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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 31/10/2025 16:41
Pokémon Legends: Z-A, de Game Freak. Hablar de Pokémon en el año 2025 puede referirse, literalmente, a cualquier cosa. La franquicia líder del entretenimiento ya se ha colado en todas las áreas , ofreciendo series, películas, videojuegos, merchandising, aplicaciones, y mucho más. Hace tiempo que los videojuegos no son el único foco ni el principal bastión de la franquicia cuando The Pokémon Company se sienta en la mesa chica a decidir su futuro. Eso hizo que muchas veces, el desarrollo de videojuegos principales quedase relegado y ante los buenos números de venta por default que esta franquicia tiene, muchas veces se siente como si no se le dedicara el tiempo de desarrollo necesario para lanzar los videojuegos sino que simplemente buscaran cumplir con la agenda para sacar nuevos juegos, por ende nuevos Pokémon, por ende más peluches. Así es como hay una expectativa total sobre Pokémon y sus juegos principales, con detractores y amantes de cada una de sus entregas, pero siempre esperando que el nuevo juego sea el que rompa todas las discusiones y se posicione como un unánime gran juego de Pokémon. En este caso en particular, había condimentos extras. Para empezar, Pokémon Legends Arceus (2022) había sido uno de los videojuegos más aclamados de la etapa 3D de Pokémon y la esperanza de que su secuela fuera aún mejor emocionaba a cualquier entrenador Pokémon. También el hecho de ser uno de los primeros videojuegos de Nintendo Switch 2 suma a la ilusión de ver que Nintendo está trabajando para que sus franquicias peguen un salto más allá de lo conocido hasta el momento. Pokémon Legends Z-A es un poco de todo eso, pero también queda a mitad de camino en vistas de favorecer sus intenciones. Voy a explicarme. Pokémon Legends: Z-A, de Game Freak. Pokémon Legends Z-A está ambientado en la región de Kalos, introducida en la sexta generación, en los videojuegos Pokémon X y Pokémon Y (2013). Es una ciudad inspirada en Francia, y en esta ocasión la historia se sitúa 5 años después de los acontecimientos de esos juegos, así que es una experiencia mucho más cercana a convertirse en una secuela de esas entregas que de Legends Arceus que transcurre en otra región y con siglos de diferencia. Nuestro personaje llega a Kalos en un momento donde los Pokémon salvajes no paran de aparecer y la ciudad está sufriendo las megaevoluciones descontroladas que son difíciles de contener. A su vez, el sistema de gimnasios no existe y estamos ante un innovador tipo de competición donde todas las noches tenemos que enfrentarnos a otros entrenadores para ascender de rango y llegar de la Z a la A, convirtiéndonos en el mejor entrenador de la ciudad y ganando el derecho a que nos concedan un deseo. Esos son los motores que nos mueven a progresar en la historia. Pokémon Legends: Z-A La forma de competir, que le da título al videojuego, se basa en el componente más importante de esta nueva entrega: el combate. Por primera vez en un videojuego desarrollado por GameFreak, las peleas no son por turnos y se basan en acciones de tiempo real, por momentos muy parecido al combate que ofrece Xenoblade Chronicles, donde cada Pokémon tiene sus cuatro habilidades y puede usarlas todas mientras que un cooldown marca el tiempo de espera para poder volver a utilizar cada una de ellas. Sin dudas, el combate es un acierto. Divertido, dinámico, visual. Tiene todo para ser el nuevo estándar de la franquicia y no solo es mucho más moderno sino que se siente más ameno a la hora de tener que jugar durante horas al juego. Movimientos que antes no tenían tanto uso porque te hacían perder un turno ahora son un agregado más y la decisión táctica no se pierde sino que suma otros componentes, como la espacialidad o la temporalidad de nuestras acciones. Se nota que el juego está desarrollado con este componente primero en la cabeza y creo que es de lo mejor que tiene, así que acá hay un objetivo logrado. Sin embargo, este logro no