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» Notife
Fecha: 10/11/2025 21:50
En la mañana del 23 de agosto de 2017, Emely Peguero, una adolescente de 16 años que cursaba un embarazo de cinco meses, salió de su casa en el municipio de Cenoví, en República Dominicana, para hacerse unos estudios médicos, pero nunca volvió. Ese mismo día, su familia, alertada por su ausencia, realizó la denuncia ante la policía. Más de una semana después, su cuerpo fue encontrado en el interior de una valija, en una zona montañosa de la localidad de Cayetano Germosén. La noticia conmocionó al país y se inició un intenso operativo para dar con los culpables. El femicidio de Emely fue uno de los 153 crímenes contra mujeres que se llevaron a cabo entre enero y agosto de ese año, una cifra escalofriante. Puede interesarte La desaparición y los sospechosos En cuanto la policía comenzó a investigar la desaparición, la primera sospecha se posó directamente en el novio de Emely, Marlon Martínez, ya que había sido la última persona que la había visto con vida. En ese momento, el chico tenía 19 años y en su declaración ante las autoridades no dio una versión clara de los hechos. A su vez, se sumaba un factor clave: era hijo de Marlin Martínez, una funcionaria pública con vínculos políticos fuertes. Durante los primeros días, la fiscalía trató de reconstruir los últimos pasos de Marlon en las horas posteriores a la desaparición de Emely. Gracias al registro de las cámaras de seguridad, lograron detectar movimientos de un vehículo vinculado a él. Además, se recuperaron registros de llamadas que fueron de interés. Emely Peguero tenía 16 años y estaba cursando un embarazo de cinco meses cuando fue asesinada. (Foto: gentileza RC Noticias) En particular, hubo un punto que llamó la atención: poco antes de que se perdiera el rastro de la joven, Martínez alquiló un departamento temporal. Los investigadores tenían la hipótesis de que algo podía haber sucedido en ese lugar con la chica, pero no tenían las pruebas para demostrarlo. Mientras tanto, Marlin dio varias entrevistas a los medios locales para sostener la inocencia de su hijo. “En ningún momento mi hijo y yo le dimos espalda a la situación, ella era parte de nosotros y era la novia de mi hijo”, sostuvo la mujer. Y sumó: “Le pido a cualquier persona que haya visto a Emely, que otorgue la información a los medios, porque lo único que queremos es que se esclarezca el caso”. Tras una semana de intensa búsqueda, los efectivos policiales encontraron una valija abandonada en un monte de Cayetano Germosén. En su interior, estaba el cuerpo de Emely Peguero. Poco después, la autopsia determinó que la adolescente murió por un aborto inducido y los múltiples golpes que tenía en todo el cuerpo. Inmediatamente, la Justicia dominicana detuvo a Marlon Martínez como el principal sospechoso. Dos días más tarde, su madre, Marlin, también fue arrestada, ya que según las pericias, el crimen y posterior ocultamiento del cuerpo demandaban la participación de más de una persona. Puede interesarte Un plan macabro Tras la detención, Marlon quedó imputado por homicidio, mientras que su madre fue acusada de encubrimiento. Mientras tanto, la investigación avanzó con la presión de los medios y una sociedad que estaba desesperada por respuestas y una condena justa. El femicidio de Emely no sólo impactó por la brutalidad de su asesinato, sino porque se trataba de una chica menor de edad que estaba con un embarazo avanzado. Marlon y Marlin Martínez fueron los acusados por el femicidio de Emely Peguero. (Foto: Noticias RNN) Entre septiembre de ese año y mediados de 2018, se recolectaron testimonios de vecinos, empleados del edificio donde Marlon alquiló el departamento y se consultó con peritos informáticos por el análisis de los celulares de los sospechosos. De esta manera, los investigadores lograron desmantelar un plan macabro: Marlon organizó minuciosamente el paso a paso para lograr que Emely se realizara un aborto en contra de su voluntad. Previamente, ya habían discutido el tema de avanzar o no con el embarazo, pero ella había optado por la maternidad. Se comprobó además que planeó la destrucción de las pruebas y el ocultamiento del cuerpo. Marlin, la mamá del principal acusado, colaboró con recursos, dinero y logística para encubrir el crimen. Marlon Martínez en el juicio por el femicidio de Emely Peguero. (Foto: Listín Diario) La hipótesis principal de la fiscalía era que Marlon necesitaba que Emely “desapareciera” para que el embarazo no avanzara, ya que no quería que su familia se viera expuesta en su joven paternidad y buscaba evitar perjudicar la carrera política de su madre. El juicio oral se llevó a cabo entre octubre y noviembre de 2018, en donde se expusieron estos argumentos y se presentaron los peritajes médicos, tecnológicos y los testimonios de los testigos. Finalmente, el 7 de noviembre, el Segundo Tribunal Colegiado de la provincia de Duarte, resolvió declarar culpable a Marlon Martínez por homicidio voluntario, aborto y ocultamiento de cadáver, y lo condenó a 30 años de prisión. Por su parte, Marlin Martínez fue sentenciada a 5 años por complicidad y encubrimiento.
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