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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 14/11/2025 14:58
El economista remarcó la necesidad de consolidar la relación financiera con Estados Unidos de manera estratégica En una conferencia ante inversores, Carlos Melconian abordó las cuatro carencias que enfrenta la economía del gobierno de Javier Milei y describió los desafíos estructurales que inciden sobre la evolución política y financiera de la Argentina en los próximos años. El evento tuvo lugar en el Hotel Four Seasons, durante el EB5 Investors Seminar, ante un auditorio compuesto principalmente por empresarios, inversores y especialistas del ámbito financiero. Durante su exposición, Melconian señaló que la Argentina se encuentra ante una “oportunidad”, pero subrayó la importancia de reconocer y abordar problemas económicos estructurales. Sostuvo: “Estamos frente a una oportunidad. Todo lo que diga acá en términos de desafíos… es asible, posible. Quiere decir que la oportunidad está abierta”. Insistió en que no prevé escenarios de crisis inminente y remarcó la presencia de inversores y empresarios en la conferencia. El economista estructuró su análisis sobre tres ejes principales: cómo llegó el país a la actual coyuntura, la nueva oportunidad que representa el gobierno actual y las cuestiones no resueltas que, según su perspectiva, pueden determinar si el 2026 se convierte en un año de inflexión o en uno de los ciclos duros que enfrentaron anteriores administraciones. Al comienzo de su intervención, Melconian describió el perfil atípico del actual presidente y su equipo, calificando al gobierno como uno “básicamente económico”. Apuntó que “este no es un presidente que hable de educación, salud o seguridad. Habla de economía. Y dentro de economía habla de Hacienda y Fisco. Va a tener que corregirlo. No es una crítica, va a tener que corregirlo. Porque un presidente se dedica a más cosas que la caja fiscal”. Sobre el desempeño reciente del Gobierno, enumeró puntos que considera positivos, como el superávit fiscal y el proceso de desinflación, aunque aclaró que “no es estabilidad” en sentido pleno. Melconian resumió: “Sorteó la dura herencia. Si el presidente Milei, con su apoyo y como llegó, en tres meses perdía el gobierno, yo le diría: ¿alguien no hubiera dicho: ‘Y bueno, es lógico, no tiene apoyo’? La dura herencia, la sorteó”. Sin embargo, marcó claramente que existen cuatro carencias fundamentales: mercado cambiario sin resolver, reservas negativas, incapacidad de regresar a los mercados voluntarios de deuda y falta de crédito local. Advirtió que el tipo de políticas utilizadas hasta el momento no pueden sostenerse indefinidamente: “Acá hubo cero motosierra. Cero, no un poco, cero. Esto fue todo licuadora. El primer semestre del presidente Milei fue de inflaciones mensuales de dos dígitos y el gasto público no aumentó dos dígitos. ¿Cómo se licúa el gasto en la Argentina? Así”. Melconian destacó que el respaldo financiero de Estados Unidos resulta "vital" para la estabilidad argentina, pero advirtió que debe utilizarse solo como resguardo y no como una herramienta de uso recurrente para evitar riesgos mayores Melconian sostuvo que “el gobierno tiene que transformar la gobernabilidad popular, que es una elección, en gobernabilidad política”. Explicó que se trata de “ver cómo se sacan cosas contando con lo que hay” y remarcó la importancia de “consolidar y usufructuar a máximo el apoyo de Estados Unidos. Vital, vital. Yo me voy a concentrar otra vez ahí, como le dije, en lo financiero”. Describió como “vital” el respaldo estadounidense, pero advirtió que “mantener el apoyo en forma pasiva” significa no recurrir a esos fondos de rescate, porque “usarlo es como cuando explico el ejemplo de la dolarización. Si de facto Argentina termina dolarizado, es que ha fracasado el presidente Milei. Si se aleja la dolarización, es porque ha tenido éxito el presidente Milei”. Durante el seminario en el Hotel Four Seasons, el ex presidente del Banco Nación desarrolló sobre las reformas en agenda. Explicó que “la mayor reforma del presidente Milei en el año 2026 tiene que ser tener un programa