Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • La gota de agua

    Parana » AIM Digital

    Fecha: 09/11/2025 21:25

    La gota desaparece pero el agua permanece cuando la gota cae el mar. Que desaparezca o permanezca depende si nos ubicamos en el punto de vista de la gota de agua o en el del agua de la gota. La tercera estrofa de las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, uno de los poemas señeros de la lengua castellana, comienza: "nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir". La vida se asimila a los ríos y el mar a la muerte porque en él se pierde el agua de los ríos. Pero al mismo tiempo, el mar puede figurar el absoluto que es la unidad de todas las vidas. Según la física, una gota es un trocito de materia rodeada por la tensión superficial del agua, que le da forma y la contiene. Cuando cae al mar, la tensión desaparece pero el agua conserva su naturaleza. Las moléculas de agua ubicadas en la superficie de la gota son atraídas al interior por las demás moléculas, pero con mucho menos fuerza por el aire hacia el exterior. Esa diferencia forma el “pellejo” de la gota y mantiene su forma y tamaño. Esto puede trasladarse al individuo, la gota humana, y a su temor a la muerte, a desaparecer. Es un relato literario que está en casi todos los pueblos tradicionales del mundo, que lo han desarrollado de diversas maneras, pero en todos los casos alude a la vida y a la muerte. El individuo sabe que va a morir pero no le sirve saber, quisiera ser eterno conservando su individualidad. Nadie se puede pensar como no existiendo, es imposible vivir la muerte. La gota no puede seguir siendo gota después de caer al mar. El temor a la muerte está relacionado con la sensación de que somos más la gota de agua que el agua de la gota. Cuando se pierde en la enormidad del mar, la gota desaparece pero el agua de la gota no, al contrario, experimenta una ampliación enorme a pesar de seguir siendo la misma. Perderse en el infinito es lo que las tradiciones sapienciales de todo el mundo llaman realización, el fin último de todos los seres. Para los individuos envueltos en su personalidad semejante perderse es abandonar un saco de tensiones que contiene todos los límites, los sufrimientos y las satisfacciones y enfrentar la aniquilación. La eternidad se vive aquí y ahora, porque el aquí y el ahora contienen toda la realidad. El pasado fue, es un recuerdo que está en presente; el futuro será, es una proyección del presente donde está. El instante presente contiene sin resto toda la realidad, él es la eternidad. Rabindranat Tagore, poeta bengalí, sacó una conclusión de estos puntos de vista: La vida nos ha sido dada, y sólo se merece dándola. De la Redacción de AIM.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por