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» Diario Cordoba
Fecha: 09/11/2025 09:51
Los recursos tienen hoy en día un valor incalculable. Y en la construcción, un área en la que soportan tanta demanda, tan importante es darles un uso como encontrarles un segundo destino cuando las edificaciones encaran el fin de su vida útil, con el objetivo de crear un modelo productivo más sostenible y circular. Esta cuestión fue protagonista del encuentro 'La creación de valor a través de la economía circular en el final de vida de instalaciones y edificaciones', organizado el pasado 30 de octubre por EL PERIÓDICO, El Periódico de España, ‘activos’ y Prensa Ibérica, grupo editor de dichas publicaciones. Las jornadas, patrocinadas por AECOM, consultora global de infraestructuras, Saint-Gobain, fabricante vidriero, y Surus, empresa encargada de maximizar el valor de los activos de usuarios y empresas, contaron con la participación de numerosos profesionales del sector. A modo de apertura del evento tomó la palabra Alberto García-Blanco, Responsable de Sostenibilidad de Saint-Gobain España, que remarcó durante su intervención la visión de la compañía. «Queremos demostrar que el final de la vida de una infraestructura puede ser el principio de una nueva oportunidad», destacó García-Blanco, dando inicio al evento. Por su parte, la encargada de realizar la intervención institucional fue María Teresa Verdú Martínez, directora General de Agenda Urbana y Arquitectura del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. Durante su intervención remarcó la necesidad de espacios como este, «para que empresas y administraciones compartamos ideas, experiencias y soluciones». «Durante décadas nuestra economía ha funcionado con un esquema muy simple: extraer, fabricar, consumir y desechar. Este esquema impulsó el crecimiento, pero también el agotamiento de recursos, energía y equilibrio en nuestro planeta», destacó. Cambio de paradigma A continuación llegó la primera mesa redonda, moderada por César Asensio, director de Medio Ambiente y Energía de AECOM en España, que destacó el cambio desde la metodología lineal en la construcción y demolición de edificios para adoptar un modelo circular, «para identificar la segunda vida que pueden tener los materiales y los activos». «Por eso estamos poniendo la circularidad en el centro de la toma de decisiones», afirmó. El primer ponente en tomar la palabra fue Rubén Encinas, HSEQ medio ambiente corporativo en Moeve, que recordó el primer aniversario del cambio de Cepsa a Moeve. «Como sabéis, en 2022 comenzamos la desinstalación de la refinería de Tenerife», recordó Encinas, mostrando un ejemplo práctico de fin de la vida útil de una instalación, en este caso petrolífera, como el primer proyecto de esta magnitud a nivel nacional. «En este tipo de proyectos, lo más importante es crear un equipo multidisciplinar en colaboración con las distintas administraciones. La transición a un mundo sostenible, de manera individualizada, no se puede hacer», sostuvo. Por su parte, Beatriz Arranz, doctora en Arquitectura y profesora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPM, aportó la visión más académica en la cuestión. «En el marco de arquitectura bioclimática y medio ambiente, hemos dado una vuelta el último año y hemos incorporado un componente de circularidad bastante importante», recordó. «El enfoque de la construcción puede abordarse desde la perspectiva de la minería urbana, o la otra opción, en la que tiene que ver más el arquitecto, que consiste en plantearlo desde la fase inicial del proyecto. Eso implica un cambio de paradigma, a enfocar el edificio como un banco de materiales», subrayó Arranz. A continuación intervino Virginia Hernández, arquitecta en Estudio Lamela, enfocándose en el papel de las auditorías en el proceso de reaprovechamiento de materiales. «Es imprescindible, porque antes veníamos de hacer edificios en solares vacíos, y eso ya no está ocurriendo así», declaró. «Necesitamos este auditor que sea experto en materiales y en técnicas, porque los arquitectos tocamos muchos palos, pero no somos expertos en ninguno de ellos», apostilló Hernández. Por su parte, Ignasi Cubiñá, chief strategy and sustainability officer en Grupo Construcía, hizo una reflexión en retrospectiva. «El concepto del edificio como banco de materiales lo popularizó un libro a finales de los 90, que sostiene que, en los últimos 100 años, el patrimonio arquitectónico a nivel global se ha devaluado», declaró. «Nosotros siempre decimos que, en la cuestión de la circularidad necesitamos incentivos, públicos y privados, de carácter financiero», reclamó. Finanzas sostenibles A continuación tuvo lugar la segunda mesa de debate. Moderada en esta ocasión por Beatriz Alonso, directora de Sostenibilidad de Surus, con el papel la economía circular como factor de aumento de la competitividad empresarial en el centro. La primera en intervenir fue Encarna Mateos Tejedor, directora de calidad y medio ambiente de Sacyr. Mateos recordó que Sacyr comenzó a definir su política de sostenibilidad circular en 2021. «A nivel de compañía, tenemos marcado que el 80% de nuestros recursos tienen que ser reutilizados o reciclados. En nuestro más de 400 contratos, aterrizamos dicha estrategia a través de nuestro plan de residuos cero», sostuvo Mateos. Ramón Sendra, director de ventas para Iberia, África y Oriente Medio de OTIS, destacó la importancia de la circularidad en su empresa, líder en el sector de los ascensores a nivel mundial. «En todo el proceso de fabricación de los ascensores, aplicamos criterios de circularidad, con tecnología que permita alargar su vida útil, incluyendo en la selección de proveedores criterios como el impacto ambiental», declaró Sendra. «Para nosotros dar una segunda vida útil a esos edificios antiguos es fundamental», apostilló. Después llegó el turno de Paula Sánchez, CEO de Cocircular, una startup de gestión de residuos. Su labor consiste en la medición de la trazabilidad de un residuo usando la Inteligencia Artificial (IA), lo que según Sánchez permite «ahorrar costes en una media del 25% a las empresas». «Acompañamos a las empresas para que puedan implementar una economía circular desde una lineal», añadió. Desde el prisma financiero llegó el turno de la intervención de Deogracias Rafael Bonoha Díaz, director de Real Estate Finance de ING. Sostuvo que, para ING, la sostenibilidad es «una estrategia». «Nuestro objetivo no es solo reducir nuestra huella de carbono, sino que también creemos que hay oportunidades económicas en la sostenibilidad. «En la financiación de un activo, existe la obligación de mantener el estatus verde. Precisamente porque, en caso de que no se mantenga, podemos desclasificar esa financiación que al principio dijimos que era verde. Y hay un gran problema de reputación ahí», remachó. A renglón seguido, fue Amaia Bengoechea, directora de Sostenibilidad en Ilunion Facility Services, la encargada de desarrollar el impacto social que puede generar el fin de la vida útil de los activos. «Cuando valoramos una oportunidad de negocio, equilibramos el beneficio económico y la creación de valor social», declaró. «Entendemos la creación de valor social como la transformación de la vida de las personas», defendió, antes de anunciar que, desde 2025, Ilunion ha rehabilitado más de 400 equipos eléctricos reacondicionados a través de un equipo formado por personas con discapacidad. Empujar para avanzar Para finalizar el evento, la intervención de clausura corrió a cargo de Iris Roldán, directora editorial de la revista Corresponsables. Comenzó su intervención celebrando que se presentaron 900 proyectos de 13 países en los Premios Corresponsables de buenas prácticas de sostenibilidad. «En tiempos en los que la sostenibilidad se ve cuestionada por discursos negacionistas, hay una certeza permanente, y es que cada vez que la sociedad retrocede un paso, miles de personas y de organizaciones empujan para avanzar», reflexionó Roldán.
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