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» Nova Entre Rios
Fecha: 31/10/2025 11:54
 
                            El Ministerio de Defensa de Argentina ha propuesto la adquisición de 72 sistemas de artillería autopropulsada en su plan de inversiones para el período 2026-2028. Esta iniciativa representa un esfuerzo sin precedentes y de gran envergadura para reconstruir la capacidad de combate terrestre del país tras años de modernización limitada. El Ministerio presentó al Congreso su plan de inversiones 2026-2028, que representa un paso significativo hacia la renovación de las capacidades de artillería del Ejército. El documento, basado en anexos oficiales publicados por el gobierno argentino, confirma la incorporación prevista de 72 vehículos de combate de artillería para los Grupos de Artillería Blindada n.° 1, 2, 9 y 10. El proyecto refleja el esfuerzo general de Buenos Aires por reconstruir su poderío militar terrestre tras décadas de falta de inversión. En un contexto de creciente modernización regional, este programa constituye uno de los pocos objetivos concretos de modernización incluidos en el presupuesto oficial de defensa de Argentina. Según el anexo oficial “Anexo PNIP 2026–2028”, publicado por el Ministerio de Defensa, la adquisición de 72 vehículos de artillería autopropulsada representa una inversión clave para la futura estructura de las fuerzas armadas argentinas. El programa busca equipar a los cuatro Grupos de Artillería Blindada con nuevos sistemas para reemplazar las plataformas obsoletas, muchas de las cuales llevan más de 40 años en servicio. Si bien ningún documento oficial especifica el coste, el tipo de plataforma ni el cronograma, el compromiso de renovar las unidades blindadas de apoyo de fuego se encuentra claramente establecido en el documento de planificación plurianual del gobierno. El plan aún no especifica qué sistemas se comprarán, aunque evaluaciones internas previas del Ejército compararon varias plataformas de 155 mm, incluyendo el sistema israelí ATMOS y el estadounidense M109. Si bien algunos informes sugieren que esta combinación surgió como la solución preferida tras las evaluaciones técnicas, no se ha hecho pública ninguna recomendación oficial ni contrato de adquisición. Los funcionarios de Defensa también se han abstenido de confirmar si se han iniciado las negociaciones con los fabricantes. Información extraoficial que circula en círculos de defensa locales y foros en línea menciona cifras de hasta 76 unidades y un presupuesto estimado de alrededor de 160 millones de dólares estadounidenses. Sin embargo, estos números no figuran en los documentos publicados por el Ministerio ni en ninguna presentación ante el Congreso. Los expertos advierten que tales afirmaciones siguen siendo especulativas hasta que se inicien los procedimientos formales de adquisición y se registren las asignaciones correspondientes en el anexo de inversión pública. La iniciativa de modernización de la artillería se suma a otros esfuerzos del gobierno argentino por mejorar la capacidad operativa mediante adquisiciones selectivas, como los cazas F-16 de Dinamarca y nueva infraestructura de radar. Estos programas, aunque de escala modesta, evidencian un cambio de política hacia el restablecimiento de una capacidad operativa mínima en todas las ramas de las fuerzas armadas, manteniendo al mismo tiempo la austeridad fiscal. El plan oficial de defensa de Argentina para el período 2026-2028 confirma la intención de renovar su capacidad de artillería con 72 vehículos autopropulsados, lo que representa un caso excepcional de continuidad en la política de inversión militar. Si bien las discusiones sobre los tipos de sistemas y los costes aún son especulativas, la inclusión del proyecto en el anexo de inversiones nacionales indica que Buenos Aires reconoce la urgente necesidad de reconstruir una disuasión creíble y alinearse con los esfuerzos de modernización regionales. Que la iniciativa se concrete en una adquisición dependerá de la voluntad política, la ejecución presupuestaria y el apoyo sostenido de la cúpula militar.
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