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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/11/2025 05:13
27 noches - La película basada en el caso de Natalia Kohen Natalia Cohen de Kohen fue una mujer muy longeva. Murió en 2022, a los 103 años. Una película argentina en Netflix, “27 noches”, está basada en un triste episodio de su vida: sus hijas la internaron contra su voluntad en un psiquiátrico por temor a que ella dilapidara la fortuna que esperaban heredar. Natalia Kohen y su marido habían creado una empresa farmacéutica con la cual hicieron una gran fortuna, que le permitió a ella dedicarse a su pasión por el arte. Fue mecenas y promotora cultural, y respaldó a muchos artistas, además de incursionar ella misma en las artes plásticas. En el año 2005, las dos hijas de Natalia Kohen, temiendo que su madre, ya viuda, fuera embaucada por algún vividor, quisieron declararla incapaz. Como la terapeuta que la trataba se negó a firmar un diagnóstico de demencia, las dos mujeres apelaron al neurólogo Facundo Manes que certificó la demencia frontotemporal de Natalia, con lo cual la internaron y además iniciaron una causa civil para declararla incapaz. El momento en el cual las hijas, interperetadas por Carla Peterson y Paula Ginszpan, llevan a su madre, Marilú Marini, a una clínica psiqiuátrica (Netflix) La mujer logró sortear la vigilancia a la que estaba sometida durante su inernación y se comunicó con sus amigos artistas que organizaron una protesta en la puerta de la institución y así lograron que la justicia la externara luego de 27 días. Esta historia fue convertida en libro por la escritora y psicóloga Natalia Zito y en esa obra se basa la película dirigida y coprotagonizada por Daniel Hendler junto a Marilú Marini. La película es de muy buena factura y Marini encarna muy bien a una mujer de mucha vida social, de muchos amigos, en su mayoría artistas, algo extravagante, a la que le gusta divertirse y gozar de la vida. Además del conflicto en torno a su estado mental, aparecen en la película algunos prejuicios frecuentes respecto a la gente de edad avanzada, como cuando Mairlú Marini le dice a la enfermera que la atiende durante su internación: “Tengo 83 años, ¿por qué me hablás como si fuera una nenita?”, apuntando a un hábito muy frecuente entre quienes se ocupan de ancianos. 27 días duró la internación de Natalia Kohen, interpretada en la película por Marilú Marini (Netflix) El mismo concepto aparece en el diálogo entre el juez y el perito que debe evaluar a la mujer. El magistrado lo apura para que dè su informe y le dice “¡Tiene 83 años….!”, frase acompañada de un gesto que se podría traducir por “ya vivió bastante, que se deje de j…” Marcelo Jalil, Defensor de Menores e Incapaces en juzgados de la Ciudad de Buenos Aires, confirmó a Infobae que son frecuentes estos casos. “Generalmente son los hijos que frente a un padre o a una madre de edad avanzada argumentan que están dilapidando los bienes y piden que se les apliquen restricciones a la capacidad de decidir”, explicó. De todos modos aclara que, “en el derecho argentino, la capacidad siempre se presume, es decir que hay que demostrar que la persona ha dejado de serlo y en qué grado”. Para ello, agregó, “se hace una evaluación diagnóstica, se entrevista al médico tratante, intervienen peritos del juzgado, con el fin de establecer si es real o no el deterioro cognitivo alegado”. Las hijas en tribunales, en otra escena de la pelìcula (Netflix) Como en la historia que cuenta “27 noches”, El doctor Jalil señaló que en estos casos suele haber una pésima comunicación entre los hijos y la madre o padre, algo que puede agravarse por determinadas circunstancias, como una nueva pareja e incluso el deseo del progenitor anciano de volver a casarse. Sin embargo, aclaró que es cierto que muchas veces hay un aprovechamiento por parte de alguien del entorno respecto de una persona que se encuentra sola y es dependiente para determinadas