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» El Ciudadano
Fecha: 13/11/2025 21:58
Miguel Passarini Dentro de un corpus de obras al que denominó Los géneros íntimos, el dramaturgo y director teatral porteño Mariano Tenconi Blanco (Buenos Aires, 1982), de reconocimiento nacional e internacional, aborda la intimidad desde una búsqueda de sentido que en lo escénico, y como pasa con casi toda su obra, equilibra ciertos rasgos de la tradición teatral con búsquedas de lenguaje nuevas que le dan un color a su producción completamente original y diferente, y al mismo tiempo, muy cercano al público, acaso lo más complejo de conseguir en el teatro contemporáneo, donde las fórmulas suelen repetirse. Muy cercano a Rosario, una ciudad que descubrió hace tiempo desde la literatura y el río, entre más, pero que en este último año lo trajo varias veces con sus obras de la Compañía Teatro Futuro, con las elogiadas Las Cautivas y La vida extraordinaria, Tenconi Blanco está de regreso este fin de semana, esta vez con Quiero decir te amo, con las actuaciones de Lucía Adúriz y Violeta Urtizberea, que se presenta este sábado en el Teatro Municipal La Comedia con una única función. Cartas y diarios Con el foco puesto en la ficción pero siempre desafiando a la realidad, Quiero decir te amo va de una serie de cartas a las palabras escritas en un diario, con la infaltable presencia en escena de la música original y en vivo de Ian Shifres. Allí hay un amor en primer plano donde se mezclan el azar y la casualidad; hay una expresión de deseo que se corporiza en una historia que conmueve y da ternura. “Quiero decir te amo es un homenaje al amor, a la literatura, a la pasión sin frenos, al amor mítico, contra viento y marea, al amor imposible, porque todo amor es un amor imposible. Quiero decir te amo es una obra de teatro y es una carta de amor para todos los enamorados y para todas las enamoradas del mundo. Sólo hace falta decir «te amo», y el amor existe”, adelanta el parte de prensa. Mariano Tenconi Blanco escribió una nueva versión de este texto que da origen a la referida serie denominada Los géneros íntimos, de la que también forman parte obras como La vida extraordinaria y La mujer fantasma, que giran en torno a diferentes procedimientos vinculados a la llamada literatura íntima. Cartas, diarios, poemas, confesiones; los recursos de la literatura del siglo XX atraviesan este proyecto, que tiene como eje central “usar a la literatura como forma de expandir los límites del teatro”, sostiene. “Se parte de lo privado, de la vida de poetas, maestras, escritores o amas de casa, para expandirse hacia lo público, lo social o incluso hasta lo universal. Estas pequeñas vidas privadas se vuelven totalmente políticas, estas escrituras de la intimidad devienen en teatro épico”, expresa el autor y director. Rosario siempre estuvo cerca “En este último tiempo se afianzó mucho mi vínculo con Rosario, sobre todo por poder llevar mis obras, con la energía que le ponen los chicos de Pulpo Producciones que nos permite hacer estas funciones. Pero hay algo que me acercó un poco antes a Rosario que es Alberto Giordano (destacado escritor y docente, nacido en Rufino en 1959). Un gran profesor que es un poco una eminencia, uno de los grandes pensadores de la literatura, más allá de que siempre hay muchos rosarinos que por suerte aparecen en los caminos de los artistas. Él leyó un ensayo que yo escribí en un libro de vinilo hace unos años. A Alberto le gustó mucho y me invitó a Rosario a leerlo a la Librería Oliva y así entablé una amistad con él y un poco desde esa génesis que fue la invitación de Alberto, no dejé de ir a la ciudad. Después vinieron los chicos de Pulpo, fuimos con varias obras, pero mi vínculo con la ciudad es anterior. Yo ahora voy a las librerías de Rosario y me saludan los libreros (risas). Así se fue formando una relación muy linda con esa ciudad a la que tanto me gusta ir”, contó Tenconi Blanco a instancias de esta nueva visita a Rosario con una de sus obras en cartel cuyo staff se completa con la escenografía de Rodrigo González Garillo, vestuario de Endi Ruiz, luces de Matías Sendón, voz en off de Rafael Spregelburd, diseño de movimientos de Jazmín Titiunik, fotos de Carlos Furman, ilustraciones de María Luque, diseño gráfico de Gabriel Jofré, asistencia de dirección de Pablo Cusenza y, entre más, producción artística de Carolina Castro junto al trabajo local de Pulpo producciones. Abordar un lenguaje El creador de obras como La Fiera, Las Lágrimas, Todo tendría sentido si no existiera la muerte, Astronautas (estrenada recientemente en Rosario) junto, entre más, con la denominada La saga europea que reúne varias obras o la reciente Madre ficción, habló de un lenguaje con sello propio que se fue gestando con el paso de los años: “La obra que vamos a presentar este sábado, Quiero decir te amo, es un poco una de las primeras y al mismo tiempo un poco una de las últimas, porque la primera versión de esta obra la escribí en 2012; se hacía en una sala muy chiquitita y era casi de culto y yo en ese momento, como autor, era el autor que soy ahora y a la vez no lo era aún. Esta obra tiene una particularidad que podríamos llamar técnica, que los textos de una de las actrices son sólo cartas; son