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Rio Negro » Adn Rio Negro
Fecha: 12/11/2025 18:03
(ADN/Corresponsal).- Los resultados de las elecciones parlamentarias dejaron heridos, enojados y desató diversas crisis en los partidos políticos no ganadores. En esa línea, en Juntos Defendemos Río Negro hay diversos pases de factura. Oficialmente, nada. Pero en política hay gestos que hablan por sí solos y que sobre entienden vínculos, situaciones y formas de llevar adelante la gestión. En Cipolletti la derrota fue por amplio margen y dejó a su intendente, Rodrigo Buteler, en la mira y en igualdad de condiciones se ubica Nelson Cides, secretario general de la Gobernación. Ambos locales, son señalados como padres del desastre electoral y ya se «pueden sentir en el freezer», relatan en el partido. En Bariloche las sensaciones son similares. Hay varios padres de la derrota, porque el 26 de octubre el resultado no fue el esperado, pero la atención hoy por hoy está puesta en el vínculo entre el intendente Walter Cortés y el gobernador. La confianza mutua nunca fue la óptima, pero los gestos de fidelidad de ambas partes fueron numerosos. Incluso, la semana pasada post elecciones, los mandatarios se mostraron juntos en el lanzamiento de los Juegos Rionegrinos. No faltaron ni las sonrisas ni los abrazos. Pero ya nada es como antes. Hubo chispazos en la campaña y ahora un aire gélido distancia a Walter con Alberto. El barilochense está abocado a continuar con la obra pública que lleva adelante con fondos propios, pero también requiere de que Weretilneck cumpla con algunos compromisos asumidos en los últimos meses, como el reasfalto de la ruta al Aeropuerto, la culminación de la obra de la Terminal o la solución definitiva para el Vertedero. Los llamados y mensajes ya no son ni tan frecuentes, ni con tantas soluciones como en campaña, por lo que ambos se miran de reojo. Lo cierto es que en Bariloche en pocos días comenzará a discutirse el presupuesto 2026 y la planificación del próximo año en materia impositiva, donde el oficialismo requerirá los votos de Juntos y allí se conocerá si la distancia actual entre ambos dirigentes es producto de la coyuntura y el dolor propio de un revés electoral, o si se está gestando un divorcio que tendría a los barilochenses como principales afectados.
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