actividades. “Un clásico es el caso del encargado que llega hasta a quedarse con los bienes de una persona mayor a su fallecimiento”, ejemplificó. Agregó que estos casos suelen darse cuando hay dinero de por medio. En efecto, esa fue la motivación de las hijas de Natalia Kohen. Aseguraban que su madre estaba regalando obras de arte y joyas a sus amigos artistas, a los que veían como marginales y vividores. “Si no hubiera sido adinerada, no habrìa sido necesario internarla”, dice alguien en la pelìcula. Daniel Hendler y Marilú Marini. Él protagoniza al perito del juzgado que debe evaluar el estado mental de la anciana El ex juez de familia Mauricio Mizrahi también considera que es muy difícil lograr la declaración de la demencia o la incapacidad o inhabilidad, “porque la regla es la capacidad”. “La ley, artículo 31, presume siempre la capacidad. Y además dice claramente que las limitaciones son de carácter excepcional. O sea que debe determinarse con toda claridad y sin ninguna duda, la incapacidad, la demencia, para que el juez se pronuncie positivamente al pedido que hagan los familiares”, explica. La ley también establece, señala Mizrahi, que el juez no puede expedirse si no interviene un equipo interdisciplinario, psicólogos, psiquiatras, etcétera, que son nombrados por el juez. “Con esto digo que la intervención de un perito de parte o, como se llama en civil, de un consultor técnico, como habría sido (Facundo) Manes en este caso, tiene un valor relativo, salvo que su dictamen coincida con lo que diga el equipo interdisciplinario” “Yo integré la Sala B de la Cámara de Apelaciones, y recuerdo un caso de incapacidad por lo que se llama prodigalidad -dice Mauricio Mizrahi-. ¿Qué significa ser pródigo? Es aquel que despilfarra, de manera bastante irracional. La persona se va quedando sin dinero. Regala un millón acá, va a la ruleta y gasta otro millón. Los herederos o los familiares, como marca la ley, artículo 33, pueden decir: ‘Esta persona es pródiga. Por favor, señor Juez, declare cierta incapacidad para que no despilfarre su fortuna’. Bueno, en un caso que me tocó a mí era una madre que quería evitar que la hija gastara la fortuna que había heredado del padre, limitando su capacidad para disponer del dinero. En ese caso fue rechazada la demanda porque aunque a la hija le gustaba gastar mucho, la idea en estos casos es proteger a la persona demandada, pero en este caso era la pretensión de la madre de manejar ella el dinero". Algo similar al caso Kohen, pero al revés: eran las hijas las que querían limitar a la madre. Netflix estrena '27 noches', un drama argentino sobre autonomía y familia inspirado en hechos reales. (Netflix) “La herencia futura no genera derechos”, dice el abogado Ezequiel Pereyra Zorraquin, en relación al caso en que se basa la película y en respuesta a la pregunta de si la justicia les reconoce el derecho a los futuros herederos a accionar contra sus progenitores para que no “malgasten” su fortuna. En el caso de Natalia Kohen una de las cosas que alarma a las hijas es que ella está pensando invertir en un emprendimiento cultural. “Por eso recurren a la demencia. ¡Se están gastando mi plata, piensa la heredera y en realidad la plata sigue siendo de la madre”, dice Pereyra Zorraquin. “Para ellas, ‘locura’ es que la madre gaste la plata que consideran es de ellas. Es una locura que ella pueda, tenga la posibilidad o el derecho, de gastar la plata que ya sienten como propia”, agrega. Pereyra Zorraquin considera que uno de los momentos más importantes de la película es cuando las hijas están internando a la madre contra su voluntad y dicen una frase que repetirán luego: “Es por tu bien”. “Todo lo que hacen es por el bien de la madre. Pero en otro momento dicen que la madre está arriesgando la fortuna familiar. Es decir, que ya consideran que la plata no es de la madre, sino que es de ellas. Lo ‘insano’ es que la madre esté gastando la plata de ellas, la fortuna familiar, no su plata propia. La