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Parana » ER 24
Fecha: 04/11/2025 23:15
El heladero del relato: Bahillo sirve “muy buena” derrota sabor contexto Juan José Bahillo salió a decir que, “en contexto”, el 35% del PJ entrerriano fue “de buena a muy buena elección”. Uno quisiera creer que fue un lapsus, pero el heladero del relato —dueño de una tradicional marca de helados y dirigente massista— parece haber mezclado sabores y proporciones: le puso contexto a una derrota histórica y lo presentó como si fuera crema americana artesanal. “No hay que dramatizar”, remató. El problema no es el dramatismo: es la matemática y la política. Un piso así no admite topping. En serio, ¿qué parte del fiasco provincial puede pasar por “muy buena” si el votante castigó con claridad un partido cerrado, sin internas reales, encapsulado en su propio eco y desconectado de la calle? La coartada del “viento nacional” suena a sprinkle de último minuto para disimular una falla de fábrica: mala gestión política. Bahillo bate fuerte el “contexto” para que la cucharada entre suave, pero el paladar social no miente. Cuando el PJ decide hablarse a sí mismo, la sociedad responde en la urna con un: “gracias, paso”. Tampoco ayuda el truco de convertir porcentajes nacionales en alquimia provincial. Podés ganar el país por ocho puntos y aun así perder de punta a punta en Entre Ríos. Eso no es un dato opinable; es una realidad electoral. Y si de realidades hablamos, el PJ entrerriano no cayó por arte de magia ni por el horóscopo: cayó por soberbia, opacidad y una dirigencia enamorada de su propio espejo. Lo de “muy buena” suena a agua congelada vendida como helado artesanal: refresca un rato, no alimenta a nadie. Bahillo, además, advierte que no acompañará una reforma jubilatoria basada en ajuste. Bien el título, pero ¿con qué músculo político se frena algo así si el partido sigue clausurado para la sociedad y reducido a un comité de amigos? El peronismo no se recompone con consignas; se recompone con credibilidad, apertura e internas de verdad. Lo demás es flyer. Hay un punto adicional que él mismo desliza y es una bomba de tiempo: si cuatro de cinco legisladores del oficialismo provincial responden más a la Casa Rosada que a la Casa Gris, Entre Ríos queda sin defensa propia en el tironeo Nación-Provincia. Si ese es el “contexto”, peor todavía: más razón para una oposición seria, con agenda productiva, controles y una ética mínima que no se negocie. Y sí, la corrupción —la real y la percibida— tiene costo electoral. No se barra bajo la alfombra con un “no dramatizar”. Lo honesto hoy sería una autopsia política sin metáforas: identificar errores, abrir el partido, convocar competencia leal, poner un plan de producción y empleo arriba de la mesa y blindarlo con transparencia. Lo demás es seguir sirviendo helado con alcohol y jurar que cura: endulza, marea y no arregla nada. Llamarle “muy buena” a esta derrota no es optimismo: es negar la realidad con una sonrisa de mostrador. Y el electorado, ya lo aprendimos, no compra humo.
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