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  • El termómetro de los hinchas en la llegada de los pilotos a Interlagos, con un claro ganador

    » La Capital

    Fecha: 09/11/2025 15:55

    Los pilotos recibieron ovaciones, cariño, tenues aplausos y hasta indiferencia al arriba a Interlagos para correr el GP de Brasil, con claros favoritos Lewis Hamilton, rodeado de seguridad, se arrimó a la vallas del paddock de Interlagos para firmar autógrafos. Un poco antes de las 9 llegó el más madrugador y enseguida lo fueron siguiendo todos. El arribo de los pilotos a Interlagos mostró claramente favoritos y no tanto. Y hubo un claro ganador, no solo en las preferencias sino en la intensidad de las mismas: Lewis Hamilton . Franco Colapinto estuvo en el podio. Mucho público se fue agolpando en la puerta del ingreso al paddock, hasta donde llegaban las camionetas con vidrios polarizados que traían a los pilotos. Identificados con un sticker verde, algunos de ellos venían con apoyo y la mayoría con seguridad. Unos pocos, con mucha seguridad. Sin dudas, uno de ellos fue Hamilton, rodeado por varios hombres de seguridad que no le perdían pisada. Max Verstappen fue el otro en el mismo nivel, pero la diferencia entre ellos fue que el inglés se arrimó a las vallas para saludar, sacarse fotos y firmar autógrafos. También en la locura que generó apenas bajó de la camioneta negra. Siempre empilchado de primera, Hamilton lucía una casaca con una enorme bandera de Brasil en la espalda. En cambio, a Max prácticamente lo empujó su custodia para seguir camino, saludó tibiamente y rápido recorrió los 30 metros desde el portón al ingreso a la zona de los hospitality. Con la vigía de su papá, Jos. >>Leer más: Con un Alpine reparado, Franco Colapinto no pudo ponerlo a la altura de Pierre Gasly y larga atrás Detrás de Lewis Hamilton, Franco Colapinto Un escalón abajo de Hamilton estuvo su compañero Charles Leclerc, muy requerido sobre todo por las mujeres. También el monegasco les dedicó tiempo. Y por supuesto, esa misma pasión envolvió al arribo de Colapinto, uno de los últimos en hacerlo. Al final, no llegó con la camiseta de Boca como prometió en el día del superclásico, pero la mañana estaba fresca y prácticamente todo el mundo tenía un abrigo puesto. Con la misma pilcha un ratito antes arribó su compañero Pierre Gasly, no muy requerido pero amable para satisfacer los pedidos. El que llegó con camiseta de mangas cortas fue Oliver Bearman. Lo aplaudieron mucho los torcedores porque lo hizo con la número 7 de la selección brasileña de Ronaldo. Se quedó todo el tiempo que le pidieron firmando autógrafos y sacándose selfies. También George Russell fue uno de los más simpático, como Kimi Antonelli y lo mismo Yuki Tsunoda, aunque la figura del japonés aparece totalmente desdibujada. Mientras que Fernando Alonso también fue ovacionado, pero paró muy poquito su camino. Y sí lo hizo Gabriel Bortoletto, con la frescura y la inocencia de su primera vez en Brasil, aunque tampoco generó locura. Sí el deseo de que le vaya bien el domingo, luego del porrazo del sábado. >>Leer más: Franco Colapinto: un prólogo excelente, un intermedio amargo y un domingo para recuperar En el otro extremo, un claro ganador En el otro extremo de las preferencias, arriba de todos en el podio estuvo Lance Stroll. Pasó totalmente desapercibido y encima entró con capucha puesta, como por otra parte se lo vio en el paddock. Nadie le pidió nada ni le djjo "buen día". Los pilotos de Racing Bulls tampoco ganaron simpatías, sobre todo Liam Lawson, que de todas formas algunas selfies se sacó. MIentras que Isack Hadjar apenas paró, lo mismo que Carlos Sainz. El compañero del español, Alex Albon, fue el primero en llegar antes de las 9, con capucha porque garuaba mucho y saludó a quienes se lo pidieron. Mientras que el "no" piloto, el jefe de Mercedes Toto Wolff, sí fue bien requerido y se prestó a las fotos. El agua en forma de garúa ininterumpida, cayó desde la medianoche del sábado hasta prácticamente la hora en que llegaron los pilotos. El sol empezó a asomar tímidamente entonces entre los espesos nubarrones empeñados en protagonizar el Gran Premio de Brasil. Los verdaderos ya están en tiempo de descuento. A las 14, se larga.

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