está exento de rispideces a pulir como el tema del espacio, muchas veces ver lo que pasa en la pelea es muy complicado y hasta hay movimientos que requieren estar cerca del Pokémon para que los tire en el momento, algo que me resultó un poco innecesario. A su vez, nuestro personaje por primera vez puede salir lastimado, lo cual es lógico, pero no se siente de manera orgánica y no se puede aprovechar bien esta situación de estar en una pelea “en tiempo real” en gran parte de los encuentros. Pokémon Legends: Z-A, de Nintendo. Uno de los elementos que quedaron más aislados, en un plano secundario de su antecesor (Legends Arceus) es la exploración. Mientras que este último nos ofrecía la experiencia más cruda de Pokémon, arrojándonos a un mundo que teníamos que conocer de cero porque no existía la Pokedex, en este caso estamos en una única ciudad. Sí, una ciudad inmensa, eso es cierto. Pero también una ciudad vacía. De cada 10 personas que vemos en la ciudad, 8 están quietas, estáticas. Los Pokémon aparecen sectorizados en zonas y no más de 3 o 4 especies al mismo tiempo. Debe haber unos 100 edificios en toda la ciudad y se puede ingresar a menos de 5. La mayor parte de las ventanas y puertas están replicadas a más no poder y parecen un copy paste infinito. Entiendo que el foco de este juego estuvo en otro lado y se armó todo alrededor de ese combate innovador, pero recorrer Luminalia no se deja de sentir como una ciudad que pudo haber dado mucho más. Esto incluso se profundiza en la Nintendo Switch 2. Mención especial para el rendimiento, que funciona perfecto, fluido y es posiblemente el Pokémon que mejor se ve de la historia. Todo esto deja más en evidencia lo pobre de la ciudad y lo poco desarrollada que está, que, en los papeles, es super moderna, super innovadora y super poblada. De hecho, parece ridículo que un problema central de la narrativa sea que cada vez hay más Pokémon salvajes, mientras que en las calles de la ciudad nos encontramos con uno cada media hora. Pokémon Legends: Z-A, de Nintendo. Todo en Luminalia está sectorizado. Las zonas donde más Pokémon salvajes hay son las “zonas salvajes”, las luchas con los entrenadores son zonas cerradas para ese fin. El concepto es totalmente el contrario a Arceus y hace que sea una experiencia completamente diferente. Con el diario del lunes, me animo a decir que GameFreak hace estos juegos para desarrollar conceptos que luego terminarán en los juegos generacionales, pero eso no exime a Z-A de ser precario en muchos aspectos que un juego anterior cumple. Y con mucho menos hardware. El gimmick principal de este juego, que había sido introducido en X e Y, son las megaevoluciones. Evoluciones temporales para ciertos Pokémon, que para acceder a ellas, tenemos que conseguir una piedra específica. La función es muy buena y, de vuelta, con un combate tan divertido se vuelve emocionante megaevolucionar tu Pokémon a diferencia de la teracristalización o los gigamax de las últimas dos generaciones que, a mi gusto, no representan esa elocuencia para destrabar un combate. Acá las megas funcionan, son vistosas y aparte muy útiles. A su vez, hay batallas contra jefes que son las megaevoluciones descontroladas. También, muy vistosas y dinámicas, pero un poco menos desafiantes y complejas que las de Arceus, lo que termina de hacer que sean buenas experiencias para cortar el loop de juego y dar dinamismo, pero flojas para repetirlas tantas veces a lo largo de la experiencia. También hay un poco de “elemento sorpresa” de ir descubriendo cada megaevolución con un boss diferente, pero se siente un poco raro porque gran parte de ellas fueron reveladas por The Pokémon Company como parte de la campaña promocional de este juego. El Equipo MZ y nuevos personajes impulsan la narrativa y desafíos en Pokémon Legends: Z-A. (Pokémon) Para hablar un poco de lo audiovisual, más allá de lo mencionado en cuanto a la repetición de algunos assets, reitero que es el Pokémon que mejor se ve hasta la fecha. Ya las actualizaciones gratuitas de Escarlata y Púrpura demostraban la