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» Misionesopina
Fecha: 04/11/2025 16:39
Las ventas en los supermercados de Misiones mostraron señales mixtas que revelan un profundo reacomodamiento en los patrones de consumo. Mientras el volumen total de ventas logró frenar la tendencia negativa de los últimos meses, registrando una “estabilidad” interanual, el consumo de carne se desplomó un preocupante 16%, marcando un severo ajuste en la dieta familiar. Así lo informó Darío Díaz, Posdoctor en Economía y Director de Metodología del Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC), quien explicó la metodología diferencial que utiliza el organismo provincial. A diferencia del INDEC, que mide las ventas a “precios corrientes” (afectadas por la inflación), el IPEC calcula un índice a “precios constantes”. Este método “descuenta el efecto precios” y permite tener una noción más precisa de las cantidades vendidas. Según el último informe, correspondiente a agosto, en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Díaz destacó una “noticia mixta”. Por un lado, la comparación interanual (agosto 2025 vs. agosto 2024) arrojó una caída “imperceptible” del 0,5% en el volumen de ventas. En términos estadísticos, esto se considera una “estabilidad” y es una noticia positiva porque “rompe con esa tendencia de caídas” observada en los primeros meses del año. La noticia “más fresca” proviene de la comparación mensual. Al analizar agosto contra julio, en la serie “desestacionalizada” (que limpia el ruido de meses que estacionalmente venden más o menos), se registró un crecimiento del 4,4%. El economista calificó esto como un “brote verde” y una “señal de reactivación en el corto plazo”, significando que la gente compró más productos que el mes anterior. Ganadores y perdedores: el “consumidor mixto” A pesar de la estabilización general, Díaz advirtió que el comportamiento es “heterogéneo”, con ganadores y perdedores claros. Los rubros que más crecieron interanualmente fueron Indumentaria, calzado y textiles, sugiriendo una recuperación de compras “muy postergadas”, y también electrónicos y artículos para el hogar. Según el director del IPEC, esto puede deberse a que la gente aprovechó precios “amesetados” o buscó proteger sus ahorros invirtiendo en bienes durables ante escenarios de posible devaluación, como se preveía en esos meses. También se destacaron fuertes subas en Verduras y frutas (14,7%) y en el rubro Almacén. La contracara es un ajuste severo en la canasta básica. La caída del 16% en el consumo de carne fue calificada por Díaz como un “dato muy sensible y preocupante” que refleja un “ajuste muy severo” en la dieta. A esto se suma una baja del 10,1% en artículos de limpieza y perfumería, y un derrumbe del 25,2% en alimentos preparados (rotisería). Este último dato es un “indicador claro de ajuste”, demostrando que “la gente cocina más en casa y gasta menos en comida preparada”. Este escenario dibuja un “consumidor mixto” que hace “malabares”: mientras se da “gustos postergados” (ropa, electrónicos), “recorta fuertemente en el día a día”. Otros indicadores también en análisis Díaz anticipó datos de otro informe trimestral (IM) que el IPEC publicará próximamente, el cual también muestra signos de retracción. Las ventas de entradas al cine vienen cayendo “significativamente”, más del 10%, mientras que la venta de naftas y la demanda eléctrica (comercial e industrial) presentan un “estancamiento”: no caen, pero tampoco registran ningún aumento. Consultado sobre la relevancia de medir supermercados en la economía nacional, el economista reconoció que hay una corriente que sugiere medir otros canales, como las plataformas virtuales. Sin embargo, Díaz se alineó con la visión de que, para medir el consumo de la canasta básica y alimentos, los supermercados siguen siendo “muy útiles”. Sostuvo que el ajuste sigue siendo “bastante severo” y que la compra de durables en agosto fue más una “protección de ahorros” ante una posible devaluación (que finalmente no ocurrió) que una recuperación real. “Que haya una caída de dos dígitos de la carne, es un dato que hay que tener en cuenta”, remarcó. Críticas a la metodología del INDEC Finalmente, Díaz abordó la necesidad de actualizar las metodologías de medición del INDEC, particularmente el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Confirmó que el indicador nacional aún utiliza la Encuesta de Gasto de los Hogares de 2004-2005, lo que implica un desfase de 21 años respecto a los hábitos de consumo actuales. Adelantó que el INDEC planea implementar el año próximo la encuesta de 2017 (Eengo), que refleja patrones más actuales. No obstante, hizo una advertencia clave: “Cuando vas a cambiar o hacer una transformación de la metodología (sea de precios o pobreza), tenés que durante algunos meses presentar ambos métodos“. Explicó que, si no se hace este empalme, “se pierde el termómetro de comparación”. Finalmente, Díaz señaló otros problemas que afectan la calidad de los datos, más allá del método: la desconfianza de la gente para responder (por temor a estafadores que se hacen pasar por encuestadores) o la provisión de datos falsos, lo cual “influye” en la estadística desde su origen. En ese sentido, el economista cerró invitando a quienes tengan “dudas o críticas” sobre los indicadores a que “se acerquen, consulten y pregunten” en el IPEC, asegurando que el organismo está para explicar “cómo se hace” cada relevamiento. Fuente: Primera Edición
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