02/11/2025 18:45
02/11/2025 18:45
02/11/2025 18:45
02/11/2025 18:44
02/11/2025 18:43
02/11/2025 18:43
02/11/2025 18:42
02/11/2025 18:41
02/11/2025 18:41
02/11/2025 18:40
» Elterritorio
Fecha: 02/11/2025 04:44
La Tierra Colorada, a partir de la imprudencia, falta de controles y precariedad en la infraestructura de las rutas, fue escenario de numerosos siniestros fatales. La tragedia del Yazá trajo a la memoria otros tristes acontecimientos que perduran en el recuerdo. domingo 02 de noviembre de 2025 | 1:30hs. El choque y vuelco del colectivo ocurrió en la madrugada del pasado domingo. //Foto: Cristian Valdez. La tragedia del puente Yazá ocurrida el pasado domingo 26 de octubre entre un colectivo de dos pisos y un automóvil particular, en la cual fallecieron nueve personas y otras 29 sufrieron lesiones de diferente consideración, mantuvo en vilo y hasta incluso con angustia a la comunidad de Misiones, que no dejó de transmitir su dolor y mensajes de apoyo para los sobrevivientes y familiares de víctimas fatales, además de muestras de solidaridad. Lo ocurrido en Campo Viera, considerada por la cantidad de fallecidos como una de las mayores tragedias en la provincia con colectivos involucrados, no deja de ser una nueva llamada de atención para los ciudadanos que son testigos cada semana de distintas colisiones, despistes, embestidas, cuyas consecuencia significan la pérdida de vidas. La angustia que generan las tragedias va más allá de las cifras. También se percibe en los homenajes improvisados al costado de las rutas y en las sirenas que rompen la calma de la madrugada. Misiones, con su geografía diversa, enfrenta un desafío estructural en materia de seguridad vial, donde la combinación de imprudencia, falta de controles y precariedad en la infraestructura se vuelve una mezcla letal. El 29 de mayo de 2012, un ómnibus Río Uruguay fue colisionado de frente por un camión cargado de mercaderías.Los dos vehículos se incendiaron por completo y en total hubo ocho víctimas fatales. foto: archivo Es por eso que en este nuevo informe de domingo, El Territorio recordará algunos episodios que sucedieron en la Tierra Colorada, y que hoy no sólo perdura en la memoria de cada persona que fue parte del siniestro y que quedó con secuelas, sino también de gran parte de la comunidad. Además de la tragedia del Yazá, este año también se produjo un siniestro fatal en San José: siete peones forestales murieron tras el despiste y vuelco de un colectivo de una empresa correntina. Las últimas pericias accidentológicas confirmaron que el vehículo no estaba en condiciones técnicas y que viajaba a exceso de velocidad. Familiares continúan con su pedido de justicia. En tanto, la última tragedia trajo al presente lo sucedido el 29 de mayo de 2012 en la que principalmente estudiantes abordaron el ómnibus Río Uruguay de las 19.30 en la terminal de Montecarlo para ir a cursar estudios a Puerto Rico o llegar a Posadas. A unos 15 kilómetros de la salida, un camión cargado de mercaderías impactó de frente con el colectivo, el cual comenzó a incendiarse y provocó un caos. En total, fueron ocho las víctimas fatales. Otra de las fechas que quedó marcada por una tragedia fue el 13 de abril de 2014, cuando la estructura del puente sobre el arroyo Acaraguá cedió por completo y por la caída al vacío de más de 30 metros de un colectivo Singer, tres personas fallecieron. Por su parte, el 23 de septiembre de 2021 un colectivo de media distancia se despistó luego de reventar un neumático, cuando circulaba sobre la ruta nacional 12, en cercanías de la localidad de Gobernador Roca. En la colisión murieron tres personas en el acto -entre ellos el conductor- y otras once sufrieron heridas de distinta gravedad, La explosión del neumático ocasionó que el rodado se cruzara al carril contrario, chocando contra un auto que tenía cuatro ocupantes, quienes terminaron ilesos, y finalmente detuvo su marcha al embestir pinos que estaban ubicados a un costado de la ruta. Tres meses después falleció una cuarta pasajera, que estuvo internada desde el siniestro en el Hospital Madariaga. En tanto, todas estas tragedias fueron analizadas por el presidente de la Cámara de Empresarios del Transporte de Pasajeros, quien calificó al siniestro de Yazá como “inevitable”, atribuyendo la tragedia a la imprudencia del conductor del automóvil. En esa línea, también advirtió que la crisis económica en el sector les impide reponer unidades dañadas por los siniestros: “Un colectivo nuevo sale entre 300.000 y 350.000 dólares, ese colectivo ya se perdió y al empresario le costará reponer uno nuevo, al menos de forma inmediata”, explicó el titular de la entidad, Juan Manuel Fouce. Compartí esta nota:
Ver noticia original