Parana » El Once Digital
Fecha: 29/10/2025 11:30
Exequiel, docente de la Escuela Primaria de Jóvenes y Adultos Nº 8 “Eva Duarte”, en la Unidad Penal de Federal, recorrió en bicicleta un camino de barro para cumplir con su tarea. Lo hizo bajo la lluvia y en medio de reclamos por las condiciones laborales. Exequiel es maestro de primaria y actualmente trabaja en la Escuela Primaria de Jóvenes y Adultos Nº 8 “Eva Duarte”, que funciona dentro de la Unidad Penal de Federal en Entre Ríos, vive a seis kilómetros del establecimiento y, cuando la directora no puede llevarlo, va en bicicleta, por eso este martes, con el cielo nublado y bajo la lluvia, decidió pedalear hasta la cárcel para dar clases. La decisión no fue voluntaria. Según relató, la supervisora de nivel, radicada en La Paz, les ordenó presentarse igual, pese al mal clima. “Nos obligan a venir como sea, en lo que sea. No tenés plata para auto, para remis -igualmente los remises ni locos entran a estos lugares-, hay que venir sí o sí. Son kilómetros de barro”, contó en un video que subió a su cuenta de Facebook. El docente filmó parte del recorrido para mostrar las condiciones en las que debe desplazarse hasta la escuela. “No quería perder la oportunidad de que conozcan”, explicó. Una escuela en una cárcel y bajo la lluvia La escuela donde trabaja Exequiel funciona en una celda de la Unidad Penal y tiene capacidad para 12 alumnos, aunque actualmente asisten 36 internos. “Las clases son encerrados en una celda. Ingreso y me revisan. Espero y empiezan a traer los alumnos por pabellón. Una vez que están todos, cierran la celda”, relató. En días de lluvia, la asistencia suele disminuir drásticamente. Por esa razón, los docentes suelen concentrarse en el área urbana de Federal, en la Departamental de Escuelas, donde cumplen horario. “Tardé una hora en llegar”, contó el maestro, que debió atravesar un lodazal para poder llegar a destino. En diálogo con Radio Plaza, Exequiel reveló que las autoridades educativas les ofrecieron una alternativa que calificó como injusta. “Nos dieron una opción de hierro: ir a la escuela bajo la lluvia o pedir licencia. Pedir licencia implica perder parte del salario, por lo cual fuimos igual a cumplir con nuestra tarea”, señaló. Consultado sobre si reciben algún tipo de adicional por trabajar dentro de una cárcel, el maestro fue contundente: “A mí salarialmente me conviene más trabajar en el área urbana. Me conviene más ir a una escuela que está a dos cuadras de mi casa que yendo a la unidad penal, que encima cobro menos. Los enfermeros y los guardiacárceles sí cobran un adicional. No se compara en nada con lo mío y no llego a 600 mil pesos con 10 años de antigüedad y no cobramos absolutamente nada”. Explicó que es su primer año en la escuela y que nunca antes había sido obligado a ir en días de lluvia, pese a haber trabajado en zonas rurales. “He trabajado en escuelas rurales a las que iba en bicicleta 50 kilómetros y siempre nos han permitido cumplir horario en el área urbana en días de lluvia”, agregó. Incertidumbre y reclamo Los docentes de la institución tenían un acta firmada que les permitía cumplir horario en la zona urbana en caso de mal tiempo, pero, según Exequiel, no saben por qué esa disposición cambió. “La preguntamos a la directora de la escuela, que está de licencia, y tampoco sabía. Que no entendía”, contó. El maestro aseguró que su intención al compartir el video fue visibilizar una problemática que atraviesan otros educadores rurales en la provincia. “Ojalá que el video que filmé y subí a redes sirva para que desde el Consejo de Educación se tomen medidas para resolver estos problemas. Esta situación la viven otros docentes de otras escuelas”, expresó.
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