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» Elterritorio
Fecha: 02/11/2025 04:41
Milei logró una inesperada remontada electoral y consiguió pintar de violeta 15 provincias. Tras el triunfo, se mostró más abierto a dialogar, como lo hizo con 20 gobernadores. En Misiones la elección se polarizó y Hartfield consiguió un claro triunfo domingo 02 de noviembre de 2025 | 3:30hs. Imagen ilustrativa (Latree). La Libertad Avanza (LLA) logró una inesperada remontada en las elecciones del pasado domingo, que hasta Javier Milei se vio sorprendido. El resultado electoral terminó superando el ineludible plebiscito del gobierno, marcando un punto de inflexión en la dinámica política del país, reconfigurando las fuerzas en el Congreso y, notablemente, el vínculo entre el gobierno nacional y las provincias. LLA logró un porcentaje de votos elevado, con más del 40% a nivel nacional y una victoria en 15 distritos, desde la provincia de Buenos Aires hasta Misiones. Con ello, demostró una notable nacionalización y consolidación de un partido que era minoritario hasta hace poco. Nada mal si se tiene en cuenta que las encuestas vaticinaban que el oficialismo nacional rondaría un 35% a nivel nacional y que solo tenía asegurado ganar en seis distritos como máximo. La magnitud del triunfo se asimila a lo que había conseguido Mauricio Macri en 2017. En esa oportunidad, en elecciones también de medio término, Macri logró una expansión territorial, pintando de amarillo el mapa del país. Representó por entonces una amplia consolidación de Cambiemos. Se interpretó -como ahora- una convalidación de su gestión, aunque después a los seis meses una corrida bancaria lo hizo recurrir al FMI, quedando demostrada la alta volatilidad de los votantes y no consiguió su reelección en el 19. Queda en evidencia que por entonces la ciudadanía le brindó apoyo al macrismo como ahora al mileismo, a pesar del costo social de las medidas. La sociedad demostró confianza en el plan y modelo libertario, que para enfriar la economía y bajar la inflación, provocó mucho dolor y alto costo para las industrias, el trabajo y el consumo con bolsillos enflaquecidos. Pero el mandatario confía en su plan y lo sigue ejecutando. Dicho, en otros términos, la sociedad acompañó el ajuste del gobierno y el pueblo soportando con esfuerzo los efectos, para que no haya otra frustración. El desempeño económico posterior a estas elecciones puede ser un factor decisivo en la elección presidencial, como lo fue para Macri tras aquella crisis económica del 2018, que provocó que la ciudadanía revirtiera su apoyo. Desde LLA también supieron aplicar una inteligente campaña liderada por Santiago Caputo, agitando el fantasma reciente del pasado con el lema “La Libertad Avanza o Argentina retrocede”. El peronismo no supo cómo responder y contener a la ciudadanía golpeada por décadas de frustraciones. Los argentinos votaron presente y anhelan un futuro mejor, donde haya orden y estabilidad. En el medio, hasta el presidente Donald Trump colaboró con LLA, condicionando apoyo económico si Milei perdía las elecciones. Los libertarios instalaron con fuerza la amenaza de los “kukas” y les dio buenos resultados, que se traducen en una consolidación del poder político de Milei. Nuevo gabinete Con el triunfo no se apaciguaron las internas, pero le dio el impulso a Milei para terminar corriendo a Guillermo Francos, que presentó su renuncia el viernes por la noche, y fue anunciado en su lugar al instante Manuel Adorni. Se esperaba que el presidente se tome su tiempo para hacer los retoques en el equipo de colaboradores, teniendo en cuenta que debe remplazar a Patricia Bullrich y Luis Petri, que desde el 10 de diciembre pasan al Parlamento argentino con las bancas que ganaron. Pero la precipitación de Francos aceleró los tiempos. Todo se dio en el medio de la comida entre Milei y Mauricio Macri, quien llegaba con amplias expectativas de que hombres de su confianza integren la primera línea del gobierno libertario. Por ahora no se ve esa apertura, teniendo en cuenta que se habla de que al Ministerio del Interior iría Santiago Caputo, con el manejo de la relación con los gobernadores y las áreas de transporte e infraestructura. Al renunciar Guillermo Francos, lo siguió Lisandro Catalán en Interior, por eso se espera que en las próximas horas se designe al sucesor. Quien salió desilusionado de