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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/11/2025 06:31
El neumococo es la bacteria más común asociada a los cuadros graves de neumonía bacteriana (Freepik) Cada 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Neumonía para alertar sobre una enfermedad que, según la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), continúa como la primera causa infecciosa de muerte en todo el mundo y afecta a personas de todas las edades. ¿Qué es la neumonía y qué la provoca? El tabaquismo aumenta considerablemente el riesgo de padecer infecciones pulmonares como la neumonía (Imagen Ilustrativa Infobae) La neumonía es una infección respiratoria aguda que afecta los pulmones y genera inflamación, junto a la acumulación de líquido o secreciones purulentas en los alvéolos, lo que compromete el intercambio de oxígeno. Puede estar causada por virus, bacterias, hongos o parásitos, señalan desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. La entidad precisa que los virus representan cerca del 23% de los casos, incluyendo brotes de SARS-CoV-2, influenza y virus sincicial respiratorio. El neumococo (Streptococcus pneumoniae) constituye la principal causa bacteriana y puede originar tanto neumonías como infecciones invasivas severas. Otros microorganismos y hongos también pueden desencadenar la enfermedad en personas inmunocomprometidas. La vía de transmisión más frecuente es la respiratoria, a través de partículas generadas por personas infectadas o bacterias presentes en la garganta o nariz que, al ser aspiradas, alcanzan los pulmones. Cuáles son los síntomas y etapas de la neumonía Fiebre, tos con flema y dificultad para respirar son señales habituales de neumonía (Freepik) Según Mayo Clinic, los síntomas de la neumonía dependen de la gravedad, el tipo de microorganismo, la edad y el estado general del paciente. Entre los síntomas habituales se encuentran fiebre, escalofríos, tos con secreción mucosa o purulenta, dolor en el pecho, dificultad respiratoria y malestar general. En recién nacidos y bebés, la manifestación puede ser menos específica, con decaimiento, cambios en la alimentación, vómitos o dificultad para respirar. En adultos mayores, pueden observarse episodios de desorientación o alteraciones mentales. En situaciones severas, la neumonía puede provocar náuseas, vómitos y confusión. En general, la enfermedad comienza con síntomas parecidos a los de un resfriado o gripe, pero con una duración mayor y una progresión hacia signos respiratorios más intensos. ¿Cuándo la neumonía es grave? La neumonía puede afectar a personas de cualquier edad, aunque los adultos mayores y los niños pequeños son los más vulnerables (Freepik) La neumonía puede variar desde cuadros leves hasta situaciones clínicamente críticas que requieren internación. Los casos de mayor gravedad se detectan principalmente en bebés, adultos mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas o inmunosuprimidas. Complicaciones como insuficiencia respiratoria, sepsis, shock o abscesos pulmonares elevan el riesgo de mortalidad. Mayo Clinic advierte que es fundamental buscar atención médica si existen dificultades respiratorias, fiebre alta persistente o dolor torácico intenso, especialmente en personas con factores de riesgo. ¿Qué tipo de neumonía es la más peligrosa? Evitar el contacto cercano con personas con síntomas respiratorios ayuda a disminuir la transmisión (Freepik) Entre los diferentes tipos, la neumonía neumocócica es la bacteriana más común y temida, responsable de más de 900.000 infecciones anuales en Estados Unidos, con aproximadamente 150.000 hospitalizaciones, de acuerdo con la American Lung Association. Además, las neumonías adquiridas en el hospital o en centros de atención médica suelen ser más severas porque pueden estar originadas por bacterias resistentes a múltiples antibióticos y porque afectan a pacientes ya debilitados. La neumonía por aspiración se presenta cuando entran alimentos, líquidos o vómitos en los pulmones y es habitual en personas con alteraciones neurológicas, consumo excesivo de alcohol u otros problemas en el reflejo deglutor. Las infecciones virales, en particular las causadas por el virus del COVID-19, también pueden derivar en formas graves. ¿Quiénes están más expuestos a la enfermedad? El aumento de la edad incrementa la incidencia y gravedad de la neumonía (Freepik) El riesgo de desarrollar neumonía aumenta en diversos grupos: niños pequeños, adultos mayores de 65 años, fumadores, personas con enfermedades crónicas cardíacas, pulmonares, hepáticas o renales, personas inmunocomprometidas y pacientes con diabetes o sin bazo funcional. También están expuestos quienes permanecen internados largos períodos o requieren ventilación mecánica. La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y la National Foundation for Infectious Diseases subrayan que el riesgo para adultos sanos crece con la edad, debido al debilitamiento natural del sistema inmunológico. Cuál es el tratamiento de la neumonía La consulta médica temprana ante síntomas respiratorios permite un mejor tratamiento y pronóstico (Freepik) El manejo depende del agente etiológico y el perfil del paciente. Las neumonías bacterianas suelen tratarse con antibióticos específicos de acuerdo al microorganismo y sensibilidad, mientras que las neumonías virales no responden a estos medicamentos, aunque pueden requerir antivirales en ciertos casos, como en la gripe o COVID-19. El tratamiento incluye reposo, hidratación, control de los síntomas y, en situaciones graves, hospitalización. Para infecciones fúngicas, se administran antifúngicos. La adherencia al tratamiento indicado es fundamental para evitar recaídas y prevenir complicaciones, y siempre debe ser supervisado por personal de salud. Cómo puede prevenirse la neumonía Vacunarse es una de las estrategias más efectivas para reducir el riesgo de neumonía grave (Imagen Ilustrativa Infobae) Especialistas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria recomiendan medidas preventivas en función de la edad y factores de riesgo. La vacunación es la estrategia más eficaz para reducir la incidencia y gravedad de la neumonía. Existen vacunas antineumocócicas, antigripales y contra COVID-19 incluidas en los calendarios de vacunación para niños pequeños, adultos mayores y personas con comorbilidades. Desde 2024, Argentina incorporó además la vacuna contra el virus sincicial respiratorio para mayores de 75 años y para embarazadas entre las semanas 32 y 36 de gestación. Otras recomendaciones son sostener la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida, evitar el tabaquismo, mantener ambientes ventilados y limitar el hacinamiento. El lavado frecuente de manos también resulta fundamental para disminuir la transmisión de agentes respiratorios. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, junto al refuerzo de las campañas de inmunización, pueden disminuir las complicaciones y la mortalidad por neumonía, de acuerdo con los datos recogidos por The American Lung Association y la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
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