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» Elterritorio
Fecha: 05/11/2025 02:51
Camila Horczuk, influencer y animadora conocida por su estilo gauchesco, regresó a su ciudad natal para reencontrarse con familiares, amigos y seguidores. Contó cómo transformó el dolor y la adversidad en una historia de resiliencia y amor por la vida. martes 04 de noviembre de 2025 | 17:46hs. Camila Horczuk, popularmente conocida como “Gaucha Mala”, volvió a Santo Tomé, su ciudad natal, donde creció en el barrio Cerro. En una visita cargada de emoción, recordó sus comienzos, su historia de vida y el camino que la llevó desde el trabajo en la jardinería hasta convertirse en una reconocida figura en redes sociales. “Antes de la popularidad me dedicaba a cortar pasto, y pasé momentos muy duros, incluso intenté quitarme la vida. Hoy amo la vida”, contó con una sonrisa. Fiel a su estilo, Camila recita versos de amor y desarraigo en sus presentaciones junto al trovador Edgar Duarte, con quien recorre el país participando de peñas, festivales y jineteadas. Durante el fin de semana aprovechó su visita para reencontrarse con su gente y participar en entrevistas en los medios locales. “Soy de acá, me crié en el barrio Cerro. Tengo familia, mi madrina, primos y muchos amigos. Siempre quiero volver, y ahora que puedo, lo haré cada vez que tenga la oportunidad”, expresó emocionada. Una historia detrás del nombre El apodo “Gaucha Mala” nació casi por casualidad, a partir de un video humorístico en redes que llamó la atención del influencer Marquito Navajas. “Me dijo ‘qué gaucha mala’, porque estaba vestida de gaucha, y quedó. Pero hoy me dedico a difundir el chamamé y animar eventos; si tuviera que elegirme un nombre ahora sería ‘Gaucha Romántica’ o ‘Gaucha Poeta’”, bromeó. Entre viajes y escenarios Su presente está marcado por la intensidad del trabajo y los viajes. “No tengo rutina. Siempre surgen cosas nuevas: una jineteada en Virasoro, un evento en Mercedes, teatro en Buenos Aires o una gira con Edgar Duarte. Me encanta viajar, conocer gente y compartir”, contó. Con más de 229 mil seguidores en Facebook, 230 mil en TikTok y 125 mil en Instagram, Camila reconoce que ser influencer “no fue algo planeado”. Al principio combinaba las redes con su trabajo de cortar pasto, pero con el tiempo su crecimiento digital le permitió dedicarse por completo a la comunicación y la difusión cultural. Superación y propósito Horczuk habló sin filtros sobre las dificultades que atravesó. “Sufrí mucho. Llegué a tener un intento de suicidio. Pero Dios tenía un propósito para mí. Superé la depresión, y hoy amo la vida, amo a mi familia. Aprendí a estar sola, a ser independiente, y a disfrutar de lo que tengo”, reflexionó. Desde su experiencia, busca transmitir un mensaje de resiliencia y esperanza: “Todo se puede superar. Pasó poco tiempo desde que no quería vivir más, y hoy estoy sana, feliz, compartiendo lo que me gusta: el chamamé, la cultura y la vida misma.” Antes de despedirse, aseguró que siempre volverá a su pago, aunque lamentó no poder quedarse para el próximo festival: “Santo Tomé es mi lugar en el mundo, siempre me voy con el corazón lleno.” Una historia marcada por la violencia A comienzos de 2025, Camila hizo pública su separación y denuncia por violencia de género, difundiendo un video en el que se veía una agresión por parte de su expareja. “Eso no fue ni el 10% de lo que pasé”, escribió entonces. Tras ese episodio, decidió enfocarse en su familia, su trabajo y su bienestar emocional. Desde entonces, “la Gaucha Mala” se transformó en un símbolo de fortaleza y superación, inspirando a miles de seguidores que ven en ella una historia de renacimiento.
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