económico y sacar las mejores reformas posibles. No hice referencia a la previsional porque ni siquiera la van a tratar. Entonces, este es el desafío del presupuesto y este es el desafío de las reformas”. Indicó que las iniciativas podrán ser “tenues en lo laboral y tenues en la reducción tributaria”. En cuanto a la situación fiscal, aportó un diagnóstico preciso. “El único político en la Argentina que pasaba de menos tres déficit a casi más dos superávit, cuatro puntos y medio cinco licuando el gasto fue Milei”, afirmó. Relató que ningún otro candidato político planteó semejante ajuste previo a las elecciones. Detalló que “sólo vi uno que estaba para hacer cinco puntos de ajuste, porque las calles estaban cortadas”. A la hora de referirse al “núcleo” de las reformas, Melconian dividió los tributos llamados “insacables” —retenciones, débitos y créditos bancarios, bienes personales— de aquellos que podrían tener margen de modificación. Subrayó la dificultad para avanzar con cambios estructurales reales en esos impuestos debido al peso fiscal que sostienen. El ex funcionario analizó también la fuga de capitales reciente: “Argentina ha tenido en los últimos seis meses una salida de capitales en manos de los argentinos que nunca vi en mi vida profesional y que fue el doble de la que sufrió el presidente Macri. Ha sido una mala praxis la apertura a personas humanas en abril del cepo”. Atribuyó parte de la tensión cambiaria y financiera a esas decisiones. En la sección dedicada al apoyo financiero de Estados Unidos, Melconian calificó como inédito el reciente salvataje: “Nunca vi esto en la Argentina. No es más o menos, lo vi el caso mexicano. Esto nunca pasó. Que un secretario del Tesoro, como si fuera ministro de Economía del país, venga y compre pesos a las once y cuarto de la mañana porque sube el dólar, yo no lo vi nunca”. Detalló que esta asistencia implicó también una reconfiguración de compromisos: “Terminado esto, le acaba de decir a la Argentina que lo que era veinte se transforma en diecisiete y que le debemos tres. O sea, no hay pesos contra dólares, hay ‘me debes tres’ que es lo que valen los setenta”. En materia de reservas, el economista analizó la situación del Banco Central: “Hay un tema que tenemos trece mil millones de dólares negativos de reservas. El presidente Milei está con el mismo nivel de reservas que le dejó Sergio Massa. Entonces, vuelvo acá atrás para que lo entiendan bien. Estoy caliente, en especial con este tema, porque me gusta que no le mientan a la gente. ¿Hay que tener superávit para pagar los intereses? Sí. ¿Y además hay reservas negativas? Sí, por eso vino el secretario”. Acerca de la política cambiaria, expuso un panorama concreto sobre la bimonetariedad de la economía argentina: “Dos mil como tuvo el presidente Macri, dos mil quinientos, no. Cinco mil como tuvo estos últimos seis meses en una mala praxis, no, pero bimonetariedad va a haber. Nosotros tenemos que saber dónde se para la demanda de mi tía, que es la bimonetariedad que Argentina tiene desde 1975, no ahora”. El economista identificó los principales frentes que Milei atraviesa de cara a los siguientes años: “El año 2026 puede ser un punto de inflexión o caer en el síndrome del tercer año”. Definió este fenómeno como un “tercer año como el que tuvo la presidenta Fernández, el presidente Macri y el presidente Fernández, que son años duros y donde uno está esperando quién viene después”. Respecto a la inflación, Melconian señaló: “La inflación que está clavada en dos por ciento no me preocupa en lo más mínimo. Quiero que no suba, pero si ustedes me dicen: ‘che, esta carpeta va a salir bien y la inflación del año 26 va a dar entre veinte y veinticinco’, firmo. Lo que no podemos ir es a inflaciones que rocen el tres mensual”. Durante el seminario, Melconian también presentó gráficos sobre el estancamiento en el nivel de actividad, aludiendo al “empate del estancamiento”. Aseguró: “No diga más, presidente, que estamos creciendo al ocho, porque pierde prestigio. Quien entiende estos números sabe que usted miente. Y entonces, ¿dónde estamos? En un típico rebote”.
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