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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 02/11/2025 09:46
Un hombre denunció en la PolicÃa de Concordia que integrantes de un conocido grupo narco del barrio José Hernández le estaban requiriendo que les guardara droga en su casa. Como se negó, le apedrearon la casa y lo apretaron con tiros al aire. Este viernes, hubo varios allanamientos y detuvieron a tres integrantes del clan Bonazzola, les secuestraron cocaÃna, dinero y celulares. El hecho denunciado no se trata de un episodio extraordinario: sin distinción de ciudades ni provincias, donde una banda dedicada al narcomenudeo crece en poder económico, territorial y de violencia, utiliza a vecinos para que les guarden droga, armas o balas. Aceptar es meterse en problemas con la Justicia; rechazar es poner en peligro la vida de la familia. Dos grandes clanes familiares son los que, históricamente, se disputan la mayor parte de la ciudad de Concordia para la venta de drogas, principalmente en la zona sur: barrios José Hernández, El Sapito, Pompeya, 90 Viviendas, entre otros. Los Bonazzola y los Trinidad. Son familias muy numerosas que desde hace muchos años han ido creciendo y se fueron quedando con muchas propiedades. Abastecen de drogas a numerosos kioscos de narcomenudeo y además distribuyen a otras localidades como Federal, Federación y ChajarÃ. Los primeros han sido desarticulados y tienen a los padres y algunos de los hijos y primos detenidos, y habÃan quedado un poco caÃdos en desgracia. Sobre todo, desde la detención de Maza Bonazzola y su prima Natalia, quienes junto a otros parientes acumulan numerosas causas. Los segundos estaban en auge hasta que, hace cuatro meses, Gustavo Trinidad fue detenido por la PolicÃa local y quedó preso por narcotráfico: tenÃa un kilo de cocaÃna. HabÃa sido condenado en la resonante causa federal de Francia-Brun, pero ya estaba libre. Su hijo Franco habÃa quedado al mando del negocio y hace dos semanas amenazó con un arma a uno de los Bonazzola. Por esta razón, el martes pasado a la noche lo detuvieron y le secuestraron una camioneta VW Amarok nueva que habÃa abandonado en Puerto Yeruá. El vehÃculo estaba a nombre del dueño de una concesionaria de Federal, con quien solÃan hacer negocios. Esta situación intentó ser aprovechada por los hijos de Bonazzola para remontar el negocio y recuperar terreno perdido. Parte de la droga que adquirÃan al por mayor la guardaban en la casa de una señora mayor, a quien hostigaban para que no les hiciera problemas. Una clásica estrategia de buscar personas sin antecedentes ni que estén metidas en algún problema para que la PolicÃa no allane sus domicilios. Esta mujer falleció hace un mes y quedó en la vivienda su hijo. Entonces, los narcos fueron a reclamarle a este hombre que les guardara la droga. Se negó, pero se metieron en la casa y se habrÃan llevado cocaÃna, armas y balas. Unos dÃas después comenzó a ser apretado para que les aguantara la droga y las armas. Los rechazó nuevamente y comenzó a recibir amenazas, pedradas y disparos al aire con armas de fuego en la puerta de la casa. La PolicÃa se enteró de esta situación, intervino y el muchacho finalmente denunció. De este modo se inició la investigación que culminó con los seis allanamientos realizados este viernes en horas de la tarde por parte del personal de la ComisarÃa Segunda de la Jefatura Departamental Concordia. Los procedimientos fueron realizados en diferentes domicilios ubicados en los barrios José Hernández y Pompeya Sur. Se secuestraron 106 envoltorios de cocaÃna, cuatro piedras de esta misma sustancia, 94 envoltorios de marihuana, 330.000 pesos, 16 celulares, un cuadro de moto adulterado, una balanza y elementos de corte de la droga. Tres Personas quedaron detenidas por narcomenudeo. Además, habÃa en la casa un sujeto con pedido de captura, que intentó escapar, pero fue arrestado. Se trata de un caso que se repite en cada lugar de la provincia donde una banda logra algo de poder territorial y mete miedo entre los vecinos. Unas amenazas, una apedreada o un par de tiros al aire pueden pasar como un hecho menor o un conflicto rutinario en un barrio. Pero el trasfondo es una banda que pretende imponerse sobre el resto, ya no solo sobre la salud y la seguridad, sino sobre el techo de familias que no tendrÃan un lugar mejor donde vivir. Estas bandas se abastecen sobre todo de la cocaÃna que logran traer desde el norte o que les llevan bandas narcos de Buenos Aires. Hace una semana fue condenada la mujer peruana que, junto a sus hijos, llevaba ladrillos de droga en colectivo, y dejaron de hacerlo cuando mataron a uno de los jóvenes que utilizaba como mulas un dÃa que llegaba con la mercaderÃa. Ahora se habla de un paraguayo que vende de a kilos a varias bandas de la zona. Concordia reúne muchos aspectos favorables para el asentamiento y desarrollo de grupos dedicados al narcotráfico regional y trasnacional, tanto factores socioeconómicos y urbanÃsticos como geográficos, por su lugar de frontera, la ruta del Mercosur, el rÃo Uruguay y su cercanÃa con Paraguay y Brasil. Se observa una creciente actividad punitiva en cuanto a allanamientos y detenciones de la FiscalÃa local con la Jefatura Departamental de la PolicÃa provincial, donde se apunta contra los eslabones bajos y medios de la cadena del negocio de la droga. Que es donde, a su vez, donde emergen las consecuencias de la violencia retroalimentada por la disputa territorial y las adicciones. Además, hay cuatro fuerzas federales con sede en Concordia: PolicÃa Federal, GendarmerÃa, Prefectura y PolicÃa de Seguridad Aeroportuaria. Desde hace unos años, está en funcionamiento el Juzgado Federal de Concordia, a cargo de AnalÃa Ramponi.
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