Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Dos abismos: la grieta entre dirigentes y ciudadanos que redefine la política argentina

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 02/11/2025 02:01

    Continúa de ayer: ¿Y ahora? —————————————— Las derrotas son oportunidades para aprender; el éxito, en cambio, refuerza lo que ya conocemos. En las últimas seis semanas hubo dos triunfos monumentales y, a la vez, dos derrotas de la misma magnitud. El peronismo celebró en septiembre y sufrió en octubre. La Libertad Avanza lloró en septiembre y festejó en octubre. Aunque quien ríe último ríe mejor, ambos experimentaron un dolor profundo y, sobre todo, los dos vislumbraron el abismo: algo que no se olvida fácilmente. La salida, nada menos que del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, no puede interpretarse como un síntoma de triunfo para ningún gobierno. Sin la intervención de Trump el gobierno colapsaba. Con la intervención de Trump y sin desdoblamiento electoral, el peronismo del conurbano bonaerense colapsaba. Quizás haya sido lo mejor que le podía pasar al país. Adam Smith lo trasladaba a la economía: “Las recesiones son inevitables porque el ser humano en el éxito tiende al reposo”. De los fracasos suele surgir lo nuevo. Políticamente, está todo por hacerse: la nada reavivó a Milei; la nada es una demanda de oferta política que la oposición aún no supo satisfacer, mientras que la deserción electoral es una oferta no atendida por el oficialismo. “En septiembre la gente se vengó de Milei y en octubre no quiso darle una chance al PJ”, dijo el doctorado en Gobierno de la Universidad de Harvard Andrei Roman, fundador de la consultora que más viene acertando los resultados electorales, Atlas Intel. Tanto la victoria de Milei en octubre como la de Kicillof en septiembre se agigantaron por la distancia respecto de las expectativas. Son, en cierto sentido, la cara y la contracara. Primero se esperaba que ganara el Gobierno nacional y ocurrió lo contrario; luego se creyó que vencería la oposición y también fue al revés. Con astucia, los votantes argentinos —esa “la astucia de la razón” de Hegel— consiguieron amonestar a ambos extremos de la grieta. La sociedad dijo dos veces no: no al futuro propuesto por Milei (septiembre) y no al pasado ofrecido por el peronismo (octubre). La insatisfacción alcanza a todos. Al no volcarse hacia alternativas ajenas a la polarización, los votantes alargaron la vida política tanto del Gobierno como del peronismo. Les otorgaron una sobrevida. Una prórroga. El peronismo enfrenta una situación compleja: los más jóvenes se inclinan por el mileísmo y los sectores más pobres ya no son tan peronistas, dos grupos que crecen numéricamente en Argentina. El mileísmo, por su parte, también tiene dificultades: solo pudo superar por unos pocos puntos al peronismo en su peor momento. Al mismo tiempo que Milei ganaba, su popularidad venía cayendo mes a mes. Esos datos no se contradicen: muestran la fragilidad del rival. A nivel nacional, el peronismo aparece asociado al caos. Y la sociedad pareció optar por un antídoto que contiene parte del veneno: caos por caos = orden. “Tabula rasa” es un concepto popularizado por John Locke para discutir el origen del conocimiento; etimológicamente remite a la pizarra en blanco, la mente de un recién nacido lista para ser moldeada. También sirve para describir una demolición donde nada quedó lo bastante firme como para sostener una estructura. Si sumamos los votos de LLA/PRO y los de Fuerza Patria —dos tercios— y los ponderamos por la participación, que fue también alrededor de dos tercios, resulta que el cincuenta por ciento de quienes votaron eligió no pronunciarse a favor de ninguno de los polos de la polarización. La hoja en blanco la irá escribiendo el desempeño económico que logre Javier Milei en la segunda mitad de su mandato. Como anticipamos ayer, llegó el momento de que La Libertad Avanza demuestre su capacidad para crear riqueza de verdad y para distribuirla sin perjudicar la generación de nueva riqueza, para así entrar en ese círculo virtuoso que hace sustentable el crecimiento y permite pasar del crecimiento al desarrollo. Hoy en PERFIL, el referente imprescindible del pensamiento económico heterodoxo latinoamericano, Roberto Frenkel, repasa la economía mundial contemporánea y sus motores de desarrollo, y se muestra muy crítico con el plan económico de Caputo (y con el de Trump en su país) al concluir: “Este modelo económico se acabó. Estados Unidos no puede estar financiándonos permanentemente”.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por