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Parana » Informe Digital
Fecha: 12/11/2025 18:47
Desde tomógrafos y equipos de resonancia magnética hasta grúas, embarcaciones, motores y tractores: todo eso —y mucho más— comenzó a entrar al país desde que el Gobierno eliminó las restricciones para importar bienes usados. Según datos del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado a los que accedió LA NACION, la medida provocó que las importaciones de bienes de capital usados se duplicaran en menos de un año: en los primeros cinco meses de vigencia crecieron 105,2% interanual. El cambio se formalizó en abril de 2025 con la publicación del decreto 273/2025, que suprimió el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU). La decisión puso fin a un esquema que generaba demoras promedio de 84 días y cuya aprobación era discrecional: apenas dos de cada diez solicitudes obtenían la autorización. Bajo el nuevo régimen, el ingreso de equipos usados se realiza de forma automática mediante una declaración jurada en el Sistema Informático Malvina (SIM), sin necesidad de aprobación previa. Desde entonces, las importaciones de bienes de capital usados aumentaron 105,2% interanual y 806 empresas se beneficiaron del nuevo esquema, más del doble que un año atrás. “De las más de 1000 empresas que utilizaron este régimen en lo que va de 2025, más del 80% lo hizo tras la implementación de la medida”, indicaron fuentes oficiales. En total ingresaron al país bienes correspondientes a 592 posiciones arancelarias, frente a las 334 del año pasado. El movimiento alcanzó sectores diversos: la industria médica y la aeronáutica, el transporte, la energía y el agro, con una fuerte participación de pymes que incorporaron equipamiento a menor costo o modernizaron su parque de máquinas tras años de demoras y restricciones. La medida facilitó la importación de equipos usadosGentileza En el área médica arribaron equipos de rayos X, tomógrafos, resonadores y centellógrafos. En la industria ingresaron máquinas gráficas, turbinas de gas, bombas hidráulicas y equipos de perforación. Y en el campo la apertura generó una oleada de maquinaria usada: cosechadoras, sembradoras y tractores. Según los datos oficiales, seis rubros concentraron el 44% del total de las importaciones: aeronaves, cosechadoras, embarcaciones, sembradoras, tractores y equipos de transporte de mercaderías. Las cifras dan cuenta de la magnitud del cambio: las importaciones de cosechadoras crecieron 598,6% interanual, las de sembradoras 494,2%, las de tractores 130,2% y las de aeronaves 188,3%. En el segmento agrícola, el informe oficial agregó que, “luego del cambio de régimen, se vendieron 319 tractores importados y 280 implementos”. El efecto, indicaron, también se reflejó en los patentamientos de maquinaria agrícola, que pasaron de 352 unidades en marzo a 853 en mayo, según los registros de Acara. En paralelo, los precios de las máquinas nuevas comenzaron a estabilizarse después de varios años de fuertes aumentos: entre 2021 y 2024, los valores en dólares de las cosechadoras, los tractores y las sembradoras habían subido 47%, 46% y 38%, respectivamente, según un relevamiento del CREA citado en el documento. El Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado explicó que la incorporación de bienes usados amplía la oferta de equipamiento disponible y genera condiciones de competencia en los distintos mercados. En la práctica, los bienes de capital usados pueden costar hasta un tercio del valor de uno nuevo, lo que los convierte en una alternativa más accesible para muchas empresas, especialmente las pequeñas y medianas. En el informe oficial también se planteó que, durante décadas, la economía local enfrentó limitaciones para incorporar capital: “Ya sea porque los equipos eran excesivamente costosos, porque su importación estaba vedada o porque no existían los incentivos competitivos que permitieran la modernización”. El Ministerio de Federico Sturzenegger destacó un impacto positivo por el ingreso de bienes usados importadosFabián Marelli – LA NACION Aunque las importaciones de bienes de capital usados representan todavía apenas el 2% del total, el aumento registrado marca una tendencia al alza. En el Gobierno destacaron que el nuevo esquema profundizó la apertura comercial y la competencia en el mercado de bienes de capital, sin alterar los requisitos sanitarios ni de seguridad ya establecidos. El objetivo, señalaron, es “favorecer la libertad de mercados, estabilizar los precios y reducir aquellos artificialmente elevados por falta de competencia o de transparencia”.
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