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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 14/11/2025 10:45
La pelea de Donato de Santis y Germán Martitegui como capitanes de sus equipos (Video: Masterchef Celebrity. Telefe) En la última emisión de MasterChef Celebrity, una insólita e inesperada pelea entre Germán Martitegui y Donato de Santis por la vajilla de los equipos dejó sin palabras a Wanda Nara y arrancó carcajadas a todo el estudio. ¿Era imaginable ver a dos de los jurados más prestigiosos, vestidos con sus chaquetas de chef, forcejeando por platos y bandejas como si fueran rivales directos en la competencia? La respuesta los sorprenderá. La noche había arrancado con el habitual bullicio y expectativa, pero nada anticipaba lo que estaba por venir. Esta vez, el reality de Telefe cambió el guion y puso a Martitegui y de Santis al frente de sus propios equipos formados por celebridades. El objetivo era armar el catering de una banda de rock con algunas condiciones, como el uso de avellanas y la restricción de la carne. La responsabilidad pesaba, la competencia se sentía y la comedia, inesperadamente, irrumpió en la cocina. Todo el color comenzó cuando los famosos recorrían el mercado junto a Wanda Nara, eligiendo los ingredientes con los que, creían ellos, iban a definir su destino culinario. Pero detrás, en el estudio, el espectáculo lo daban otros: Germán y Donato estaban envueltos en un cruce tan feroz como hilarante por la vajilla y los utensilios. Las cámaras del programa no se perdieron ni un segundo y ellos parecieron olvidarse de las cámaras. “No, no, salí, Donato, estos son míos, los agarré primero”, gritó Martitegui, decidido y sin soltar el botín. La respuesta del italiano no tardó: “Yo los necesito.” ¿Se jugaba el plato de la noche en ese forcejeo? Tal vez no, pero allí, entre risas y miradas cómplices, nació uno de los momentos más viralizados y comentados en las redes sociales. Martitegui llenó de elogios a su equipo durante la competencia (Video: Masterchef Celebrity. Telefe) El duelo por la vajilla no fue el único foco de tensión—o de alegría—en un desafío grupal que puso a prueba no solo la destreza de los participantes, sino también la de sus líderes. Esta vez, la presión de la cocina se mezcló con risas espontáneas y complicidades inesperadas. Martitegui y de Santis dejaron de ser intocables jueces para calzarse el rol de estrategas, contagiar entusiasmo y, de paso, desatar la locura de los seguidores del programa. Pero esa no fue la única sorpresa. En pleno desafío, Germán quedó envuelto en una polémica cuando intentó guiar de más a Evangelina Anderson, integrante de su propio equipo. Secretamente, pensó que nadie notaría el gesto: le mostró cómo cortar los hongos, seguro de su disimulo. Pero Damián Betular, siempre atento, lo vio todo. El pastelero, sin titubeos, alzó la voz: “No se puede ayudar,” advirtió, al señalar la falta. Las cámaras captaron cada expresión, cada risa nerviosa, mientras Martitegui intentaba justificarse. “Solo estaba mostrando un ejemplo”, afirmó, aunque para ese entonces el episodio ya se había instalado como otro gran highlight de la noche. En la cocina azul, liderada por Martitegui, desfilaban figuras como Valentina Cervantes (la capitana), Julia Calvo, Evangelina Anderson, Walas y Alex Pelao. Del otro lado, el equipo rojo de de Santis presentaba a Momi Giardina, Chino Leunis, Andy Chango y Cachete Sierra. ¿Algún favorito temprano? Difícil decirlo. La definición cerrada entre los equipos y el resultado final. (Video: Masterchef Celebrity. Telefe) Aprovechando la visita de la conductora para interiorizarse sobre el ánimo de los azules, Martitegui no dudó en elogiar a sus compañeros: “Mi equipo viene bárbaro, están súper motivados, es el mejor equipo que me podía tocar. Están todos muy capacitados, muy focalizados, creo que estamos haciendo todo lo necesario para ganar” remató el chef, quien negó estar nervioso tras la observación de Wanda. “Estoy concenctrado”, se justificó. La tensión en el estudio alcanzó su punto más alto cuando los dos equipos aguardaban el resultado, con las miradas clavadas en los jurados. El silencio pesaba, los minutos se hacían eternos. Damián Betular, con voz serena y gesto meditativo, rompió finalmente el suspenso. “Estamos de acuerdo los tres, está muy peleado“, anunció, y la sentencia incluía a los jurados invitados, el músico Emmanuel Horvilleur y el chef Ariel Rodríguez Palacios. “Muy buenas presentaciones las dos, buenas propuestas. Yo creo que los backstages de una banda de rock estarían muy contentos”, declaró el chef. La frase flotó en el aire, y todos intentaron leer en sus palabras un indicio, un atisbo de esperanza. El festejo del equipo de Donato de Santis (Instagram) Entonces, la noticia se hizo carne: “El equipo que sube al balcón y va directo a la noche de beneficios... es el rojo (Team Donato).” El anuncio desató la euforia. Risas, abrazos, gestos de triunfo. Cachete Sierra, envuelto en euforia, alzó en sus hombros al chef italiano, protagonista de la noche de gloria. Dentro y fuera de la pantalla, se vivía un clima de verdadera celebración. Antes de que la algarabía los llevara al balcón, Donato frenó a su equipo con un mensaje contundente, que marcó el tono deportivo de la competencia: “Hay que honrar a nuestros contrincantes, vayamos a felicitarlos”. La ovación continuó, pero ahora teñida de respeto. En el escenario de la gran cocina, todos supieron que la verdadera victoria también está en reconocer al rival. Bajo las luces de MasterChef Celebrity, la competencia se transformó en un espectáculo donde la pasión, la risa y la rivalidad se sirvieron en la misma mesa. La pelea por los platos terminó convirtiéndose en símbolo de una noche en la que los jurados dejaron su investidura para mostrarse, por un instante, tan humanos y competitivos como los propios participantes.
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