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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/11/2025 05:21
Nueva etapa: Milei, en el centro, recibió a 20 gobernadores provinciales Javier Milei arranca la segunda parte de su gestión con el gran envión de un resultado electoral que salió incluso mejor de lo esperado, incluyendo la victoria en la provincia de Buenos Aires. Los mercados acompañaron con subas históricas de las acciones y una caída del 45% del riesgo país, que quedó cerca de perforar los 600 puntos básicos. Además, con el respaldo de Estados Unidos está todo servido en bandeja para poner en marcha un círculo virtuoso: estabilidad cambiaria, baja de la tasa de interés, recuperación del crédito y reactivación económica. Cambio notorio La nueva etapa coincide además con un cambio notorio en las preocupaciones de la gente. En todas las encuestas surge que, por primera vez en más de 15 años, la inflación dejó de ser una de las preocupaciones prioritarias. Ahora las respuestas hacen foco en la preocupación por ingresos que no alcanzan (“no llego a fin de mes”) y el miedo a perder el empleo. Esto implica un cambio de enfoque también para el Presidente, que asumió con un claro mandato de derrotar a la inflación. Su victoria electoral refleja que al menos en parte se valoró ese logro. Ahora las demandas pasan por otro lado, haciendo foco en la reactivación de la economía, que es lo que finalmente permitirá una mejora de los salarios y generación de empleo. Con tanta compra de dólares, se produjo una sequía de pesos, que se buscará revertir REUTERS/Agustin Marcarian/Illustration Luego de la reunión con gobernadores fue el propio Milei quien por primera vez reconoció el cambio de enfoque que se viene para la política monetaria y cambiaria. En una entrevista aseguró que el Banco Central volverá a comprar dólares y que emitirá pesos para hacerlo, sin necesidad de salir a esterilizar ese aumento de la cantidad de dinero. El Gobierno abandona así su discurso de la imposibilidad de salir a comprar dólares ante el escenario de exceso de liquidez, algo que tanto el Presidente como el ministro de Economía, Luis Caputo, repitieron hasta el cansancio. La expresión en inglés utilizada entonces fue monetary overhang, o “sobrante monetario”. En los últimos seis meses los argentinos compraron un récord de casi USD 25.000 millones, en buena medida para cubrirse del resultado electoral Ahora se estaría dando el fenómeno inverso. En los últimos seis meses los argentinos compraron un récord de casi USD 25.000 millones, en buena medida para cubrirse del resultado electoral. Parte también fue al pago de la tarjeta por consumos en el exterior. Esto implicó que el mercado quede seco de pesos. La queja que se escucha una y otra vez de las Pymes es, justamente, que “no hay plata”. Esto repercutió en un fuerte bajón de las ventas y un fuerte aumento de las tasas de interés ante la pelea entre bancos, Pymes y público por conseguir esos pesos escasos. Según los últimos datos del balance cambiario, en septiembre fueron 1,8 millones de personas las que compraron un neto de USD 4.500 millones, superando el pico de agosto de 2019. En octubre las cifras podrían ser similares, salvo que la última semana fue más tranquila post elecciones. El reflejo de esta dolarización extrema es la sorprendente caída de más de 3% en los depósitos del sector privado. Esos pesos en vez de usarse para invertir o consumir se redirigieron a la compra de dólares. Hora de remonetizar El Banco Central espera que rápidamente se produzca una remonetización de la economía, que puede darse de diversas maneras. Una es esperar que la gente venda los dólares que compró en los últimos meses para pasarse a pesos y aplicarlos a consumir o a invertir. Sin embargo, el proceso puede ser muy lento, porque “el canuto no se toca”. En otras palabras, la gente sale a vender sus dólares solo en una situación de extrema necesidad. La alternativa es promover la remonetización a través de la compra de dólares por parte del Central. Según estimó Marcos Buscaglia, fundador de Alberdi Partners, en una conferencia organizada por Facimex para el mercado asegurador, hasta fin de 2027 el BCRA podría comprar unos USD 40.000 millones, sin necesidad de salir a absorber los pesos volcados al mercado. En otras palabras, esa mayor oferta monetaria quedaría calzada con un incremento de la demanda de pesos, en un contexto de mayor confianza como el que existe después de la victoria del oficialismo en las elecciones legislativas. Economía promete mantener a rajatabla que el techo de la banda cambiaria ajuste al 1% por mes, pero con una inflación cercana al 2% mensual implica apostar a un mayor atraso del tipo de cambio real, algo que no parece estar dentro del espíritu del plan de Gobierno El nuevo enfoque sugiere además que podría haber modificaciones en el esquema que eligió el Gobierno para salir del cepo, lo que supondría el fin de las bandas cambiarias. Aunque desde el equipo económico prometen que se mantendrá a rajatabla, el hecho que el techo ajuste al 1% por mes con una inflación que se mantiene cerca del 2% implica que se apuesta un mayor atraso real del tipo de cambio. Y no parece estar dentro del espíritu del plan de Gobierno. A su vez, la participación activa del Central comprando dólares y emitiendo implicaría a su vez mayor ponerle un piso más alto al tipo de cambio. Una de las exigencias del mercado es, justamente, comprobar que el Gobierno está en condiciones de acumular reservas luego de las idas y vueltas que caracterizaron el 2025. Un ejemplo a seguir sería el del Banco Central chileno, que está llevando adelante un programa de compras de dólares de unos USD 25 millones diarios a lo largo de tres años. Así busca reemplazar líneas de crédito (como las que actualmente tiene Argentina) con reservas propias. Cae el riesgo país La gran novedad de la semana en materia de mercados fue la abrupta caída del riesgo país, lo que llevó a los bonos en dólares a rendir por debajo del 10% anual por primera vez desde su emisión en 2020. Lentamente la deuda argentina se acerca a “zona de emisión”, es decir que su valor permitiría conseguir financiamiento fresco en los mercados por primera vez en seis años. La caída del riesgo país, que muestra el gráfico de la consultora Quantum, fue la gran noticia de la semana post-electoral Por lo pronto, empresas energéticas de primer nivel colocaron deuda en el mercado internacional, aprovechando el mejor clima de los mercados con Argentina y marcando el camino para otros emisores, tanto privados como provincias y el propio Gobierno. Fueron YPF y Tecpetrol que consiguieron USD 1.200 millones y dejaron mucha demanda insatisfecha, con tasas cercanas al 8% anual en dólares. En los próximos meses se viene la discusión sobre la apertura total del cepo, incluyendo la eliminación de restricciones cruzadas para empresas para operar en el mercado cambiario. Todo indica que el final del camino es hacia esa dirección y lo esperable es que avance cuando se acerque el ingreso de dólares de la cosecha gruesa. Una movida de este tipo no solo consolidaría la confianza de los inversores, al igualar las condiciones de inversión en Argentina con lo que sucede en casi todos los países de la región con excepción de Venezuela. Además, avanzar en la flexibilización para el ingreso y salida de capitales dejaría al país cerca de volver a ser considerado en la categoría de mercado emergente. Un reciente trabajo de JP Morgan calculó que esa recategorización implicaría automáticamente una colocación del orden de USD 2.600 millones en acciones argentinas por parte de fondos internacionales. Lo que parecía algo imposible hace solo un par de meses hoy luce como una posibilidad cierta.
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