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» El litoral Corrientes
Fecha: 15/11/2025 00:33
Tras varios meses de debate político, el Gobierno de coalición del canciller Friedrich Merz ha logrado sacar adelante el proyecto de ley que dotará a Alemania de un nuevo servicio militar. A diferencia de la antigua modalidad de cumplimiento de la formación castrense —suspendida en 2011—, el nuevo modelo no será de cumplimiento obligatorio sino apoyado en voluntarios; y, por el momento, no contiene ningún automatismo que lo convierta en obligatorio en caso de que no se presenten suficientes voluntarios, algo que reclamaban los conservadores del Gabinete. El objetivo de esta nueva ley, que aún debe pasar por el Parlamento alemán, es aumentar el número de soldados temporales y profesionales del ejército alemán: pasar de los 182.000 actuales a 260.000 en 2035. Además, se necesitarán 200.000 reservistas. Para animar a que haya suficientes voluntarios, el salario inicial de los nuevos reclutas será de 2.600 euros brutos. En la actualidad, el ejército en Alemania es profesional, pero también existe la posibilidad de recibir voluntariamente una formación militar, y quienes se apuntan a esa vía perciben entre 1.800 y 2.200 euros al mes. Ahora ese sueldo subirá hasta los 2.600 euros para incentivar la mili voluntaria. A quien se comprometa con una formación de un año se le subvencionará, además, el permiso de conducir. Y, durante el tiempo que alguien preste servicio militar, se pagarán sus cotizaciones al seguro de pensiones obligatorio. “Otros países europeos, especialmente los del norte, demuestran que el principio de voluntariedad funciona si se combina con el atractivo, y espero que aquí ocurra lo mismo”, declaró el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, después de que los líderes de la coalición entre conservadores y socialdemócratas llegaran a un acuerdo la noche del miércoles. Los políticos han trabajado durante semanas para encontrar una solución que complaciera a todos los socios de Gobierno sobre un proyecto de ley cuya primera versión se acordó a finales de agosto y que fue presentado entonces con gran expectación. Pero después, el descontento de los conservadores con la nueva norma para “la modernización del servicio militar” empezó a sonar cada vez con más fuerza, y los socios tuvieron que volver a sentarse para modificar el borrador del proyecto de ley. (Con información de El País)
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