peso menos de 100 kg”, explicó. Gran parte de mi pérdida de peso se debe a que mi rango de movimiento ahora es mucho mejor. Me ha calmado mucho y me ha quitado mucho dolor, por lo que ahora puedo hacer ejercicio y no tener que sufrir durante dos o tres horas después". El actor considera que gran parte de su transformación tiene que ver con la mejora de su calidad de vida y bienestar, más allá de la estética. De acuerdo con Crowe, el proceso de adelgazamiento estuvo estrechamente ligado a los cambios en su salud. Las lesiones acumuladas durante años de papeles exigentes y la actividad física intensa comenzaron a pasarle factura, limitando sus movimientos y generando dolor crónico. Según relató, estas dificultades físicas le impedían entrenar y mantenerse en forma como deseaba, lo que incrementó su preocupación por el futuro. Tratamiento médico innovador y manejo del dolor El actor australiano atribuye su pérdida de peso a cambios en el estilo de vida y atención médica innovadora (REUTERS/Mario Anzuoni) Frente a estas limitaciones, Crowe recurrió a un enfoque de tratamiento que él mismo calificó como “innovador”. Mientras hablaba con el podcaster, explicó que, debido a numerosas “lesiones antiguas”, sus hombros se habían vuelto “profundamente artríticos”, lo que le dificultaba hacer ejercicio. Sin embargo, afirmó que ha estado trabajando con una empresa que ofrece “pruebas de diagnóstico innovadoras, planes de tratamiento guiados por médicos y un enfoque en el bienestar de todo el cuerpo” para “ayudar a las personas a tomar el control de su salud” y proporcionar “atención preventiva avanzada que va más allá de los modelos de atención médica tradicionales”. Crowe dijo que le han estado poniendo “inyecciones en los hombros y las rodillas”, así como “intravenosos que han calmado la inflamación de su cuerpo”. Estos procedimientos, según Crowe, han resultado eficaces al aliviar el dolor y restaurar el rango de movimiento que había perdido en los últimos años. Dejó claro que este tipo de medicina preventiva y personalizada le ha ofrecido la posibilidad de recuperar el control de su vida y de su salud. Para él, más allá de la pérdida de peso, la posibilidad de moverse sin dolor ha sido fundamental para tener una mejor disposición para mantenerse activo. El impacto de las lesiones y su evolución física Las lesiones acumuladas y la artritis severa en los hombros limitaron durante años la actividad física del actor La mejora en el rango de movimiento y la disminución del dolor le han permitido enfrentar de manera diferente sus compromisos profesionales. En ese sentido, el actor relató que, anteriormente, cada sesión de ejercicio le costaba varias horas de sufrimiento posterior, situación que cambió radicalmente con el nuevo tratamiento. Preparación para nuevos retos profesionales El compromiso físico de Russell Crowe no se limita a una cuestión de salud personal. El actor se está preparando para un papel en la próxima versión de Highlander, un proyecto que le exige estar en la mejor forma posible. Reveló que, para alcanzar el nivel que requiere el personaje, debió entrenar hasta tres veces al día en ciertas etapas del proceso. Crowe fue consciente de que este ritmo intensivo de entrenamiento no es sostenible en el largo plazo. Explicó que su objetivo es realizar cambios duraderos en el estilo de vida en vez de embarcarse en rutinas temporales y extremos. Identifica el verdadero reto en lograr una mejora que pueda mantener con el paso de los años, adaptando su nivel de exigencia física según lo permitan sus condiciones médicas. “Para mí, eso es una mala receta. Puedo hacerlo durante un tiempo, pero una vez que lo deje, lo dejaré por completo. Lo que quiero es hacer todos estos cambios a largo plazo”, añadió. Reflexiones sobre el alcohol y hábitos de consumo Otro aspecto destacado de su renovación vital es la relación con el alcohol. Russell Crowe admitió que históricamente el consumo de bebidas alcohólicas ha formado parte de su identidad y de su cultura, pero reconoció que la edad le exige reconsiderar ese hábito. En la entrevista, se describió como defensor del placer de una copa, pero puntualizó que ahora prefiere hacerlo de forma ocasional y consciente. “Soy un gran defensor de tomar una copa. Es mi herencia cultural y, como hombre de clase trabajadora, es mi maldito derecho”, bromeó. “Pero a medida que te haces mayor, hay ciertas cosas que empiezas a aprender sobre tus capacidades... Ahora que soy mayor, sé que una noche a la semana, si me divierto, es suficiente. Intento eliminar lo superfluo. Ahora intento beber de forma ocasional, no beber por beber”. El actor explicó que, con la experiencia, comprendió la importancia de eliminar lo superfluo. Ha reducido sus noches de consumo a una por semana como máximo, convencido de que cualquier exceso puede impactar negativamente en su salud y en su rendimiento. Esta moderación también forma parte de la disciplina personal que le permitió alcanzar sus objetivos físicos y recuperar el control sobre su bienestar.
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