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Parana » El Once Digital
Fecha: 31/10/2025 16:30
Una ONG instaló un memorial para recordar a los cuatro efectivos que fueron abatidos durante el operativo contención en el que murieron más de 120 personas en Río de Janeiro. Las olas golpeaban suavemente la orilla y el sol era esquivo en la mañana de hoy, donde cuatro cruces vestidas con remeras de la Policía Militar y Civil miraban de frente al emblemático hotel Copacabana Palace. Cada una llevaba una fotografía y un nombre, como un recordatorio silencioso del costo humano que dejó la megaoperación realizada el martes en los complejos de Penha y Alemão. El homenaje, instalado ayer en la playa más turística de esta ciudad, convirtió uno de los paisajes más icónicos de Río de Janeiro en un escenario de duelo y recordatorio de que, a solo 15 kilómetros, murieron más de 120 personas en el operativo policial más letal que los cariocas recuerdan. Encontraron un FAL argentino en poder del Comando Vermelho de Brasil La intervención fue organizada por la ONG Rio de Paz, que desde hace años utiliza el espacio público para denunciar la violencia y honrar a las víctimas. En esta ocasión, el gesto estuvo dirigido a los cuatro policías muertos durante el operativo de contención contra el Comando Vermelho (CV), una de las organizaciones narcocriminales más poderosas del país. Las cruces, alineadas sobre la arena, estaban cubiertas con camisetas oficiales que tenían una mancha roja que simulaba sangre brotando a la altura del corazón. Debajo de cada una de las cruces negras se fijaron las imágenes de los agentes. Los nombres de los caídos son: Marcus Vinícius Cardoso de Carvalho, de 51 años, conocido como Máskara, recientemente ascendido a jefe de investigación de la 53ª DP (Mezquita); Rodrigo Velloso Cabral, de 34, integrante de la 39ª DP (Pavuna); Cleiton Searafim Gonçalves, policía del Batallón de Operaciones Especiales (Bope); y Heber Carvalho da Fonseca, también del Bope. El operativo del martes movilizó a más de 1000 agentes y fue considerado uno de los mayores despliegues en la historia de Río. Según fuentes oficiales, la acción tenía como objetivo desarticular células del CV que operaban en las comunidades de Penha y Alemão, donde se registraron enfrentamientos prolongados y habían comenzado a expandirse hacia Barra de Tijuca. Además de los cuatro policías muertos, hubo decenas de detenidos, un número aún no confirmado de heridos y más de 120 muertos. Las autoridades informaron que se incautaron armas de grueso calibre, municiones y vehículos utilizados por la organización narco. Sin embargo, los cabecillas lograron escapar. Lula da Silva: “No podemos aceptar que el crimen organizado siga destruyendo familias” Entre los transeúntes que se acercaron a la playa estuvo Luís, un joven oficial de 26 años que interrumpió su entrenamiento para contemplar el homenaje. “Esos son cuatro héroes que murieron por la población, haciendo el papel correcto”, dijo a La Nación con firmeza y los ojos llenos de lágrimas mientras observaba las imágenes de sus compañeros caídos. “Que todos puedan ver lo que ellos pasaron allá adentro. Lo que tengo que decir es que son verdaderos héroes para la población y tenemos que levantar la mano al cielo y agradecer que todavía hay quienes luchan por nosotros, por la sociedad”. Luís contó que estaba corriendo cuando vio las cruces por primera vez. “Estaba haciendo un entrenamiento de diez kilómetros y vi este hermoso homenaje. Tuve que parar para registrar. La primera vez no pude grabar, terminé mi entrenamiento y volví para sacar una foto de este lindo homenaje que hicieron para ellos”, relató mientras no dejaba de mirar las cuatro cruces y las fotos. Consultado sobre el temor que genera este tipo de enfrentamientos para un efectivo policía, el oficial fue categórico: “No siento miedo. Pero uno siente en la piel ese escalofrío -dijo mientras mostraba los vellos erizados en su brazo derecho-. Entonces, lo que queda es gratitud. Ahora lo que nos resta es saludarlos y el recuerdo de esos tipos”. Muerte y pánico en Río de Janeiro: 130 muertos y crean fuerza conjunta para combatir el crimen organizado Ante la consulta de si cree que esto se va a frenar, Luís reflexionó: “Creo que no va a frenar del todo. Pero se puede frenar”. Para cerrar, Luis explicó por qué estaba tan conmovido: “Me pongo en el lugar de ellos. Sé muy bien lo que pasaron allá adentro. No es fácil, ¿entiende? Es un momento de mucha tensión. Entonces, los veo ahí y me coloco en su lugar”.
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