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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/10/2025 00:40
Michelle Obama celebra la etapa más auténtica de su vida, priorizando la libertad y la independencia personal (Reuters) Michelle Obama asegura que se encuentra en la etapa más plena y auténtica de su vida. A los 61 años, la ex primera dama de Estados Unidos declaró sentirse “más vibrante que nunca”, respaldada por una autoconfianza y libertad personal inéditas tras casi una década lejos de la Casa Blanca. En una entrevista exclusiva con PEOPLE, Obama se abre sobre su evolución, el valor de la autoaceptación y el impacto de su imagen pública, mientras se prepara para el lanzamiento de su nuevo libro “The Look”, enfocado en su estilo personal. “En lo fundamental, sigo siendo la misma persona. Pero con cada década me he vuelto más sabia. Creo que ahora tengo más confianza en quién soy. Esta versión de Michelle probablemente se preocupa menos por lo que piensan los demás”, afirma Obama. La madurez y la independencia, asegura, han permitido que sus decisiones giren en torno a su propio bienestar, alejadas de presiones y expectativas externas. Ahora, prefiere ser simplemente Michelle y prioriza su felicidad y autenticidad. Portada de Michelle Obama en People Durante sus años en la Casa Blanca, la ex primera dama enfrentó una constante exposición mediática y una valoración pública de su imagen. “Entendí perfectamente la tarea [de ser primera dama]. Era una tarea complicada. Sabía que debía ser una inspiración y a la vez accesible. Debía ser única, auténtica, pero representativa al mismo tiempo. Y como mujer negra, sentía que tenía que asegurarme de que la gente pudiera ver mi lado femenino”, recuerda. Asumió el cargo con seriedad y buscó que su indumentaria no fuera más relevante que su mensaje. “Tomé el rol de primera dama muy en serio. Era una persona famosa, pero no una celebridad. Eso significaba que la ropa nunca podía hablar más fuerte que lo que yo tenía que decir”, señala. Durante esa etapa, enfrentó críticas dirigidas incluso a detalles como sus brazos al descubierto: “Cuando las críticas sobre mis brazos desnudos me llegaban, lo tomaba como lo que era: hipocresía pura. Podría mostrar fotos de Jackie O en segundos y verla en vestidos sin mangas como primera dama. Así que, en cierto momento, piensas: ‘Esto es política. Si no puedes con ellos, haz que todos les tengan miedo’. Ese era el lema”, apunta. Pese a esa presión, siempre priorizó transmitir su mensaje y desafiar los estereotipos. La moda y la belleza, temas que prefería evitar durante su tiempo como primera dama para no desviar la atención, han cobrado un nuevo sentido en su vida. Al desarrollar “The Look” junto a su estilista de siempre, Meredith Koop, explora cómo su estilo personal se transformó en herramienta de conexión con el público. “No prestaba atención a que las cosas que usaba se agotaban. No quería entrar en ese agujero de escuchar lo que opinaban los demás sobre mi aspecto, ya fuera bueno o malo. Pero me gustaba que, si algo que llevaba se agotaba, significaba que la mayoría de las mujeres podía permitírselo. Eso me parecía positivo”, menciona. Analiza con honestidad los momentos en que el estilo se volvió conversación nacional, como elegir mostrar los brazos o llevar trenzas. “La libertad de experimentar con mi imagen se ha ampliado estos años. Las trenzas representan libertad para mí. Cuando no estoy en el ojo público, nado, juego tenis, y las trenzas me dan esa libertad. Cuando estaba en la Casa Blanca, no estaba segura de si el país estaba preparado para eso. No quería que mi cabello se convirtiera en una distracción”, explica Obama. Resalta que visibilizar estilos diversos es esencial para las mujeres negras en posiciones de poder, y que hoy puede expresarse a través de su imagen sin restricciones: “Quería enviar un mensaje con mis trenzas: añadir a la conversación sobre las mujeres negras en el poder, diciendo: ‘Esta también es una forma apropiada y hermosa de llevar el cabello’.” En el ámbito familiar, la vida de Michelle Obama evolucionó desde que Malia y Sasha, sus hijas, alcanzaron la independencia. Junto a Barack Obama, con quien lleva más de tres décadas de matrimonio, disfruta de una rutina íntima. “En los eventos de gala, era como nuestra boda cada vez. Te sentías como la reina del baile. Cada año me atrevía un poco más, mi equipo y yo probábamos cosas distintas. Había un ritual silencioso: hasta que no salía lista, Barack no sabía qué iba a llevar puesto. Eso es el romance, esos pequeños momentos en este mundo loco en el que podemos mirarnos y decir: ‘Eres adorable’”, relata. El vínculo familiar y la autoaceptación marcan el momento más pleno para Michelle Obama a los 61 años (Reuters) Sobre las citas en pareja, confiesa: “Tengo demasiada edad para hacer cena y película en una cita. Me quedaré dormida en la película. Así que preferimos escoger solo una cosa.” Y sobre la convivencia con hijas adolescentes, bromea sobre la importancia de cuidar la imagen en la esfera pública: “Con mis hijas teníamos un trato: ‘Trabajas con [mi estilista] Meredith [Koop] para los eventos públicos’. Lo que está ‘de moda’ para una adolescente de trece años no es aceptable bajando por la escalera del Air Force One”. Centrada en la salud y el bienestar, sigue el ejemplo de su madre, Marian Robinson, quien cuidó su vitalidad hasta el final de su vida. “No me molestan mis canas, aunque sí las tiño. Mi salud siempre ha sido primordial: lo que como, hacer ejercicio, ir al médico regularmente, todo lo que me permite disfrutar este tiempo. Estoy tan vibrante como siempre”, afirma. Obama mantiene rutinas saludables, en las que destaca la práctica del tenis y la natación, dedicando tiempo al autocuidado para potenciar su bienestar y energía actual. A lo largo de la conversación con PEOPLE, la ex primera dama subraya el valor de la autoafirmación, especialmente para las mujeres y de modo especial para quienes enfrentan discriminación. “Todavía trabajo todos los días en despertarme, mirarme al espejo y decirme que soy inteligente, hermosa, amable y valiosa. No creo que ese trabajo termine nunca para las mujeres, especialmente para las mujeres de color, porque no siempre escuchamos eso”, reflexiona. Michelle Obama aboga por la confianza, la autoafirmación y el reconocimiento de la valía personal (EFE) Insiste en el poder de mantener la confianza personal frente a la adversidad: “El trabajo de recordarnos a nosotras mismas que somos inteligentes, bellas, amables y valiosas nunca termina”. Y advierte sobre los tiempos actuales: “Las mujeres hoy, enfrentamos un momento en el que personas con poder intentan silenciar las voces con las que no están de acuerdo. Y creo que ahora, más que nunca, es el momento de luchar para recordarnos que importamos, que contamos”. “Siento que esta es la primera vez en mi vida en la que lo que digo y hago, aquí en esta entrevista o escribiendo este libro, son mis elecciones. Eso es libertad.” Con sus hijas adultas y felices, y su esposo sano y presente, la ex primera dama vive una etapa de felicidad, guiada por sus propias convicciones.
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