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  • Los días de incertidumbre en el Gabinete: los gestos internos que no se vieron, los pedidos urgentes de la mesa chica y las internas que quedan

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 02/11/2025 04:30

    Javier Milei y Manuel Adorni “Tenés que resolver ya, antes de que esto escale y se pudra en serio”. En uno de los despachos de la Casa Rosada se rogaba este viernes que Javier Milei tomara cartas en el asunto sobre las operaciones y versiones por cambios en el Gabinete que surgían desde múltiples despachos. Al Presidente no le gusta que le impongan un plazo para realizar cambios, pero la incertidumbre estaba intoxicando el clima al interior del Gobierno. Infobae adelantó este viernes que Guillermo Francos había llegado a un límite: le pidió una reunión a Milei para entender qué planes tenía para él en su nuevo Gabinete. Esta se produjo antes del encuentro presidencial con Mauricio Macri. Ahí le comunicó que ponía a disposición su renuncia y, desde allí, comenzó a coordinarse el mensaje que finalmente se publicó a la noche. “Ante los persistentes trascendidos sobre modificaciones...”, comienza el tuit de la renuncia. Todo dicho. El ministro coordinador transitó los rumores previos a las elecciones y los que vinieron luego. En todo ese lapso, Milei no le había dado ningún indicio puertas adentro de que había posibilidades de que se fuera. Los trascendidos eran los que salían en los medios, pero estos no se asemejaban a otros que habían emergido en el pasado y que habían resultado inevitablemente falsos. Pese a que en el entorno del jefe de Gabinete acusaron al periodismo, esta vez las versiones tenían un correlato concreto en varios sectores del oficialismo al mismo tiempo. El funcionario entrante, Manuel Adorni, reconoció en Radio Mitre que la idea de ingresar como jefe de Gabinete había sido conversada con Milei en los últimos días. “Había un ciclo cumplido”, indicó. En el Gobierno confiesan que no fue casual que Milei lo haya puesto arriba del escenario al momento de dar su discurso de victoria el domingo pasado. Guillermo Francos y Manuel Adorni Casi la totalidad de la mesa chica presidencial consideraba por lo bajo que ese cambio debía hacerse como una forma de resolver la interna del Gobierno, así como de simplificar el diálogo con los gobernadores y el Congreso en la búsqueda de aprobar el Presupuesto 2026 y las reformas estructurales. Hay quienes esgrimen otras razones. “La Jefatura de Gabinete no estaba coordinando. En cierta manera, seguía siendo una suerte de Ministerio del Interior adaptado. Lo pensábamos varios ministros”, comentó una fuente inobjetable una vez consumada la salida de Francos. “Guillermo terminó siendo un ministro del Interior”, reflexionó un integrante técnico de la Casa Rosada. Una figura cercanísima al funcionario saliente se quejó por la forma en la que decantaron los acontecimientos. “No es el trato que se merecía. Tuvo que poner la cara por este Gobierno yendo al Congreso y hablando en todos los medios. La administración de esta interna no estuvo a la altura de lo que requería la figura de Guillermo”, comentó una figura libertaria que lo trató en los últimos días. La forma en la que se harían los anuncios fue una incógnita a lo largo de toda la semana. El lunes no se produjeron porque había que aprovechar el clima positivo producto de la victoria electoral, pero en los días siguientes se fue presionando internamente. El llamado de Francos a los 20 gobernadores postergó por unos días el recambio de Gabinete. “Se envalentonó, pero no tengas dudas que se va a acelerar”, le dijo una fuente inobjetable a Infobae este miércoles. Aunque Francos y Catalán habían contactado a los mandatarios, desde esa misma jornada ya se estaba pensando la forma de marginarlos simbólicamente. “Debería salir Milei solo en la foto final para borrar del mapa al resto y dar un mensaje de una etapa terminada”. Esa postal finalmente ocurrió. Reunión de Milei con gobernadores en Casa Rosada En el Gobierno conciben que antes de la apertura de los mercados del lunes se tiene que clarificar el resto del mapa ministerial, por lo que es muy probable que de manera inminente se comunique el futuro de Santiago Caputo, que se presume que asumirá en una nueva cartera denominada Ministerio de Gobierno. El principal promotor de la incursión de Caputo es el mismo Milei. Las negociaciones sobre qué atribuciones tendrá dependen de lo que Javier pueda consensuar con su hermana Karina, que ha sido la principal ganadora con el movimiento de Adorni y con el resultado de las elecciones. El asesor considera que debe tener las áreas de gestión necesarias que le permitan llevar a cabo las negociaciones políticas con los gobernadores y legisladores nacionales. Es por eso que pide para sí las atribuciones del Ministerio del Interior y busca tener la palanca formal de áreas como Transporte y Obras Públicas, algo similar a lo que han tenido en el pasado ministros como Florencio Randazzo y Rogelio Frigerio. En ese esquema, Caputo también quiere mantener la influencia en los ministerios de Salud y Justicia a través de sus alfiles Mario Lugones y Sebastián Amerio, respectivamente. Este último es el Secretario de Justicia y no quiere asumir como ministro. “No quiere perder tiempo en embajadas, reuniones protocolares ni viajar”, indica alguien que lo conoce al dedillo. El alter ego judicial de Caputo tiene la misión de determinar quiénes serán los candidatos para completar las vacantes en la Corte Suprema, en los juzgados federales y en la Procuración General. Javier Milei, Karina Milei, Guillermo Francos, Martín Menem, Patricia Bullrich, Manuel Adorni y Santiago Caputo No será una tarea