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» Solochaco
Fecha: 13/11/2025 16:48
El fiscal Martín Bogado, integrante del Equipo Fiscal Especial, pidió este jueves la condena para los siete acusados por el femicidio de Cecilia Strzyzowski. Durante su alegato de clausura, afirmó que el crimen fue “premeditado y ejecutado dentro de la casa de los Sena”, con la participación directa de César Sena, Marcela Acuña y Emerenciano Sena, además de colaboradores del entorno familiar. “A Cecilia la mataron. Eso no es política, es un femicidio”, enfatizó el fiscal ante el jurado popular. La audiencia número 13 del juicio, que se desarrolla en la Cámara Tercera en lo Criminal de Resistencia, comenzó pasadas las 9:20 bajo la dirección de la jueza técnica Dolly Fernández. Cada parte dispone de 45 minutos para exponer sus alegatos finales. “Cecilia creía que iba a ser feliz con César, pero se cruzó con las personas equivocadas” Bogado abrió su exposición describiendo a Cecilia como “una joven enamorada” que “creía en un futuro junto a César Sena”, pero que “fue manipulada y engañada” por la familia del acusado. El fiscal reconstruyó lo que calificó como “el rompecabezas del femicidio” y aseguró que el crimen comenzó con una falsa promesa de viaje: “Le ofrecieron dinero, una supuesta herencia y un viaje que nunca existió. Era la coartada del asesinato”, explicó. Citando mensajes de la víctima, recordó que Cecilia sabía que su suegra no la quería: “Te amo a vos, pero no a tu familia. No voy a esforzarme porque tu madre me acepte”, le había escrito a César. También relató un episodio de violencia previo: “Cecilia contó a un amigo: ‘Hoy tuve miedo porque vi mi vida delante de mis ojitos’. Desde ahí empezó su calvario”, dijo Bogado. Las cámaras y los rastros: cómo se reconstruyó el crimen El fiscal detalló el recorrido de Cecilia y César el 2 de junio de 2023, documentado por cámaras de seguridad: Salida de la casa de la abuela de César. Paso por el café Gato Negro. Llegada a la vivienda de Santa María de Oro. Una breve estadía en el motel Ruta 69. Regreso a Santa María de Oro, donde —según Bogado— ocurrió el crimen. “Emerenciano y Marcela salieron antes de que la pareja ingresara. César la mató en una de las habitaciones. Ella se defendió: César tenía rasguños”, sostuvo. Luego, describió cómo los imputados limpiaron la escena, eliminaron pruebas y coordinaron mensajes para sostener la coartada. Entre las pruebas más contundentes, mencionó mensajes de Marcela Acuña y audios de Emerenciano Sena: “Sacá eso de la casa. Carguen la basura donde sea”, escribió Marcela a Fabiana González. “Controlen el fuego que no se apague. Háganse cargo del fuego”, dijo Emerenciano en un audio. Según la investigación, el cuerpo de Cecilia fue trasladado a Campo Rossi, donde fue incinerado a pocos metros de una vivienda rural, y luego sus restos fueron arrojados al río Tragadero, donde se halló el dije de la joven. “En todos los lugares había cosas de Cecilia, ella dejó su rastro” Bogado remarcó que en cada sitio vinculado al caso aparecieron objetos o rastros de la víctima, lo que —dijo— confirma el recorrido de la trama criminal. Además, recordó búsquedas realizadas en el celular de César días después del crimen: “¿Qué siente un asesino?” y “¿Qué pasa con el alma después de la muerte?”. El fiscal afirmó que César y Obregón quemaron el cuerpo y luego fueron a comer un guiso a Barranqueras, mientras el resto del grupo eliminaba objetos personales de Cecilia. El pedido de condena En su cierre, Bogado se dirigió directamente al jurado: “Marcela dijo que esto era político. No lo es. Cecilia fue asesinada por ser mujer. A Cecilia la mataron, eso no es política, eso es un femicidio”. Pidió el veredicto de culpabilidad para los siete imputados: César Sena, como autor de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. Marcela Acuña y Emerenciano Sena, como partícipes necesarios del crimen. Fabiana González, José Obregón, Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, como encubridores agravados. El fiscal cerró con una mención a Gloria Romero y Mercedes, madre y abuela de Cecilia, quienes escucharon las últimas palabras de la acusación con evidente emoción: “Este es el momento de hacer justicia por Cecilia. Que su nombre no se apague”.
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