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» Diario Cordoba
Fecha: 05/11/2025 08:27
La segunda jornada del juicio de la supuesta secta sexual de Vistabella del Maestrat ha dejado una ronda más de testimonios estremecedores en la sala de la Audiencia Provincial de Castellón, al igual que sucedió en el primer día del juicio. Segundo día de vista oral Este martes ha sido el turno de otras dos víctimas, que han relatado episodios que vivieron dentro de la masía La Chaparra, que incriminan no solo al líder, el fallecido Tío Toni, sino a los acusados en este proceso (la responsabilidad del gurú espiritual se extinguió con su muerte). Momento del inicio de la segunda jornada del juicio, este martes en la Audiencia Provincial de Castellón, con los seis acusados en el banquillo. / Mediterráneo En concreto, han hablado hoy una joven de 31 años y otro chico de 27, ambos nacidos y criados dentro de la secta, tras la verja de la masia de los abusos, un lugar que analizó Mediterráneo cuando se conoció la operación en la que cayó la organización, cuyos miembros fueron detenidos en un despliegue impactante en el pueblo del interior de Castellón. Agredida y retenida a los 13 años La mujer ha contado que solo fue agredida una vez, pero ha relatado con detalle cómo fue aquella ocasión: "Yo tenía 13 años y me llevaron a la habitación de la abuela [la madre del Tío Toni, que ya había fallecido]. Había que subir un pasillo hacia la habitación de Toni, pero en un pasillito chiquitín a la derecha estaba la habitación de la abuela. Era un sitio para mí muy especial, porque yo tenía mucha relación con ella de niña y esto pasó cuando ya había muerto", ha comenzado explicando entre lágrimas la supuesta víctima de abusos. "Estaban mi tía, Toni y la mujer de Toni. Me hicieron desnudarme, yo dije que no pero me vi presionada, porque me dijeron 'tienes los ovarios mal'. Me pusieron en la cama, me hicieron abrirme de piernas y Toni me introdujo los dedos: empezó con uno y después, con dos. Yo me sentía superimpotente e intenté cerrar las piernas porque no me estaba cuadrando nada, pero entonces mi tía me sujetó las manos hasta que él acabó [de tocarme]. Estuvo una hora y media larga. Con una mano me metía los dedos y con la otra me tocaba los pechos", ha asegurado la joven, quien ha subrayado luego que la mujer de Toni "estaba en la puerta" para que no se pudiera "ir corriendo" de la habitación. "Pensaba que eso era normal y que yo era la rara" Después de esto, ha afirmado que evitó por todos los medios a Toni, pero que aun así pensaba que ella era "la rara". "Pensaba que era normal", ha incidido, y ha destacado que cuando se lo contó a otras personas cercanas, le contestaron que el gurú se lo había hecho seguramente "para sanarla". "Algo malo tendrías tú para que él te hiciera eso", ha dicho que le respondió otra de sus tías, también miembro de la secta. "Ha sido un destroce de vida totalmente", ha concluido esta joven, a quien Toni le decía que estaba "endemoniada". Un acusado encerró a un niño en un cuarto e intentó penetrarle La otra de las víctimas es un varón de 27 años, y contándolo a él ya han intervenido cuatro de los nueve perjudicados, en un juicio que va a tener once sesiones más. Este joven ha sostenido que el único hombre que está acusado en este juicio (las otras cinco acusadas son mujeres) lo encerró en una habitación y se puso sobre él. "Muchas veces, él durante el día me insinuaba ciertas cosas, hasta que un día fui a mi cuarto, él me acompañaba. Cerró la puerta y me empezó a explicar lo que él hacía con la gente homosexual, como tips para complacer a un hombre. Se me puso encima y empezó a hacer el acto de la penetración, yo me puse muy nervioso y lo aparté porque no me gustaba lo que estaba haciendo", ha contado la víctima, quien ha precisado que en ese momento tenía 15 años, mientras que su agresor era adulto. En su testimonio, el chico también ha incidido en que una vez Tío Toni lo masturbó y que más tarde se enteró de que el gurú era su padre. A pesar de haber contado esos episodios de carácter sexual no consentido, en una de las preguntas que se le han formulado no se ha reconocido como receptor de agresiones sexuales. "No he sido abusado sexualmente como tal, solo he tenido a [el acusado] encima intentando penetrarme", ha especificado el joven, que pasó en la secta toda su vida hasta los 18 años, en un lugar donde este tipo de situaciones estaban "normalizadas", como ya han relatado varios testigos y víctimas.
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