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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/11/2025 04:51
Desde las profundidades del litoral argentino hasta los yacimientos patagónicos, un componente poco visible sostiene buena parte del desarrollo energético nacional: la arena. Aunque suele quedar relegada detrás de las imágenes de torres de perforación y complejos oleoductos, este recurso se convirtió en una pieza fundamental para que la producción de petróleo y gas no convencional sea hoy una realidad en la Argentina. La cadena energética se compone de eslabones interdependientes. Entre ellos, la provisión de arena para la fractura hidráulica se destaca como un engranaje silencioso pero determinante. El desarrollo del llamado “Negocio Arenas” le permitió al país avanzar en autonomía y eficiencia, consolidando una base estratégica para proyectos de envergadura, como los vinculados a Vaca Muerta. El papel esencial de la arena en la producción energética Pocas personas conocen la importancia que tiene la arena en la extracción de hidrocarburos no convencionales. Sin embargo, su presencia es imprescindible para el proceso de fractura hidráulica, la técnica que desbloqueó el potencial de reservas como las de la formación Vaca Muerta. Cada pozo perforado requiere miles de toneladas de este material, que al ser inyectado junto con agua a presión, logra mantener abiertas las fisuras necesarias para extraer el gas y el petróleo atrapado a grandes profundidades. La extracción y el procesamiento de arena nacional se volvieron esenciales para la expansión de la energía no convencional en la Argentina (YPF) Durante años, la Argentina dependía de la importación de arena, lo que generaba complicaciones logísticas y altos costos. A esto se sumaba la incertidumbre de los mercados internacionales, una variable que podía poner en jaque el ritmo de perforación y, con ello, los planes de crecimiento del sector energético. Frente a esa situación, YPF impulsó una transformación radical en la provisión de este elemento destinado a la fractura hidráulica. Decidió desarrollar su propio circuito productivo y crear el Negocio Arenas, integrando toda la cadena: desde la extracción en las canteras entrerrianas, el procesamiento, hasta la entrega en los pozos de la Patagonia. Así se garantizó el abastecimiento permanente para sí misma y para otras empresas del rubro, logrando independencia y eficiencia. Ibicuy: de enclave costero a actor clave en la cadena de valor En el extremo sur de la provincia de Entre Ríos, sobre las riberas del río Paraná, se ubica Ibicuy, una localidad cuya vida cambió de manera inesperada. La pureza de sus arenas, reconocidas históricamente por cualidades excepcionales, le otorgó nueva centralidad con el auge de la producción no convencional. Desde 2021, la cantera de YPF en la zona consolidó una operación de gran escala enfocada en extraer, lavar y calibrar la arena antes de su viaje de más de mil kilómetros hacia Neuquén. En poco tiempo, la planta local superó los cinco millones de toneladas procesadas, un hito para la industria nacional. Este crecimiento tuvo un impacto inmediato sobre la economía regional: muchas familias accedieron a empleos formales, el entramado logístico se multiplicó y más de ochenta empresas locales se integraron al sistema productivo que une el litoral con la Patagonia. La operación en Ibicuy funciona de manera ininterrumpida, con estrictos controles ambientales y protocolos de seguridad basados en estándares internacionales. La calidad de la arena entrerriana, reconocida por su alta resistencia y consistencia, favoreció su demanda en toda Sudamérica. Autonomía y ventajas competitivas en la provisión de insumos energéticos El paso decisivo que dio YPF con su Negocio Arenas representa mucho más que una mejora logística. Al integrar verticalmente la operación y asegurar su propio abastecimiento, la firma logró reducir los costos, mejorar la calidad técnica de la materia prima y sostener ritmos de perforación estables, fundamentales en una industria de inversiones millonarias. El abastecimiento local de arena optimizó la eficiencia de la cadena energética y potenció nuevas oportunidades en Entre Ríos y la Patagonia (YPF) Además, la adopción de una solución logística propia agilizó la respuesta frente al incremento proyectado en la cantidad de pozos, impulsado tanto por Vaca Muerta como por otros grandes emprendimientos, como Argentina LNG y el VMOS. Solo el primero requerirá la perforación de 200 nuevos pozos en los próximos años, mientras que para 2031 se espera alcanzar los 800 pozos activos. Por otra parte, YPF comenzó a abastecer también a operadoras externas, con lo cual amplía su papel como proveedor regional y diversifica los destinos de su producción. Así, la cadena de valor de la energía se afianza gracias a la innovación silenciosa de la industria de la arena, cuyos procesos integrados aportan autonomía energética, empleo y capacidad exportadora, que llevan a la Argentina a ocupar un lugar central dentro del mapa de los hidrocarburos no convencionales.
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