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  • COP30 en Brasil: la búsqueda de una recaudación frenética de fondos marca el inicio de la cumbre

    » Misionesparatodos

    Fecha: 10/11/2025 18:22

    Más de 190 países participan de la mayor reunión climática anual, que comenzó oficialmente este lunes 10 de noviembre en Belém, Brasil, la puerta de la Amazonía. El encuentro, marcado por la ausencia de EE. UU., servirá para discutir la hoja de ruta para recaudar 1,3 billones de dólares anuales hasta 2035 para favorecer la conservación y la transición energética, así como la propuesta de Brasil del Fondo Bosques Tropicales para Siempre. La ceremonia de apertura fue liderada por el presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, quien hizo una defensa del Acuerdo de París y llamó a plantear objetivos climáticos más "ambiciosos". "Nos movemos hacia el lugar correcto, pero a una velocidad inadecuada", aseguró el presidente, antes de exhortar al auditorio a "superar la dependencia de los combustibles fósiles". La cumbre climática de la ONU, que se extenderá hasta el 21 de noviembre, acogerá a más de 50.000 participantes de casi 200 países y más de 170 gobiernos. La cooperación financiera global está en el centro del debate. El secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Simon Stiell, vaticinó este lunes "estancamiento e inflación" para "quienes se queden al margen de la acción climática". Stiell focalizó las prioridades de la lucha climática en los combustibles fósiles, financiación y la adaptación al cambio climático. "Es esencial obtener resultados sólidos y claros en todas estas cuestiones", sostuvo, antes de insistir en que "los planes sin financiación no pueden alcanzar su pleno potencial". En la misma línea, el presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, dejó entrever uno de los objetivos de la cumbre: el aumento de la recaudación para los objetivos climáticos. Así, llamo a "hacer efectivos" los acuerdos de la reunión del año pasado en Azerbaiyán, donde los participantes se comprometieron a recaudar progresivamente hasta 1,3 billones anuales hasta 2035 para amortiguar el cambio climático, de los cuales solo se han alcanzado 300.000 millones. Brasil y Azerbaiyán han compartido a los asistentes a las COP30 la Hoja de Ruta de Bakú a Belém, un plan para alcanzar la totalidad del importe, partir de un fondo que se nutrirá del erario de los firmantes, así como de aportaciones de empresas privadas, bancos y otras entidades. El texto incluso propone gravar la moda de lujo, la tecnología y los productos militares. "Si los hombres que hacen la guerra estuvieran en la COP30 sería mucho más barato establecer 1,3 billones de dólares anuales para acabar con el problema del clima, que 2,7 billones para hacer la guerra como hicieron el año pasado", indicó Lula en alusión a los recursos destinados a los conflictos armados globales en 2024. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) pidió "acción urgente" en la antesala de la cumbre. En un comunicado, advirtió que los planes nacionales de acción climática (NDC) "siguen siendo insuficientes y que los compromisos financieros son débiles". Cooperación internacional para un fondo común Brasil llega a la COP con un proyecto inédito al que ha llamado el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés), pensado como una evolución del modelo de donación en temas ambientales, sustituido por inversiones a largo plazo que en cualquier caso potencien la preservación de los bosques tropicales. El TFFF busca conservar más de 1.000 millones de hectáreas de selvas tropicales mediante inversiones de hasta 125.000 millones de dólares. Inicialmente, Brasil busca recaudar 25.000 millones de dólares en la COP para reinvertirlos en una cartera diversificada de bonos de alto rendimiento, generando retornos anuales estimados en 4.000 millones de dólares. Los Estados con bosques tropicales que se adhieran al TFFF deberán presentar informes anuales verificables que comprueben la conservación forestal, con monitoreo vía satélite. Brasil, que ya realiza este seguimiento a través del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), puede servir de modelo para otras naciones. Al menos el 20% de los pagos realizados con este fondo se destinará a pueblos indígenas y comunidades locales. Más de medio centenar de países respaldan la gran apuesta del Gobierno de Lula da Silva en la COP, en un momento en el que importantes tratados medioambientales —como el Acuerdo de París— sufren el varapalo de la Casa Blanca, que se ha desvinculado por órdenes de Trump. "El presidente Trump no pondrá en peligro la seguridad económica y nacional de nuestro país para perseguir objetivos climáticos vagos que están matando a otros países", destacó el pasado viernes 7 de noviembre Taylor Rogers, portavoz de la Casa Blanca, en un comunicado que confirmaba que EE. UU. no enviaría a ningún representante de alto nivel a la cumbre. El gran ausente El desplante de Donald Trump a la cumbre climática de la ONU convirtió el encuentro de líderes previo a la COP30 en un escenario donde el republicano ausente fue protagonista. Los enviados especiales de India y China asumieron compromisos para dejar en evidencia la inacción estadounidense y los países más afectados por la crisis climática demandaron medidas concretas para garantizar su subsistencia. Mandatarios de la región no solo condenaron la ausencia de EE. UU., el segundo emisor de gases contaminantes en el mundo (solo superado por China), sino la retórica negacionista de Trump, quien semanas atrás, durante la Amable general de la ONU, definió las energías verdes como "un bulo de malintencionados" y al cambio climático como “la mayor estafa de la historia”. El presidente colombiano, Gustavo Petro, afirmó en el encuentro previo de los líderes de la COP que "Trump está equivocado", ya que, recordó: "la ciencia alumbra el colapso si Estados Unidos no se mueve hacia la descarbonización de su propia economía". Gabriel Boric, presidente de Chile, también repudió al republicano su discurso contra la agenda verde. "Trump dijo en la ONU que la crisis climática no existe y eso es mentira". Este lunes, Lula da Silva no se refirió explícitamente a la ausencia del líder de la Casa Blanca, a quien había invitado personalmente a Belém. Eso sí, hizo un llamado a imponer en la COP30 "una nueva derrota a los negacionistas". Por María Clara Calle Aguirre-France24

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