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» Derf
Fecha: 12/11/2025 13:50
El cierre de cada año es un momento de balances. Y Sergio Marchi, el presidente argentino del Sindicato Mundial de Futbolistas Profesionales (FIFPro), hizo el primero de su gestión, en el que apuntó duramente contra la FIFA, a partir de las promesas incumplidas del presidente Gianni Infantino respecto de las demandas en las mejoras de las condiciones y calendarización de los torneos, uno de los principales reclamos desde la realización del primer Mundial de Clubes extendido a 32 equipos, que coronó al Chelsea de Enzo Fernández. «El 2025 termina y, lamentablemente, el fútbol mundial sigue mostrando los mismos males que advertimos hace años. Hemos escuchado promesas, discursos y anuncios por parte de la FIFA que parecían señalar el comienzo de una nueva etapa. Pero fueron solo eso, palabras vacías, anuncios sin contenido. Nada cambió. Las mismas injusticias, los mismos abusos, la misma falta de respeto hacia los/las futbolistas, los/las verdaderos/as protagonistas de este juego», empezó Marchi su proclama, difundida a los medios de comunicación. Sergio Marchi se reunió con Gianni Infantino y Aleksander Ceferin en búsqueda de una solución para los calendarios del fútbol mundial. En ese sentido, Marchi aseguró que se prometió «un fútbol más humano, más racional», pero que «nada de eso se llevó a la práctica». «Seguimos viendo temporadas interminables, con partidos cada tres o menos días, viajes extenuantes y sin pausas de recuperación. Los/las futbolistas son tratados/as como recursos inagotables, no como personas. Los/las que juegan demasiado arriesgan su integridad física y mental los/las que juegan poco siguen sin oportunidades reales, sin políticas que garanticen su desarrollo», explicó. «También persisten los salarios miserables y los incumplimientos de contratos, que afectan a miles de futbolistas en todo el mundo. A pesar de los compromisos asumidos y las denuncias reiteradas, se sigue tolerando que haya futbolistas que trabajen sin cobrar durante meses, o que vean vulnerados sus derechos más elementales. He advertido sobre esto en cada instancia de diálogo, pero las respuestas fueron silencio o indiferencia», sostuvo. Y agregó: «A ello se suma la programación irresponsable de partidos en horarios y temperaturas extremas, donde lo deportivo queda subordinado al negocio. Lo vimos en el último Mundial de Clubes que se llevó a cabo en Estados Unidos, un torneo diseñado para maximizar ingresos sin importar el sufrimiento de los futbolistas ni de los espectadores. No hay planificación, ni prevención, ni respeto. Solo hay una obsesión por el rédito económico». En este punto marcó directamente a Infantino, además del resto de los dirigentes a cargo de las decisiones más importantes del fútbol mundial, al destacar que siguen «actuando con soberbia, sin escuchar, sin dialogar, sin consultar». «En lugar de abrir espacios de participación a todos los sectores que componen la industria del fútbol, elige discriminar y excluir. Lo vimos con claridad en la convocatoria realizada en Marruecos, en la que se eligió a quién escuchar y a quién silenciar. Esa práctica no es casualidad, es discriminación estructural, y es profundamente antidemocrática. Y lo más grave es que, al discriminar a los sindicatos, se está discriminando también a los/las futbolistas que representan. Se los castiga por tener una voz organizada, por pensar distinto, por exigir dignidad. Esa actitud no solo vulnera el derecho a la representación colectiva, sino que revela un desprecio por los valores más básicos del trabajo y del respeto humano», puntualizó. Distendidos: Marchi e Infantino tras la reunión entre ambos en Zurich. «Los reglamentos se imponen unilateralmente, sin discusión, sin participación real de los/las futbolistas, los principales actores del juego. Y luego, con total cinismo, se pretende justificar esas decisiones en nombre de ellos. Se legisla desde un pedestal, sin comprender las consecuencias humanas y laborales que esas normas generan», completó. Marchi, en el cierre, reafirmó su «vocación de diálogo y compromiso constructivo». «Creo en la fuerza de la palabra y en la búsqueda de consensos, pero también estoy preparado para la pelea, con convicción y firmeza. Estoy cansado de escuchar anuncios vacíos y promesas sin hechos palpables. Cansado de ver cómo, desde el año 2001, se ignora una norma tan elemental como la duración mínima de un contrato de un año. Miles de futbolistas siguen sin esa garantía, y nadie asume la responsabilidad», recordó. «Invito a la reflexión a quienes hoy detentan las decisiones más importantes. Porque el camino de la demagogia y el despotismo no conduce al progreso, sino que es un mal alimento para las personas y las instituciones. En el siglo IV antes de Cristo, El Estagirita utilizó por primera vez la célebre frase: «La única verdad es la realidad”. Esa verdad, hoy más que nunca, desnuda la distancia entre los discursos y los hechos. Porque cada vez que algún mistificador intenta disfrazar la verdad con artilugios, intentando enmascarar sus conductas irregulares, violar las normas o descargar sus responsabilidades en otros, la realidad se encarga de exponerlo. Y esa realidad, de miles de futbolistas que sufren abusos, incumplimientos contractuales sistemáticos, exceso de partidos y diferentes tipos de discriminación, es la que nunca dejaré de mostrar ni de defender», cerró.
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