una cena con Milei en Olivos fue Mauricio Macri, titular del PRO. Declaró que no logró ponerse de acuerdo con el libertario. Un nuevo intento de trabajo conjunto que resulta una frustración para el líder amarillo. El lado dialoguista Consciente de que necesita sumar números en el Congreso para sus reformas, Milei mostró esta semana un lado más dialoguista, al convocar a 20 gobernadores inmediatamente después del triunfo. Se leyó como un movimiento de alto impacto político y estratégico, señalando un cambio en el tono y la táctica de gestión. Ahora el presidente de la Nación busca el acompañamiento de los gobernadores para la aprobación de leyes estructurales y el Presupuesto 2026. Las leyes claves presentadas a los gobernadores, se centran en reformas estructurales y la necesidad de modernización penal. La reforma laboral que ya se percibe fuerte resistencia sindical, orientada a la modernización del régimen, buscando flexibilizar las contrataciones, reducir la industria del juicio y vincular los salarios a la productividad. En materia de reforma tributaria, se anunció la búsqueda de una simplificación y reducción de la carga fiscal, aunque las provincias mostraron reclamos en este punto debido al impacto en la coparticipación. La agenda general de Milei incluyó también la necesidad de un nuevo sistema previsional y una reforma del Código Penal, apuntando a una actualización normativa para adaptarla a nuevos contextos sociales y tecnológicos. El otro aspecto es la búsqueda de aprobación del Presupuesto 2026 es fundamental, ya que consolidaría de esta manera el equilibrio fiscal innegociable del gobierno y es una señal de estabilidad requerida por el FMI y los mercados. Milei reconoce que su agenda sólo puede avanzar a través de la negociación y el consenso con los mandatarios provinciales, que a su vez tienen influencia directa sobre sus bloques legislativos. Es el caso, por ejemplo, de Misiones, ya que el espacio gobernante cuenta con dos senadores propios que pueden ser determinantes en el nuevo esquema concebido por el gobierno de Milei. Por supuesto que, fiel a su estilo, no convocó a cuatro gobernadores del justicialismo que son los más duros contra el gobierno de Milei. El presidente se olvida de que gobierna para los 24 distritos. Cambio de discurso y gestión Tras el recibimiento de la veintena de gobernadores, el presidente Milei anunció su decisión para lo que queda de dos años de gestión de iniciar un recorrido por el país. La promesa de Milei de visitar al menos dos provincias por mes con todo su gabinete busca federalizar la gestión, mostrar cercanía y atención a los problemas regionales. Hugo Passalacqua, al participar de la cumbre de gobernadores convocada por Milei en Casa Rosada, ratificó su disposición al diálogo afirmando que lo hará las veces que sean necesarios para consensuar temas, más allá de las lógicas diferencias, con el objetivo de hacer crecer al país y a Misiones. Tal postura como la de extender puentes institucionales, refleja una posición que mantiene el oficialismo provincial, según recordaron desde ese ámbito, al sostener aquella posición colaborativa con los gobiernos nacionales, que viene defendiendo el referente del espacio Carlos Rovira. Peronismo detonado Así como quedó demostrado una vez más que el triunfo une, del mismo modo la derrota no sólo duele sino que resulta difícil de digerir. Es lo que le está pasando al peronismo, el claro derrotado en estas elecciones, donde comenzaron los pases de facturas. A veces no se necesitan palabras, bastan los gestos como los de Máximo Kirchner durante el discurso de Kicillof que puso la cara para enfrentar la derrota por menos de medio punto en la provincia de Buenos Aires. Sería el preludio de lo que vendría unos días después, con un duro comunicado de Cristina Kirchner, cuestionando la estrategia del desdoblamiento. Más allá de esta pelea puntual, de estrategia electoral, el peronismo se debe una dura autocrítica por los años de fracaso en las políticas del último gobierno. El sociólogo y antropólogo Pablo Semán la vio antes cuando dijo que “Milei no tiene ante quién perder”, por el desastre en la oposición, sobre todo en el peronismo que no saldó sus deudas. Provincias hundidas Los seis gobernadores que concibieron Provincias Unidas terminaron hundidos en términos electorales. Representó una primera mala elección y con ello