diferencia de jugar estos juegos en Switch 2 y esta nueva experiencia aprovecha el hardware para no fallar, lo cual brinda un poco más de tranquilidad de cara a los próximos títulos de la franquicia. Por el lado del audio, es una vergüenza que una franquicia como Pokémon no tenga voiceover a esta altura. Videojuegos con scope muchísimo más bajo y presupuestos diez veces menores lo logran. En este caso particular, son tan grotescas las cinemáticas y el movimiento de los labios que hasta pareciera que en algún momento se pensó introducir esto; ojalá que este sea recordado como el último videojuego sin este apartado. Fuera de eso, la banda sonora es magnífica y las canciones memorables. Hace tiempo no me pasaba de terminar un Pokémon y tener ganas de escuchar las canciones por separado, y en este caso sigo tarareandolas. Mención especial para la localización, que por primera vez tiene Español Latinoaméricano y no solo es una localización de alto nivel sino que tiene algunos guiños a lenguajes específicos (como el argentino) que son muy divertidos. La personalización de entrenadores en Pokémon Legends: Z-A será la más completa de la saga. (Pokémon) El videojuego, a su vez, se divide en un sistema de misiones que para mi tiene un punto muy bueno y un punto muy malo. Lo bueno es la división y el sistema en sí mismo que te motiva todo el tiempo a hacer todo. Hay misiones principales, que mueven la historia, misiones secundarias, y tareas relacionadas a la captura de Pokémon salvajes. El punto malo es que algunas misiones tienen decisiones creativas inentendibles. Hay una misión principal que representa una persecución, donde el objetivo es no perder de vista a un Pokémon. En esa misión, no se puede correr y si nos quedamos quietos, el Pokemon que perseguimos se queda quieto con nosotros. Sí, no se puede perder. Este estilo de misiones placebo se repite un montón, sobre todo en las secundarias, y es hasta frustrante. Sí es positiva la enorme cantidad de contenido que tiene. Es un juego que dura 20 horas pero que fácilmente llega a las 50/60 si queremos completar absolutamente todo. Hay un sistema de plataformeo que es simpático pero que tampoco se siente muy desarrollado, donde tenemos que saltar entre andamios para agarrar diversos objetos. Otro síntoma más de un videojuego que deja la sensación de que podría haber sido más. Pokémon Legends: Z-A se ambienta en Ciudad Luminalia y destaca la vuelta de las megaevoluciones. (Pokémon) Otro de los puntos que sí me gustaría destacar es el narrativo. En el ciclo de la Switch, las narrativas de los juegos de Pokémon no fueron las mejores en mi criterio. En esta ocasión no sólo es intrigante, relativamente compleja y divertida, sino que también cumple la doble función de ser un “soft reboot” de X e Y y también ser una secuela a dicha historia. Me pareció un formato interesante para lo que puede ser el universo Pokémon y el puntapié de un montón de historias que me gustaría experimentar. Pokémon Legends Z-A no es un mal juego, ni un mal Pokémon, pero es un videojuego que se queda en el medio de ser un concepto completamente nuevo y respetar a la franquicia. No aprende de lo bueno de juegos anteriores e intenta algo nuevo, con aciertos y desaciertos. Todo el tiempo da la sensación de que es una experiencia desarrollada para probar mecánicas de otro proyecto más grande. Aún así, es muy divertido. El gameloop funciona increíble y el combate es adictivo. La enorme cantidad de contenido, sumada al online y al sistema de temporadas que mantendrá vivo al juego por mucho tiempo, entregan una experiencia recomendable sobre todo si no jugaste nada previo y querés meterte por primera vez en este universo: ahí es donde más recomiendo Z-A. 7 Una buena experiencia Un concepto bueno, de ahí parte Pokémon Legends Z-A y lo hace muy bien. Fuera de eso, no consigue replicar lo ya conseguido por juegos anteriores ni ampliar mucho más su propuesta. Revisado en Nintendo Switch 2 Plataformas: Nintendo Switch Nintendo Switch 2
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