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  • Una lectura más de las elecciones (y van…)

    Gualeguaychu » Reporte2820

    Fecha: 03/11/2025 10:40

    Para un varón no debe haber algo tan o más doloroso que una patada en los testículos. Eso recibió el peronismo en las elecciones del pasado 26 de octubre. En verdad, el kirchnerismo -hoy (o hasta hoy)- ha sido dueño y señor del Partido Justicialista desde el comando de Cristina Fernández. Pensaba ganar en la provincia de Buenos Aires, lo que le hubiera permitido posicionarse de cara al 2027, principalmente con el actual gobernador Axel Kicillof y le habría ganado la pulseada a la propia Cristina que supo reprocharle el adelantamiento de las propias elecciones (“fue un error político” dijo ella) en el mayor distrito del país, donde sí ganó el PJ en septiembre pasado. La expresidenta: ¿dará un paso al costado? Hasta ahora no ha dado señales. Llamativamente ese domingo a la nochecita salió a bailar a su balcón donde tiene prisión domiciliaria. Eterna estigmatización Cristina es sin lugar a dudas una gran política que supo llevar los destinos del país, diríamos bien. Aún con todo el poder en sus manos, el sistema no le perdonó una serie de medidas e imposiciones que otorgaba derechos, beneficios y cambios profundos de esta época. La campaña en su contra fue (y lo sigue siendo) tan pero tan cruel y continua que quedó estigmatizada, ella, su familia y sus seguidores K. Juzgada y hoy condenada, le dio la razón a ese sistema. Un sistema que se acopló hasta de manera burda y cinematográfica, buscando bóvedas bajo tierra (por ejemplo) sin éxito. Pero este sistema cuando quiere le encuentra la quinta pata al gato. Y vaya que la encontró. Y Milei (ni lerdo ni perezoso) aprovechó el momento, presionó a la justicia porque de alguna manera había que prohibirle que fuera candidata al cargo que sea. Ese esquemita que puede sonar reiterativo y hasta pavo, es lo que el kirchnerismo puro no entiende y que si debe entender el peronismo en su conjunto. Y es que a Cristina y a los “kukas”, como se los llama ahora, les pasó el cuarto de hora, si es que el Partido Justicialista pretende volver a ganar elecciones. Muchos peronistas podrán decir: soy peronista de Perón y Evita, de Busti, de Jaime, de Menen o Cafiero, del que sea y no del kirchnerismo, que igual quedan estigmatizados como K. Es la viña del Señor Como expresé en mi texto anterior, la gente se banca a Milei cantando (mal, eso hay que aclararlo), a Macri bailando entre globos amarillos, pero no a Cristina bailando en su balcón. El periodista y escritor Martín Caparrós dijo “Lamentablemente –y me disculpo por decirlo así- pensar y votar no siempre se rozan. Prefiero eso a suponer que, por ejemplo, millones decidieron reflexivamente elegir al señor Milei después de que dijera, en un discurso electoral, que ‘el Estado es el pedófilo en el jardín de infantes con los nenes encadenados y bañados en vaselina’. Desde entonces ha dicho mucho más, ha hecho mucho más, lo conocemos mucho más, lo hemos sufrido mucho. Ha dejado sin remedios, sin techo, sin comida a millones de personas. El que lo vote ya no podrá decir que no sabía”. Una mirada del momento eleccionario que vivimos los argentinos tratando de entender el voto mayoritario. Como también la de un analista político local, al reflexionar también acerca del resultado del pasado 26 de octubre, dijo que “primó el voto anti”. De todas formas, hablar o escribir (como en mi caso) lo podemos hacer, antes y/o luego de una elección, pero es el pueblo el que habla en las urnas. Duela a quien le duela y congratule a quien congratule. Tanto Milei, como Frigerio y el propio Davico, deberán sacarse rápidamente los bonetes del festejo y continuar administrando este momento particular del país, donde la frase “no hay plata” es tan clara como cierta. La previa y el post Antes del domingo 26 de octubre se hablaba del triunfo violeta en la provincia, donde el gobernador, al parecer “para no quedar en tercer lugar” como dijera el senador Alfredo De Angelis, formó alianza con La Libertad Avanza, como también en Gualeguaychú, donde Davico se subió al mismo barco con su Nueva Generación. En ambos casos el optimismo era moderado “ganamos, ahí pero ganamos” y sin embargo la diferencia fue contundente que dejó al peronismo casi en la lona de cara al futuro. En nación había más dudas que certezas, expresadas incluso por periodistas afines a Milei. Luego de las 21 horas del domingo 26 la sorpresa del triunfo violeta generó diversos dilemas que pasaron por el apoyo del presidente de Estados Unidos, la baja inflación, entre otros, y una oposición complicada de la que ya hablamos. Y las lecturas previas o post elecciones también han cambiado en estos años. Hay sectores, analistas, encuestadoras, que ya no arriesgan ni un dato que quizás guardan para los propios dirigentes y/o candidatos. Prioridades de políticos Sin querer ser reiterativo, resumiré este final con una frase justicialista y que no le viene nada mal a toda la dirigencia en su conjunto: “primero la patria, después el movimiento y luego los hombres”. Si bien le pertenece al peronismo muestra claramente cuáles deberían ser las prioridades o jerarquías en el accionar político. Quizás para nuestra mente e inteligencia eso es una cuestión normal, pero no parece así para lo que Milei llama “la casta política”. Bernardo dei Maquiavelli [email protected]

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