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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 09/11/2025 04:10
El sábado, la ciudad se transformó en la capital argentina de las dos ruedas. Miles de personas vivieron una jornada donde la pasión por las motos se mezcló con adrenalina pura, gastronomía y un gran espectáculo. Crédito: Contrafoco.ar La Costanera de Gualeguaychú vive un fin de semana diferente, una "invasión" de motos da vida a una ciudad que se añoraba. El rugido de los motores se mezcló en plena tarde con cientos de personas que caminaban, miraban, señalaban y trataban de adivinar cuál era la "máquina" más fabulosa entre ese río de motos. Varones y mujeres, abuelos y nietas también disfrutaban de esa magia que parece atrapar cuando el sonido de un escape ronca profundo. No importaba la edad, no importaba si se sabía de cilindradas o motores. Todos estaban "enamorados" de ese espectáculo que cambió la tarde del sábado en Gualeguaychú. La ciudad entera se sumó a la fiesta Afuera de la Expo, ese mundo "motoquero" se confunde en una avenida Morrogh Bernard donde los restaurantes lucen repletos de clientes a plena tarde, una imagen gloriosa en época de vacas flacas. Las heladerías desafían a la temperatura otoñal, colmadas de gente y hasta grupos de estudiantes aprovechan para vender tortas y productos dulces y sumar fondos a sus viajes. Para donde se mirase se veían cascos en mano, chaquetas o chaleco bajo el brazo y celulares listos para registrar ese video o foto que documentaba la experiencia: escenas que se repiten por miles este fin de semana. Otra vez, el crepitar de una aceleración salió desde el frente de la plaza Almeida y otras motos que llegaban respondieron desde los alrededores tapizados de "máquinas". En la puerta, la fila larga para entrar generaba expectativas y acrecentaba la adrenalina. Dentro del paraíso motoquero El rápido ingreso permitió descubrir otro "mundo" lleno de sorpresas. Una muy especial es la que ya tiene lista la repostera Daniela Cabrera: una torta de 1 metro de altura, réplica de la moto de Emilio Scotto, aventurero y escritor que llegó a la Expo para presentar otro de sus libros. El lateral de los galpones fue un mundo random, con capas y texturas. Motos de colección, indumentaria y accesorios para los vehículos, seguros y asistencia para las motos. No faltan las autopartes, ni los encuentros de fanáticos en San Juan o Ushuaia presentes para atraer a otros "locos por las dos ruedas". La muestra continúa dentro de los galpones con las principales marcas del mundo, con puestos dedicados exclusivamente a comercializar modelos que muchas veces no están en las concesionarias, repuestos, elementos de seguridad, accesorios especiales, cascos de diseño e instrumentos de tecnología. Los stands sumaron metros, tienen pantallas LED e iluminación junto a un diseño de vanguardia, demostrando que se hizo una gran inversión de parte de los empresarios. A diferencia de años anteriores, los pasillos de la muestra también ganaron en amplitud y el caminar se hizo más fluido. Adrenalina a pleno En una Expo que ganó en metraje, las actividades conexas ganaron protagonismo. Se montó una pista Off Road que combinó la destreza con el desafío de probar la moto en terreno con maderas, planos inclinados y hasta un tobogán inflable gigante, donde algunos pilotos experimentados demostraron sus habilidades ante el asombro del público. Pero el espectáculo más electrizante llegó desde el río. Motos de agua y jet ski competían en carreras con obstáculos y giros cerrados que fueron la atracción estrella. Drones, videos y fotos capturaron cada salto, cada giro imposible, cada salpicadura de un show que dejó a todos con la boca abierta. Y cuando la adrenalina pedía un respiro, el amplio patio de comidas en el sector detrás de los galpones fue el refugio perfecto para descansar, tomar algo o comer una buena hamburguesa mientras se comentaban las mejores escenas del día. Gualeguaychú vibró, rugió y aceleró a fondo. La Expomoto cerrará este domingo superando la idea de ser "una muestra" de motos para transformarse en "una experiencia".
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