empezó a naufragar el nuevo intento de ampliar la avenida del medio y que se transforme en un espacio competitivo con miras al 2027. Algunos, como el caso del diputado Carlos Gutiérrez, salieron a bancar, señalando que es una fuerza que tiene tres meses de existencia y sacó 1.766.000 votos en la elección del pasado domingo, el 7,3%, además de plantear que el espacio se constituyó en la tercera fuerza nacional. Pero hay que tener en cuenta que ese total de votos cosechados es hasta menor a los ciudadanos habilitados para sufragar en una sola provincia. Sumado a que algunas derrotas rutilantes, como haber terminado tercero, detrás de LLA y del peronismo. De los seis mandatarios que integran el espacio, solamente logró romper la polarización el correntino Gustavo Valdés, con Vamos Corrientes, que le ganó a Virginia Gallardo por un punto. Triunfo libertario en Misiones El caso de Diego Hartfield, que pasó de ser un extenista a un político exitoso en Misiones, podría analizarse como un “Grand Slam” en el ámbito local. En una primera mirada apresurada se puede interpretar como un doble triunfo, al menos en lo personal, pero no para el espacio que representa, al conseguir primero una banca legislativa en Misiones y luego con un triunfo claro el domingo, al alzarse con dos bancas en la Cámara de Diputados de la Nación, tanto para él como para la segunda en la lista, Maura Gruber. Sin embargo, se debe tener presente que el 8 junio, en elecciones provinciales, sí ganó la banca, pero el Frente Renovador Neo encabezado por Sebastián Macías fue el que le ganó ese partido. Es decir, cuando se discutieron temas estrictamente locales, el triunfo fue para el oficialismo misionero. Cambia la demanda y el enfoque cuando se discuten temas nacionales y se modifica, como ahora, el punto de inflexión en la política misionera y nacional. El pasado domingo, LLA se impuso en Misiones con 224.287 votos, superando al oficialismo provincial (Frente Renovador), que obtuvo 181.848 votos y el primer candidato Oscar Herrera Ahuad obtuvo una banca. El mensaje de las urnas fue claro, también los misioneros optaron por respaldar las políticas de Milei y a su candidato en la provincia. Es que a pesar del duro año que se transita, como el caso de los misioneros con el peor momento para los yerbateros, madereros, empresarios de la construcción y vecinos en general, también los misioneros siguen depositando la esperanza en que el gobierno nacional sea capaz de sacar de la angustia y agonía al pueblo argentino. La economía está en caída, pero le siguen dando la llave para que mejore y todos aquellos indicadores que generen bienestar. Y allí surge la clara responsabilidad del gobierno libertario, cuyo referente principal es desde ahora Hartfield en Misiones. El obereño, tras el triunfo, reconoció el esfuerzo que está haciendo la sociedad para cambiar el país, pero afirmó que es el proceso para lograr que Argentina sea próspera. Primero adelantó su renuncia a la banca provincial conseguida en junio, donde será reemplazado por Walter Báez, apoderado del partido en Misiones. Luego habló de su asunción en el Congreso de la Nación, el 10 de diciembre, al afirmar que estará en dicho ámbito apoyando al presidente Milei con las leyes que quiera promover, como la ley fiscal y la ley laboral, que consideró los puntos muy importantes para bajar el costo argentino. Los demás relegados El resto de las fuerzas, de las once listas presentadas, quedaron muy relegadas, por lo que hubo una clara polarización. De esta manera, Misiones no escapó de la ola violeta, tanto por el votante contrario a la Renovación como también sumaron aquellos votos que habían sido destinados en junio a Ramón Amarilla. Se entiende que en esta oportunidad hubo casi una transferencia total de los votos del partido Fe hacia La Libertad Avanza. Más de 97 mil votos se fueron a la lista encabezada por Hartfield. Si fuera un partido de tenis, se diría que quedaron relegados de la cancha central varios espacios. En tercer lugar quedó Cristina Brítez (Fuerza Patria Misiones); en el cuarto lugar, Héctor “Cacho” Bárbaro (Partido Agrario y Social), y muy lejos, Germán Palavecino (partido Fe); Gustavo González, de la Unión Cívica Radical; Ninfa Alvarenga (Partido Libertario) y el exgobernador Ramón Puerta (Encuentro Republicano Federal/Activar).
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