frase ‘es por tu bien’ refleja en realidad egoísmo. No es por el bien de la madre, es por el bien de ellas, para que quede la mayor cantidad de dinero posible y que la madre no se patine toda la plata que pueda patinarse”, dice. “Hay una diferencia entre la prodigalidad y la excentricidad”, agrega. Es exactamente así como define a Natalia Kohen la psiquiatra que la trataba. En la película, esta profesional dice: “Excentricidad no es demencia”. Fue por la negativa de la psiquiatra a declararla demente que las hijas buscaron a otro profesional, que resultó ser Manes. (Netflix) Sergio Dubove es abogado de familia y ante la consulta de Infobae explica que, “antes de la reforma del código se consideraba incapaz a la persona hasta los 18 años y luego capaz, sin graduaciones, mientras que el nuevo Código habla de autonomía progresiva de la persona para tomar decisiones”. “Tampoco existe la determinación de demencia sino de grados de capacidad o de restricciones a la capacidad según el daño que una persona, por ejemplo, con trastornos mentales o con deterioro cognitivo puede hacerse a sí misma, a terceros o a su patrimonio”, agrega. “El deterioro cognitivo puede ir desde una pérdida ocasional de la memoria hasta la pérdida total de la conciencia, y las medidas de protección se dictan de acuerdo al riesgo -sigue diciendo-. Por ejemplo inhibición de bienes -no puede hacer nada sin la supervisión de un curador- Hay una escala de restricción siendo la más severa la internación, domiciliaria o en una institución. La internación domiciliaria en general la decide la familia sin intervención judicial.” Dubove dice que cuando estos casos salen en los diarios es porque hay un conflicto de intereses y el afectado no perdió la conciencia al punto de dejarse manipular. Pero tambièn asegura que “cuando no hay un patrimonio importante o éste ya fue repartido, no hay conflicto”. En cuanto a la manipulación de la voluntad de una persona anciana, también él señala que es frecuente el caso de los encargados que llegan a lograr que la persona teste en su favor. “La herencia es un error de cálculo, suele decirse -ironiza Sergio Dubove-: el error de trabajar y no gastarse toda la plata, para ahorrarse dolores de cabeza. Esto se evita con la planificación patrimonial, dejar todo ordenado. De lo contrario, cuando los hijos ven que aparece un ‘vividor’ o simplemente que el padre o madre se quiere volver a casar, suenan las alarmas”. Humberto Tortonese encarna a uno de los amigos artistas de Natalia Kohen. Aquí, en el ascensor con el perito (Daniel Hendler) Entonces se dan estos casos, como el de “27 noches” en que se usan dispositivos legales con fines ilegales. “Es como cuando se usa el sistema de protección contra la violencia doméstica para resolver disputas por los hijos. Pero en los casos en que se busca incapacitar a ancianos, a diferencia de la violencia de género, las falsas denuncias no prosperan, porque se hace toda una tarea interdisciplinaria para determinar si la incapacidad es real, se hace un examen muy profundo, porque implica quitarle el poder de decisión a una persona”, sostiene Dubove. Y agrega: “Además, en virtud de la Ley de Salud Mental, es muy difícil obtener internaciones involuntarias incluso cuando son necesarias”. En un documental que se filmó en 2009, la propia Natalia Kohen dice: “Me pusieron un curador (un administrador de sus bienes) sencillamente porque soy una persona muy mayor”. Ese mediometraje, titulado “Yo, Natalia”, basta para ver que la artista plástica estaba en perfecto uso de sus facultades. Conversadora, coqueta, curiosa, charla muy desenvuleta con los jòvenes que la están entevistando, y deambula por su casa con toda seguridad. “Espero que algún día se den cuenta de lo terrible que fue ese plan que yo les frustré”, dice. Y en referencia a los profesionales que repsaldaron la demanda de sus hijas, agrega: “Por la plata baila el mono”.
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