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» Sin Mordaza
Fecha: 14/11/2025 11:11
El magnate Jeff Bezos dio este jueves un paso histórico en la carrera espacial al encabezar el lanzamiento de ESCAPADE, la misión de la NASA que viaja a Marte a bordo del cohete New Glenn de Blue Origin. Con este despegue, ocurrido en Cabo Cañaveral, el fundador de Amazon se anticipó a su rival Elon Musk y lidera el primer proyecto privado rumbo al planeta rojo. A las 15.55 hora local, en la base de la NASA en Florida, dos sondas robóticas gemelas despegaron montadas sobre el colosal New Glenn, un vehículo de 98 metros de altura diseñado para colocar su cápsula superior en órbita terrestre y regresar luego a la Tierra completamente reutilizable. Treinta y tres minutos más tarde, ambas naves ya orbitaban el planeta, cumpliendo con cada etapa prevista en la misión. ESCAPADE, una iniciativa científica clave para estudiar el pasado atmosférico de Marte, representa mucho más que un avance en la investigación planetaria: introduce un formato de misiones interplanetarias modulares y de bajo costo, muy distinto al esquema tradicional. Mientras los lanzamientos convencionales requieren presupuestos que oscilan entre u$s300 y 600 millones, esta misión fue desarrollada con apenas u$s80 millones, marcando una ruptura tecnológica y económica. Este tipo de despliegue, que combina una etapa terrestre reutilizable con sondas capaces de autopropulsarse hacia otros mundos, se está convirtiendo en un estándar buscado por agencias como la NASA y la ESA. La lógica es clara: abaratar costos, aumentar la frecuencia de lanzamientos y diversificar los objetivos científicos. Ese terreno es, precisamente, el escenario de la intensa competencia entre Bezos y Musk. Mientras SpaceX mantiene los récords anuales de lanzamientos y toneladas enviadas a órbita, Blue Origin acaba de lograr un hito simbólico y estratégico: ser la primera empresa privada en liderar una misión con destino a Marte. Cuando las sondas lleguen al planeta rojo y comiencen a transmitir datos, los investigadores podrán profundizar en un interrogante central de la ciencia planetaria: cómo un mundo que alguna vez tuvo condiciones similares a las de la Tierra terminó convertido en un desierto helado y desolado. Para Bezos, el lanzamiento también es una señal pública de que Blue Origin busca posicionarse como un actor clave en las misiones científicas profundas, un terreno históricamente dominado por agencias estatales y, en los últimos años, protagonizado por los avances de SpaceX.
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