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Parana » ER 24
Fecha: 04/11/2025 23:16
DIEGO LARA: EL «INTOCABLE» QUE NADIE SE ANIMA A MOVER En Entre Ríos hay un nombre que sobrevuela cada discusión sobre control del gasto, cheques de la Legislatura y organismos que miran para otro lado: Diego Lucio Nicolás Lara. Ex intendente, ex diputado, hoy presidente del Tribunal de Cuentas. El funcionario ideal para un sistema que necesita auditores dóciles y memoria corta. Su trayectoria política no es un misterio: dos mandatos como intendente de María Grande (2003 y 2007), luego diputado provincial y finalmente designado por Gustavo Bordet como titular del Tribunal de Cuentas en diciembre de 2020. Todo prolijamente documentado. DE INTENDENTE A LA HOGUERA (LITERAL) En 2006, cuando era el jefe comunal de María Grande, vecinos lo denunciaron por la quema de más de mil libros de la biblioteca pública —entre ellos ejemplares del Martín Fierro. La prensa nacional y regional lo registró; y, ante el revuelo, Lara admitió que no controló la “selección” del material retirado, con lo cual “podrían haber sido quemados” libros en buen estado. ¿Eso es gestión cultural o rapiña simbólica? Que cada quien responda. Contratos truchos: cheques, ventanillas y silencio Años después, como legislador, estalló la megacausa de los contratos truchos. Distintas publicaciones —y denuncias formales— señalan a Lara y a su pareja por cobrar, personalmente, cheques destinados a terceros. Se habla de cientos y hasta de 546 pagos; los artículos muestran listados y vouchers bancarios. ¿El dato decisivo? Que el mismo Lara terminó presidiendo el organismo que debió escarbar hasta el último rastro de ese esquema. Y el silencio del control fue total. Estas acusaciones están publicadas y atribuidas a denuncias periodísticas y judiciales; si son falsas, que las desmienta con papeles y no con tribunas. × Buscar aquí InicioDiego Lara: el “intocable” que nadie se anima a mover Sin categoría Diego Lara: el “intocable” que nadie se anima a mover Nov 4, 2025 0 En Entre Ríos hay un nombre que sobrevuela cada discusión sobre control del gasto, cheques de la Legislatura y organismos que miran para otro lado: Diego Lucio Nicolás Lara. Ex intendente, ex diputado, hoy presidente del Tribunal de Cuentas. El funcionario ideal para un sistema que necesita auditores dóciles y memoria corta. Su trayectoria política no es un misterio: dos mandatos como intendente de María Grande (2003 y 2007), luego diputado provincial y finalmente designado por Gustavo Bordet como titular del Tribunal de Cuentas en diciembre de 2020. Todo prolijamente documentado. De intendente a la hoguera (literal) En 2006, cuando era el jefe comunal de María Grande, vecinos lo denunciaron por la quema de más de mil libros de la biblioteca pública —entre ellos ejemplares del Martín Fierro. La prensa nacional y regional lo registró; y, ante el revuelo, Lara admitió que no controló la “selección” del material retirado, con lo cual “podrían haber sido quemados” libros en buen estado. ¿Eso es gestión cultural o rapiña simbólica? Que cada quien responda. Contratos truchos: cheques, ventanillas y silencio Años después, como legislador, estalló la megacausa de los contratos truchos. Distintas publicaciones —y denuncias formales— señalan a Lara y a su pareja por cobrar, personalmente, cheques destinados a terceros. Se habla de cientos y hasta de 546 pagos; los artículos muestran listados y vouchers bancarios. ¿El dato decisivo? Que el mismo Lara terminó presidiendo el organismo que debió escarbar hasta el último rastro de ese esquema. Y el silencio del control fue total. Estas acusaciones están publicadas y atribuidas a denuncias periodísticas y judiciales; si son falsas, que las desmienta con papeles y no con tribunas. Busti, Urribarri, Bordet: la cadena de favores Lara creció al calor del PJ entrerriano: recuperó María Grande para el peronismo, fue diputado durante la hegemonía de Urribarri, y Bordet lo colocó al frente del Tribunal de Cuentas con acto y decreto. En 2015, ya integraba la zona de máxima influencia institucional presidiendo el Jurado de Enjuiciamiento. Vínculos sobran; controles, no tantos. IOSPER, Vialidad, Legislatura, Desarrollo Social: la auditoría que nunca llega Desde adentro y desde afuera se reprocha la parálisis selectiva del Tribunal bajo su mando. Denunciantes y dirigentes pidieron que se avance de oficio sobre IOSPER, Enersa/Vialidad, la propia Legislatura y los programas de Desarrollo Social durante la gestión Stratta. Incluso hay notas públicas que hablan de presiones a auditores y lentitud deliberada. ¿Qué hizo el Tribunal? Reuniones, fotos y modernización discursiva. La auditoría dura, la que duele, sigue esperando. La doble vara Cuando se trata de mirar hacia Santa Elena u otros municipios “incómodos”, la vara del Tribunal aparece afinada y moralista. Pero a la hora de meter la mano en las cajas provinciales históricas —las que alimentaron la matriz de los contratos y de los “créditos truchos”—, el organismo que preside Lara se vuelve un susurro. ¿Casualidad o diseño? Lo mínimo exigible Nadie pide heroísmos. Lo mínimo a un presidente del Tribunal de Cuentas es: Abrir los expedientes que comprometen a su propio pasado político. Publicar auditorías integrales sobre cheques, transferencias y beneficiarios de la Legislatura en los años calientes. Transparentar la actuación del organismo en IOSPER, Vialidad, Enersa y Desarrollo Social, con nombres, montos y resoluciones. Inhibirse allí donde corresponda por conflicto de intereses. No es revancha: es decencia básica. ¿Intocable? No: responsable El poder en Entre Ríos funcionó demasiado tiempo con auditores de la misma mesa chica. Diego Lara no es una excepción; es la regla. Su designación por Bordet, su historia con Urribarri y su rol actual sin controles efectivos no son “relatos opositores”: están en documentos públicos y en el archivo periodístico. Si la palabra “intocable” molesta, que la cure con actas, auditorías y sanciones. Eso movería, por fin, lo que nadie se anima a mover.
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