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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 17/11/2025 08:31
La técnica de atención plena se consolida como herramienta clave para combatir la ansiedad y mejorar el bienestar emocional, con beneficios comprobados en la autorregulación y la claridad mental según especialistas En una nueva edición de El Puente, el ciclo de entrevistas de Infobae conducido por Julieta Puente, la instructora de mindfulness Verónica Onassis abordó la creciente necesidad de “frenar” en medio del vértigo de la vida moderna. A lo largo de la charla, explicó en qué consiste, cómo se diferencia de otras prácticas, por qué es fundamental para la salud emocional y cómo cada persona puede integrarlo en su rutina. Onassis identificó como principal obstáculo la dificultad para detenerse: “Muchas personas no podemos realmente frenar. Hacemos mucho, pero resulta difícil conectar o bajar el ritmo. Esa es la primera barrera”, destacó. Para ella, la urgencia de pausar responde a una demanda interna, no a una moda: “La necesidad se llama mindfulness: estar presente, conectar y regresar del exterior al propio cuerpo”. La instructora insistió en la simplicidad del proceso y en que el primer paso es muy pequeño: “No hace falta una hora desde el comienzo. Empieza con un minuto, y ese minuto es suficiente para iniciar el cambio”. El impacto, según Onassis, se experimenta rápidamente: “Se siente paz. Eso”. Aclaró también que es una práctica para todos: “Siempre, porque cuerpo y mente lo piden. Existe una señal interna que necesita conexión. Somos humanos y, como máquinas, también necesitamos ofrecer a nuestro organismo esas pequeñas pausas”. Mindfulness y su diferencia con otras formas de meditación El mindfulness emerge como una práctica esencial ante el estrés y la velocidad de la vida moderna (Gustavo Gavotti) Onassis explicó que el mindfulness, aunque deriva de tradiciones orientales, se adaptó a las características y demandas del estilo de vida occidental, donde gana relevancia ante la ansiedad y la sobrecarga emocional. “El mindfulness es una forma de meditación originada en tradiciones orientales, pero pensada para occidentales”, explicó Onassis, y enfatizó que la disciplina fue adoptada y resignificada fuera de Asia. Recordó cómo sus primeras aplicaciones clínicas surgieron en Occidente gracias a un médico biólogo, quien “comenzó a trabajar con pacientes cardíacos para ofrecerles una forma de gestión y conexión diferente”. Según Onassis, los beneficios son notables especialmente para quienes manejan altos niveles de ansiedad, en entornos laborales exigentes y jornadas extensas: “El cuerpo termina manifestando lo que no se detiene”. Así, el mindfulness se instala como una necesidad ante la velocidad y el cansancio crónico: “Esto ocurre hoy con gran parte de la población”, validó la instructora. Técnicas y primeros pasos: cómo iniciar la práctica Onassis remarcó que iniciarse en mindfulness es accesible y no exige experiencia previa. Lo principal es la constancia y la disposición a prestar atención al presente. “¿El secreto? La repetición y la perseverancia. Al principio, todo es simple: prestar atención y buscar la introspección desde la quietud”, explicó. La práctica comienza sentándose solo unos minutos, reconociendo el cuerpo y la respiración: “Con silencio y atención al aquí y ahora, el proceso se activa”. Onassis desmitificó la idea de que es necesario dedicar mucho tiempo: “Un minuto basta para empezar”. En una primera experiencia, recomendó encontrar una postura cómoda, notar si hay tensión y observar la respiración. “Eso es normal. Solo atención y abrir los ojos”, detalló sobre el ejercicio inicial. Este enfoque permite incorporar pausas breves durante el día, en cualquier lugar y momento, y comenzar a notar el efecto de breves espacios de renovación. La instructora Verónica Onassis resalta la importancia de frenar y conectar con el propio cuerpo (Gustavo Gavotti) Beneficios emocionales y físicos: el impacto cotidiano Para Onassis, el mindfulness es una herramienta transformadora tanto en el plano emocional como corporal. Enumeró los principales beneficios de integrar la conciencia plena: regulación emocional, reducción de la impulsividad y mayor capacidad de elegir respuestas. “El mindfulness nos otorga un espacio entre estímulo y reacción, permitiendo elegir la manera de responder”, describió. Respecto al cuerpo, la instructora animó a prestar atención a síntomas como cansancio, dolor o tensión, signos de desgaste o sobrecarga: “El cuerpo y la mente se manifiestan conjuntamente. Muchas veces, las enfermedades crónicas anuncian que algo sucede y es fundamental reconocerlo”. Onassis aclaró que el objetivo no es prometer una calma instantánea, sino abrir procesos de autoconocimiento y autocompasión: “La calma llega como consecuencia de la práctica, pero el propósito inicial es conocerse, sin expectativas inmediatas y con apertura al cambio profundo”. A lo largo de la entrevista, Onassis enfatizó la importancia de la persistencia para integrar el mindfulness: “Los cambios requieren constancia, disciplina y paciencia”, destacó. Recalcó que cualquiera puede comenzar: “Esta práctica es universal, consiste en recordar el cuerpo y el camino hacia el interior, aunque el entorno nos empuje siempre hacia afuera”. Comparó la disciplina del mindfulness con el entrenamiento físico: “Al igual que en el fitness, con el tiempo se adquiere autonomía. Al principio es útil contar con un guía, pero después se puede continuar solo”. Insistió en que no hace falta una condición ideal para practicar, solo predisposición: “Cualquier momento puede ser el indicado para comenzar y no se requiere experiencia”. Los beneficios del mindfulness incluyen una mayor regulación emocional y reducción de la impulsividad Según Onassis, la práctica facilita sentimientos de altruismo y compasión, fundamentales para la conexión personal y social. Subrayó que nunca es tarde ni temprano para empezar: “Siempre el cuerpo y la mente lo demandan; hay un llamado interno que busca conexión. Es parte de ser humano”. Mindfulness en niños y la vida familiar En la sección final de la entrevista, compartió su propia experiencia, al subrayar el valor del mindfulness para todas las edades y contextos. “No hay exclusiones: ninguna religión, ninguna tradición ni edad. Los niños también pueden practicar con atención a la respiración y lo hacen naturalmente”, aseguró. También, relató cómo inició su camino personal en la práctica y cómo significó un cambio para enfrentar dificultades. Onassis consideró que el mindfulness puede convertirse en un recurso familiar y social, y ofrecer espacios de contención y calma duraderos. El mindfulness, sencillo y accesible, se reveló como una respuesta eficaz a la aceleración cotidiana, generando beneficios emocionales, físicos y relacionales tanto en adultos como en niños.
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