15/11/2025 06:34
15/11/2025 06:33
15/11/2025 06:32
15/11/2025 06:31
15/11/2025 06:31
15/11/2025 06:31
15/11/2025 06:31
15/11/2025 06:30
15/11/2025 06:29
15/11/2025 06:29
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/11/2025 05:21
Los hermanos Martínez Los hermanos Martínez mantienen un vínculo tan fuerte que las distancias jamás complicaron su relación. Desde muy chico, a los 12, Emiliano debió sufrir el desarraigo para dejar a su familia de Mar del Plata e instalarse en la pensión de Independiente. Y en su adolescencia, el desafío fue todavía más complejo, dado que esos 415 kilómetros que separan a La Feliz de Buenos Aires se convirtieron en más de 11.000 km, cuando el joven arquero decidió apostar por su carrera en Inglaterra. “Para nosotros fue algo normal. Lo tomamos con mucha naturalidad. Al principio viajábamos los fines de semana para ver los partidos, porque yo me quedé en Mar del Plata. Íbamos y veníamos con la familia a visitarlo, y era el momento que teníamos para verlo, porque ya estaba viviendo en la pensión”, recordó Alejandro en diálogo con Infobae. Él es dos años mayor que el Dibu, y durante su infancia su sueño era ser delantero. Tal vez por aquellos penales improvisados en los que le pedía a Emiliano que atajara sus remates, comenzó (sin darse cuenta) la formación del arquero que se consagraría campeón del mundo en Qatar. “Jugábamos todo el día a la pelota; y como yo era más grande lo mandaba al arco. Él no podía decir nada”, reveló entre risas. Con el paso del tiempo, el héroe actual de La Scaloneta fue forjando su camino a base de sus notables actuaciones en el Arsenal, aunque su mayor producción se produjo en el Aston Villa. En 2018, cuando el seleccionado argentino atravesaba una de sus peores crisis deportivas bajo el mandato de Jorge Sampaoli, los hermanos Martínez viajaron al Mundial de Rusia como hinchas. Y luego de la eliminación ante Francia en octavos de final, Emi le hizo un juramento a Ale que cambiaría la historia de todos los argentinos: “Voy a atajar y hacer que me vean para que me convoquen. Quedate tranquilo que el arquero de la Selección en el próximo Mundial voy a ser yo. No puede ser que no esté ahí”. “Fuimos juntos como espectadores y estuvo bueno vivirlo de esa manera. Los argentinos somos así: sentimos el fútbol de una manera muy especial. En ese momento él no tenía la posibilidad de estar en la Selección y ahora lo disfrutamos desde adentro“, recordó el mayor de los Martínez. En su memoria están afianzados los episodios que disfrutaron como simpatizantes anónimos. Para esas alturas, Emiliano no tenía la popularidad que adquirió un tiempo después y ello le permitía improvisar bromas conjuntas, propias de la complicidad que gestaron desde su infancia. “Fue como el sueño que desea cualquier argentino. Y también el de cualquier jugador, porque todos quieren jugar un Mundial. Emi lo pensó, se lo propuso y lo pudo concretar de la mejor manera", subrayó. Afianzado bajo los tres palos de Villa Park, en el último mercado de pases el Dibu coqueteó con varias potencias de Europa, pero los Villanos lo convencieron para que se quedara en Birmingham. Y como en breve comenzará una nueva ventana de transferencias, muchos especialistas especulan sobre un posible futuro involucrado en otro equipo. Sin embargo, su hermano se encargó de desestimar las versiones que surgieron desde el Viejo Continente: “Él está muy contento y tiene contrato con el Aston Villa. Tiene que respetar al club y por ahora se va a quedar ahí“. Como todo fanático, su ansiedad también crece con el paso de los días, ya que la máxima cita que se desarrollará en Estados Unidos, México y Canadá tendrá como protagonista principal al arquero que hizo historia en el país del Golfo. “Para el Mundial falta mucho y poco tiempo a la vez; pero yo ya quiero que empiece”, remarcó. Alejandro Martínez, hermano del Dibu Alejandro Martínez es un apasionado por el deporte. Si bien en sus inicios intentó con la pelota, siempre tuvo un amor incondicional por el automovilismo. La Chevi que preparó con su familia fue una dosis adicional para fomentar su faceta más tuerca. Y en la actualidad encara los circuitos del TC Pista Mouras, en donde en más de una ocasión se subió a lo más alto del podio. “Toda la vida estuve ligado al fútbol, pero hace dos años adopté la pasión por los fierros y me encanta”, reveló. A bordo del auto prefiere tener una postura más sobria que la de su hermano en las canchas. Lejos de provocar a sus rivales, Ale prefiere tomarse las carreras con máxima seriedad para mantener su objetivo primordial: competir en el Turismo Carretera. “Cada uno tiene su forma de ser. Los dos somos muy competitivos y cada uno quiere ganar en los suyo. Creo que eso nos une mucho”, aclaró. A pesar de tratarse de un un deporte de alto riesgo que adquirió de adulto, el apoyo incondicional de su familia representa el combustible ideal para seguir peleando por sus sueños. “Mi viejo lo disfruta mucho, y respeta las decisiones que tomamos porque ya somos grandes. Él nos acompaña en lo que puede. Siempre viene a las carreras y también viaja seguido para ir a los partidos de Emi. Son las actividades que cada uno eligió“. Recientemente, los hermanos intercambiaron sus roles para una publicidad en el que expusieron las dificultades de sus disciplinas. En las imágenes, pueden apreciarse las complicaciones que tiene el Dibu a bordo del auto y los memes que podrían surgir si Alejandro se pusiera los guantes para defender el arco argentino. Una ucronía que apeló al humor y destacó el carisma de cada uno. Pero antes de despedirse aclaró que todo se trató de una puesta de ficción: “Mirá que el que giró no fue Emiliano. Fue un doble. Él tiene prohibido hacerlo por contrato. Ojalá que el día de mañana pueda correr”. La propuesta quedó sobre la mesa: así como alguna vez intérpretes como el Piojo López, el Tano Pernía, el Pato Abondanzieri o el Pipa Estévez se aferraron al volante después de colgar los botines, quién puede asegurar que el Dibu se cambie los guantes y se atreva a acelerar por el asfalto argentino. Pero para eso falta mucho.
Ver noticia original