fácil, porque también abarca las gestiones legislativas. Aunque de manera muy preliminar, Caputo y la senadora electa Patricia Bullrich comenzaron a hablar sobre cómo será el nuevo clima que tendrán en el Senado. Todas las nominaciones deben pasar por ese ámbito y ser negociadas con el peronismo-kirchnerista. En la Cámara de Diputados parece ser otro cantar. Quien está ratificado como el principal hombre del oficialismo en ese ámbito es el presidente del recinto, Martín Menem, que junto al armador “Lule” Menem forman parte del círculo más estrecho del karinismo. Ese entorno marca que hará lo que haya que hacer para conseguir impulsar las reformas estructurales que quiere Milei, pero que no olvidan los encontronazos que han tenido a lo largo de los últimos meses. A pesar del cambio ministerial, la interna entre menemistas y caputistas se configura como la más intensa de todo el oficialismo. Se hace esta distinción porque hay integrantes del círculo karinista que tienen una relación más fluida, como la armadora porteña Pilar Ramírez. El flamante jefe de Gabinete, Manuel Adorni, deberá dejar ciertas rispideces que tuvo en el pasado reciente para dar muestras de coordinación y colaboración con los cambios dispuestos por Milei. “Ahora van a tener que ser mejores amigos”, marcó una persona de la mesa política libertaria. Adorni y Caputo se mostraron dialogando en la jura de Pablo Quirno el pasado martes en Casa Rosada. El asesor saludó prácticamente a todos, pero no lo hizo con Francos ni con Martín Menem. De sus rivales internos, el único que se le acercó a abrazarlo fue “Lule”. En el menemismo festejaron la aparición (después de varios meses) del armador nacional karinista. En el otro sector marcaron “que todo siempre fue amor y paz”. Manuel Adorni y Santiago Caputo en la jura de Pablo Quirno como canciller - Julián Alvez / Infobae La prioridad para Caputo está en los gobernadores, no en un PRO que se ha debilitado legislativamente con el pase de siete de sus diputados al bloque libertario. No es menor la gestualidad de que la renuncia de Francos se haya realizado mientras Milei cenaba con Mauricio Macri. El ministro coordinador había sido quien recompuso los vínculos con el ex presidente. Al contrario de lo que piensan Karina Milei y Santiago Caputo, lo consideraba vital para la gobernabilidad que debía buscar la Casa Rosada luego de las nacionales. Más de un gobernador le confesó a este medio que Francos parecía muy seguro de su continuidad en la cumbre del jueves. Que el cambiazo de nombres se haya producido al día siguiente no fue la mejor carta de presentación de esta nueva etapa del Gobierno, pero tampoco resulta algo determinante. “Francos y Catalán les parecían buenos tipos. Pero quieren que se normalice todo y que se establezca un escenario previsible. Mientras les cumplan lo que les prometen no van a quejarse de los cambios”, marca un operador que los conoce bien. La demostración inicial del Gobierno debe ser contundente, opinan desde varias provincias. “Tienen que recuperar la credibilidad perdida en el último año. Si en Rosada siguen convencidos de que nosotros tenemos que acatar, les va a ir mal. Tienen que terminar con el esquema de validaciones que hacía imposible que un pedido provincial prosperara y facilitar las cosas. A nosotros nos mearon varias veces y no necesitamos gestualidad sino gestos concretos. Con eso va a ir bien la relación”, esgrimen desde una de ellas. Por su parte, Adorni tiene el desafío de coordinar una gestión que tendrá nuevas caras. En el Ministerio de Seguridad irá la bullrichista Alejandra Monteoliva. En Defensa se espera que asuma alguien de experiencia militar, aunque no se descarta un ascenso interno del Gabinete. También dará sus primeros pasos el asumido canciller Pablo Quirno, que a pedido de Milei le dará una impronta más comercial a la gestión exterior. Los cambios de los últimos días trajeron incertidumbre en varias embajadas de altísima importancia para la Argentina. “Francos era un hombre que entendía de las gestiones diplomáticas y era quien más recibía cancilleres y embajadores. Era la única instancia que había para dialogar con alguien cercano al Presidente”, confiesa un delegado exterior a Infobae. Uno de los casos más paradigmáticos es Brasil. Además de una aproximación progresiva del canciller Gerardo Werthein, los dos principales nexos de Itamaraty con la Casa Rosada eran Bullrich y, particularmente, Francos. En ese país están muy interesados en comenzar a descongelar el frío clima que caracterizó a la relación de ambos países en los últimos años. Lula pasa por un buen momento en las encuestas y consiguió una importante foto con Donald Trump días atrás. Estados Unidos está comenzando a acercarse a la potencia sudamericana al mismo tiempo que sigue con su respaldo a la Argentina. En ese marco, el presidente brasileño tiene intenciones de reelegirse el año próximo y cree que el vínculo con la Casa Rosada debe afianzarse porque ven que la convivencia con Milei puede extenderse más allá que los dos siguientes años. La relación que están empezando a tender con la Casa Blanca podría ayudar de legitimadora para con los libertarios. ¿Será verdad que hace poco se dio un importante contacto informal, que resulta inédito para lo que fueron los nexos en los últimos dos años? Son rumores que emergen también en Buenos Aires. Brasil está dispuesto a conversar en materia comercial con Argentina y dialogar sobre exenciones y aranceles, asuntos que interesan por demás a la Casa Rosada. “No necesariamente nuestra amplia brecha comercial [extremadamente positiva para Brasil] es buena. Argentina es un gran amigo”, indica una fuente inobjetable.

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