cartas que yo escribí para la obra, pero sólo cartas que ella envía. Y los textos de la otra actriz son sólo los que aparecen en un diario, porque lo que pasa en la obra es que una mujer ve un accidente de autos, ve un médico que ayuda en ese accidente y se enamora perdidamente de él. A partir de ese momento, le manda cartas a ese hombre, que son las de uno de los personajes. Y el otro personaje es la esposa de este hombre que recibe las cartas y se las contesta como si fuera su marido. Pero el público se entera de todo esto a través de su diario, un diario íntimo que yo escribí y que termina de armar el vínculo entre estas dos mujeres”. Y profundizó: “Todo ese proceso de escritura fue algo que yo hice intuitivamente siendo muy joven y que después un poco se fue convirtiendo en lo que hoy podríamos ver o entender como una marca, o llamarlo de ese modo, en relación con mí escritura. Pasa por trabajar con escrituras que a priori son no teatrales, que pueden provenir más de la narrativa, y trabajar con lo que se llaman escrituras íntimas, que son escrituras que al principio no estarían hechas para ser mostradas. En mi caso sí, porque fueron textos escritos para el teatro. Pero los diarios, las cartas, las confesiones, son escrituras que en la época en la cual funcionaban y circulaban, estaban planteadas en el marco de los vínculos entre dos personas”. En esa lógica que desafía las tradiciones teatrales, las obras de Tenconi Blanco siempre se vuelven una saludable provocación en términos escénicos, en sus diversos formatos más allá de los diálogos posibles entre unos y otros, y también más allá de sus acercamientos con fenómenos históricos y populares. “Siempre que escribo o pienso en una obra tiene que haber un recurso o una búsqueda que me lleve a trabajar en torno a algo, tiene que haber algo que me interese, ése es un poco el motor de todo, lo que me lleva a hacer una nueva obra. Pero a la vez, también me interesa mucho poder conectar con una audiencia amplia, porque no me gusta el teatro sólo de artistas y pensado para los artistas, sino que me gusta que el teatro pueda ser para cualquier persona y cualquiera pueda comprarse una entrada ver una obra y conmoverse y pasarla bien. Yo vengo de un hogar de gente trabajadora, mis padres no fueron a la universidad ni son profesores de letras, pero ellos vienen a ver mis obras y les gustan; lo que quiero decir es que no me interesaría bajo ningún punto de vista hacer una obra que mi padre no pueda entender”, destacó el dramaturgo y director. Y en el mismo sentido, sumó: “Me interesa que mis obras puedan ser vistas por todos, obviamente también por la gente que piensa y analiza el teatro, pero jugar en esos dos sentidos. Que aquél que tiene los recursos para ver otras cosas, las pueda ver, pero el que no los tenga, igual pueda ver y disfrutar de la obra, seguir una historia, reírse o conmoverse”. Tenconi Blanco habló también de otra de las variables de sus obras vinculada al género y la diversidad con un enfoque inclusivo y al mismo tiempo divergente, pero siempre muy estratégico de cara a sostener esa idea de «público amplio» a la que refiere. “Ése es uno de los puntos sobre los que trabajo y se habla mucho de mis obras; el enfoque LGBTIQ+ en torno a algunos de mis materiales. Aparecen romances entre mujeres o cuestiones vinculadas a la identidad y en ese punto quizás yo sigo un poco más lo que siento que me interesa de determinada historia, más allá de que por supuesto soy consciente que me estoy jugando por algo y entonces trato de ordenarlo de determinada manera, pero no es al revés, no es que yo tengo algo que quiero decir o que quiero postular, ni en el sentido social, ni político, ni de género, sino más bien, y supongo que estoy hablado siempre por esas ideas que previamente tengo, pero que voy elaborando al menos conscientemente; siempre sigo lo que siento que es mejor para esa historia que estoy contando, independientemente de que en esas duplas de mujeres aparezca, como en este caso, el amor”. Finalmente, el artista analizó el fenómeno que supone el teatro al que muchos insisten con definir como una mentira convenida, cuando en sus obras, más allá de la obviedad de la ficción, hay siempre latiendo una fuerte carga de verdad: “Yo creo que nos hemos olvidado un poco del origen ritual que tiene el teatro, pero que en algún lugar eso está en nuestros cuerpos y entonces se produce esa magia. Uno de pronto ve esa suerte de transfiguración, más allá de que conozca a los actores o las actrices porque los vio en una película o en una serie. Pero para mí todavía sigue sucediendo esa situación mágica cuando la obra te gusta mucho, que es como si te trasladara a otro lugar, como también lo tiene la música. Es esa cosa medio tribal que cuando pasa, salís como transformado de un concierto o un recital; bueno, yo siento que eso mismo pasa con el teatro o debería pasar”. Para agendar Quiero decir te amo, de Mariano Tenconi Blanco, se presentará en Rosario este sábado 15 de noviembre, a partir de las 21, en el Teatro Municipal La Comedia (Mitre y Ricardone). Las Entradas anticipadas se encuentran a la venta en la boletería de la sala en horarios habituales o bien online ACÁ.
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