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  • Cristina negocia en secreto con Karina Milei los pliegos para las vacantes de la Corte Suprema

    Parana » APF

    Fecha: 07/11/2025 11:30

    El peronismo y LLA hacen la misma cuenta: juntos, en el Senado, tienen los dos tercios para aprobar cualquier pliego. Sergio Massa se suma a la negociación. El rol de Anabel Fernández Sagasti y Juan Martín Mena. Karina reemplaza a Santiago Caputo en la interlocución. viernes 07 de noviembre de 2025 | 11:17hs. “¿Sabes cuántos son ustedes? ¿Y nosotros? ¿Y cuánto da si lo sumamos? Sí, 48. Podemos hacer cualquier cosa”. El diálogo entre un peso pesado del peronismo con un delegado de Casa Rosada ocurrió apenas unos días después de la victoria electoral de La Libertad Avanza. Cristina Fernández de Kirchner, pese a la derrota, percibió rápido que se abría una ventana de oportunidad única: negociar el futuro de la Corte Suprema con Javier Milei como único interlocutor. Juntos, LLA y el peronismo, tenían los dos tercios del Senado para avanzar con cualquier pliego. No necesitaban de nadie más. Las conversaciones con Karina Milei ya comenzaron. Son charlas subterráneas, concentradas en unos pocos interlocutores que tienen la autorización de la expresidenta: la senadora Anabel Fernández Sagasti y el ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena. No son los únicos, sin embargo, ya que en los últimos días Sergio Massa también comenzó a querer intervenir en la negociación. Y CFK le presta el oído. Massa impulsa al juez de Comodoro Py, Ariel Lijo, cuyo pliego fue rechazado en el Senado a principio de año, luego de que fracasaran las primeras negociaciones del kirchnerismo con Santiago Caputo. Antes de que explotara el acuerdo, sin embargo, Lijo había dedicado varios meses a juntar los votos que necesitaba para aprobar su pliego, y los consiguió. Al menos brevemente. Ya que, a diferencia de Manuel García-Mansilla, el candidato más alineado ideológicamente con el Gobierno, Lijo había conseguido el apoyo más importante de todos: el de los gobernadores peronistas. Ahora, este apoyo vuelve a ser crucial. Porque no está solo Massa detrás de su postulación, sino que también están Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, y Gildo Insfrán, gobernador de Formosa. La expresidenta deja correr las conversaciones, aunque no termina de adelantar postura: no son pocos los propios que se muestran dubitativos frente a la designación. Por dos motivos. Por un lado, el rechazo a acompañar un pliego que ya se rechazó en el Senado. “Ya voté en contra de Lijo este año, ¿por qué votaría a favor ahora?”, advierte un senador camporista. Pero la mayor objeción viene por otro lado, que la propia CFK intentó impulsar en su momento, pero fracasó. Entonces, ¿por qué poner a Lijo, que responde a Ricardo Lorenzetti, cuando se puede poner a uno propio? “Tenemos que ser como los norteamericanos. Que ellos pongan a su hijo de puta y nosotros ponemos a nuestro hijo de puta. O hija de puta”, señala otro importante senador peronista. Traducido: si existen dos vacantes en la Corte Suprema, ¿por qué aceptar que los dos nombres los ponga el Ejecutivo? ¿Por qué no poner a una candidata propia? El dato de género no es casual. Desde la jubilación de Elena Highton en 2021 que la Corte Suprema está integrada exclusivamente por varones: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Lorenzetti. CFK quiere designar a una mujer. Ya hay dos nombres en danza: Fernández Sagasti, senadora de La Cámpora del círculo chico de la ex presidenta, y María de los Ángeles Sacnún, ex senadora santafesina y una de las impulsoras de la reforma judicial durante el gobierno del Frente de Todos. Una nueva interlocutora Las negociaciones por los pliegos de la Corte Suprema se congelaron tras el rechazo histórico del Senado, pero las conversaciones nunca se cortaron del todo. Lo que sí cambió, en cambio, fue el interlocutor designado por el Gobierno. Y, con ello, el cariz de las negociaciones. Durante la primera etapa del gobierno de Milei, el encargado de encabezar las negociaciones fue Sebastián Amerio, el secretario de Justicia con el que Santiago Caputo le intervino el ministerio a Mariano Cúneo Libarona. Amerio negoció, a finales de 2025 y a principio de 2026, con Wado de Pedro como interlocutor del cristinismo. Hubo charlas y reuniones, pero el desenlace es conocido: el acuerdo falló porque, entre otros motivos, el Gobierno se negó a debatir los pliegos en una mesa de negociación más amplia, como pedía el peronismo. El objetivo del cristinismo era debatir no solo los pliegos, sino también la vacancia de la Procuración General de la Nación, que hoy ocupa Eduardo Casal de manera interina, y de varios juzgados nacionales. CFK planteó, a través del senador José Mayans, la posibilidad de ampliar la Corte Suprema a 7 miembros, de modo tal que ella pudiera poner a una candidata propia en la terna. Milei se negó, los pliegos se cayeron y Caputo quedó como el responsable del fracaso de la estrategia judicial. En el último mes, Amerio retomó el diálogo con Mena para comenzar a discutir de nuevo los pliegos. Pero, en el medio, el escenario cambió: Karina Milei comenzó a limitar el ámbito de influencia de Caputo en el Gabinete y, de un golpazo, desplazó a Amerio de las negociaciones. Aritmética anti Macri Si hubo un hilo secreto que siempre unió a Milei con CFK fue el judicial. Desde el boicot a la ley de Ficha Limpia hasta el mismo debate por las vacantes en la Corte Suprema. Como cuenta Pedro Lacour, no los une el amor, sino el espanto. Es decir: el temor a Mauricio Macri y el deseo de limitar su poder en la Justicia. “Es mejor cuando el PRO no se mete en estos temas. Siempre nos entendimos mejor con el peronismo”, admite un emisario de las Fuerzas del Cielo que hace la misma cuenta que, en el Senado, hace el peronismo: con 20 senadores de LLA y 28 senadores del peronismo, los dos tercios de la Cámara serán monopolizados por solo dos partidos. Una aritmética que dice solo una cosa: no es necesario negociar ni con Macri ni con la UCR para rearmar la Justicia. En el peronismo son ambiciosos. Más de uno desliza que, si Milei se anima, podrían hacerle un juicio político a los tres jueces de la Corte y rearmar, a piacere, toda la Corte Suprema de Justicia. Ganas no faltan. Si así lo desean, Milei y CFK pueden hacer cualquier cosa, publicó Diario.Ar. (APFDigital)

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