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Parana » Informe Digital
Fecha: 14/11/2025 03:30
Hace tres años que venció la concesión original del Puerto de Quequén y la situación aún no se define, con riesgo de cierre. La terminal sigue siendo operada por Terminal Quequén SA mediante prórrogas sucesivas desde 2022, mientras el Consorcio de Gestión del Puerto, conducido por Jimena López, elabora los pliegos de una licitación que no termina de concretarse. En ese contexto, fuentes que conocen el complejo escenario advirtieron que el directorio cambiará de gestión a mediados del próximo año. La prórroga vigente vence a finales de este mes. Desde la conducción del ente relativizaron la controversia: “Es un solo muelle que pertenece a Terminal Quequén”. El año pasado registró un movimiento de 7,7 millones de toneladas. López, nombrada al frente del puerto por el gobierno de Axel Kicillof, fue electa diputada nacional en los últimos comicios legislativos en la lista de Fuerza Patria, ocupando el segundo lugar detrás de Jorge Taiana. La última extensión, otorgada en 2024, se produjo tras una fuerte polémica por la intención del gobierno bonaerense de incluir en el futuro contrato una cláusula que le permitiera retener el 30% de la operatoria portuaria, propuesta que generó rechazo en el sector agroexportador. Según fuentes del directorio, en una votación realizada dentro de los pliegos esa propuesta fue rechazada por mayoría. Con el vencimiento de esa prórroga, el directorio del consorcio deberá decidir si extiende nuevamente la concesión por cuarta vez consecutiva ante la ausencia de una licitación definitiva. La terminal, que concentra los sitios 4, 5 y 6 del puerto, es clave para la salida de granos y subproductos agrícolas, y emplea directa e indirectamente a más de un centenar de trabajadores. Fuentes vinculadas al directorio dijeron a LA NACION que los pliegos de la nueva licitación están a cargo de un estudio jurídico especializado y que “debieron haberse ejecutado hace tiempo”. Según explicaron, la presidencia debía haber informado al directorio sobre el avance de ese proceso. El puerto es clave para la salida de la producción del sur bonaerense. Puerto de Quequén “Estamos funcionando en una situación de transición permanente y no es bueno. Los pliegos tenían que haberse sacado desde hace dos años, en seis meses se pueden sacar y en otros tres meses pueden llegar las ofertas. Si esto avanzara, se llega al 30 de noviembre del año siguiente”, advirtió Gustavo Gavilán, director del Sindicato de Dragado y Balizamiento del puerto, quien señaló que las prórrogas dan continuidad, pero no certidumbre. El pliego original de la concesión data de la década de 1990. Hace tres décadas se conocía el vencimiento del contrato, por lo que en el sector cuestionan la escasa previsibilidad de la situación. Todos los directores y presidentes del Consorcio de Gestión sabían que la concesión tenía un plazo y que había que preparar con antelación su continuidad. Otro punto de tensión es la vacante de la gerencia general desde hace meses. Actualmente, López —cuyo mandato finaliza a mediados del próximo año— acumula los cargos de presidenta y gerente general, algo que, dijeron las fuentes, “dificulta la gestión diaria y la toma de decisiones técnicas”. Gavilán explicó que la empresa cumple con todas las obligaciones contractuales y mantiene la operatividad sin interrupciones, pero subrayó que “la indefinición genera un costo oculto”, tanto en la planificación logística como en la toma de decisiones comerciales. Reconoció ser parte del “problema” de los últimos dos años de prórroga y afirmó que el diálogo con el Consorcio es “correcto, aunque lento”, aunque advirtió que el tiempo corre. Dicen que el puerto sigue funcionando gracias al esfuerzo del personal y la experiencia acumulada. Puerto de Quequén Otro directivo señaló que la postergación de la licitación también impacta en la imagen institucional de Quequén frente a otros puertos competidores. “Mientras otros avanzan con ampliaciones y acuerdos a largo plazo, nosotros seguimos esperando una definición administrativa (convocatoria)”, explicó. En relación con la polémica de 2024 sobre la posibilidad de que el Estado provincial se reservara un 30% de la operatoria, Gavilán fue tajante: “Esa idea generó mucha preocupación. El puerto debe ser un espacio de gestión profesional y técnica, no política. Si se busca atraer inversiones y nuevos actores, la única forma es con un proceso abierto y previsible, sin interferencias. No podemos seguir año a año discutiendo lo mismo. Si el objetivo es modernizar, hagámoslo bien, con transparencia y planificación, pero sin poner en riesgo lo que ya funciona”. Desde el entorno portuario aseguran que no hay riesgo para las fuentes de trabajo, pero admiten que la indefinición prolongada “afecta las buenas prácticas” y genera un clima de inseguridad jurídica. Existe un acuerdo que, en su momento, suscribió el gremio con el Consorcio de Gestión del Puerto para garantizar la continuidad laboral. Es decir, el Consorcio se comprometió a que, ante cualquier eventualidad, el continuador en la explotación —sea quien fuere— deberá absorber a los empleados de la actual Terminal Quequén S.A. Hoy son más de 100 los trabajadores representados por el sindicato, que firmó ese convenio años atrás para asegurar el mantenimiento de los puestos laborales. Terminal Quequén SA está constituida por entidades de productores, corredores, el Centro de Acopiadores de Quequén, la Cámara Arbitral de Cereales, MatbaRofex [hoy A3], la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y exportadores (Viterra-Bunge, Cofco y Crucija).
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