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» Elterritorio
Fecha: 12/11/2025 13:07
El Tribunal Penal Uno de Eldorado suspendió el proceso contra Pablo Schoenfisch (23), acusado de asesinar a su madre Faustina Antúnez (56), en 2020 en Santiago de Liniers. miércoles 12 de noviembre de 2025 | 3:30hs. El debate contra el joven comenzó el lunes en el Tribunal Penal de Eldorado. Cinco años y medio pasaron desde la mañana del 20 de mayo de 2020, cuando en una vivienda de Santiago de Liniers se descubrió una perturbadora escena de crimen. Faustina Antúnez (56) y el exintendente de la localidad Arnoldo Schoenfisch, ambos en su habitación matrimonial, recibieron un tiro en la cabeza que provocó la muerte casi inmediata de la mujer y una fractura macizo facial más una ceguera bilateral irreversible para el hombre. Desde el comienzo de la instrucción el principal sospechoso y único detenido por los hechos fue Pablo Schoenfisch (23), hijo de la pareja y quien en ese momento tenía 18 años. En esa condición e imputado por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio calificado por el vínculo y por utilizar arma de fuego, llegó al debate oral en la mañana del lunes. Sin embargo, su breve declaración y el comienzo del testimonio de Arnoldo -una de las víctimas según el expediente- dieron un importante giro en el debate cuestionando si realmente Pablo es el autor de los delitos o si el propio Schoenfisch padre está detrás del crimen de su esposa. Esta nueva cuestión derivó a que en la mañana de ayer, el tribunal compuesto por Adriana Andino, Atilio De León y Eduardo Javier Jourdan por unanimidad dispuso que el juicio sea suspendido “hasta que se resuelva en sede instructiva la suerte procesal de Arnoldo Schoenfisch”. En sus argumentos el tribunal consideró que “la confesión merece una nueva mirada por parte del órgano encargado de la instrucción, para evitar eventuales e insalvables nulidades por violación a garantías constitucionales”. “Falta de respeto” Sobre la decisión, el fiscal Federico Rodríguez calificó como “una falta de respeto” por “esperar tanto tiempo para resolver de esa manera”. En esa línea, sostuvo que las declaraciones fueron sólo mentiras. “Lo que dice Arnoldo no tiene ningún sentido, acá hablamos del delito de calumnia e insisto que fue parte del esquema defensivo”: En ese contexto, adelantó que dispondrá que la fiscalía de instrucción investigue por falso testimonio y falsedad ideológica. “¿Quién paga los costos? La única salida que le queda al pobre Arnoldo para no ser condenado por falso testimonio, es probar que él cometió el delito”, señaló, añadiendo que a Arnoldo “lo pusieron en una encrucijada”. “La defensa tiene eso y una pericia trucha. Lo único que están buscando es dilatar el proceso artificialmente. Correspondía que se siga con los testigos”, concluyó Rodríguez. En contraparte, la defensa representada por los abogados Fabián de Sa y María Laura Alvarenga solicitó la excarcelación de Pablo mientras continúe el proceso de investigación. Luego de estas solicitudes, tanto de la fiscalía como de la defensa, el tribunal dispuso que el debate entre a un cuarto intermedio hasta hoy a las 8.30 para informar lo resuelto sobre estos planteos. Confesión Las frases que pusieron el debate oral en una vorágine y que significa el motivo de la suspensión del juicio para Pablo Schoenfisch y una nueva investigación del crimen ocurrido hace más de 5 años, fueron expuestas en la mañana del lunes cuando Arnaldo Schoenfisch -presunta víctima del ataque de su hijo- fue el encargado de abrir la ronda de testigos. “Estábamos acostados con mi esposa, discutimos un poco y estaba un poco desorientado. Agarré el arma, la asesiné y después me quise suicidar”, fueron las primeras palabras del hombre que llegó a la sala de audiencia acompañado por una familiar, debido a que padece de una ceguera producto del disparo recibido en la cabeza. Esta frase utilizada para autoincriminarse no fue lo único que reveló ante el tribunal. En esa línea explicó que luego de presuntamente matar a su pareja, “me quise escapar por la ventana”. Sin embargo, al efectuarse el disparo y seguir con vida “me quedé sorprendido por la situación y llamé a mi hermano porque no sabía qué hacer”. Lo último que logró decir en su testimonio fue “pasó lo que tenía que pasar. Pablo es inocente, yo hice todo y tengo que ser el imputado, no él”. Esta confesión fue una continuidad de lo expuesto por el imputado, quien en la declaración indagatoria se desligó de los crímenes y destacó que “pasó un largo tiempo y me enteré por parte de mi padre que él había cometido un delito y yo solamente no lo quería decir por miedo”.
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