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» Diario Cordoba
Fecha: 27/10/2025 18:23
La reducción de plásticos es otro frente común: Carrefour amplía su gama de envases reutilizables y Alcampo promueve productos a granel para reducir residuos. Por su parte, Mercadona impulsa la reducción de plásticos a través de su Estrategia 6.25, que busca un doble objetivo para 2025: reducir el plástico en un 25% en sus envases y que el 100% de sus envases sean reciclables. Para ello, la empresa ha eliminado productos de un solo uso, ha sustituido envases de plástico por materiales como papel y cartón, ha incorporado vidrio en algunos productos y utiliza materiales reciclados en sus bolsas. Además, Mercadona trabaja para que todos sus envases sean reciclables y para reciclar todo el residuo plástico generado en sus instalaciones. El compromiso social, otro escaparate Más allá de lo ambiental, la solidaridad es un terreno donde las cadenas miden fuerzas. Mercadona dona cada año miles de toneladas de alimentos a bancos y ONG, y Carrefour, Día o Alcampo no se quedan atrás: todas han reforzado en los últimos años su colaboración con entidades sociales. BM, con su red de proximidad, destaca por mantener un vínculo estrecho con asociaciones locales y generar valor en la comunidad. El discurso es común es que el cliente es la prioridad. Mercadona lo llama “el jefe”, Carrefour reivindica su apuesta por los productos de proximidad y BM insiste en el valor de la confianza. Día y Alcampo, por su parte, buscan diferenciarse con líneas de productos más sostenibles y envases reciclables. El empleo como seña de identidad Mercadona presume de contratos indefinidos desde el primer día y de salarios por encima de la media y Carrefour y Alcampo también han redoblado esfuerzos para mejorar la estabilidad laboral. Día, que atraviesa un proceso de transformación, ha puesto el foco en la formación de su plantilla, mientras que BM apuesta por la conciliación como elemento diferencial en un sector de alta rotación. A través de su política de responsabilidad social corporativa, las empresas de alimentación no solo buscan maximizar sus beneficios, sino también contribuir al bienestar de la sociedad y del planeta. En su enfoque centrado en los trabajadores, clientes y personas menos favorecidas dentro de la sociedad Mercadona también se compromete a mejorar la calidad de vida de las personas. Algunas de sus iniciativas incluyen las donaciones de alimentos: la empresa colabora con bancos de alimentos y organizaciones sociales, donando miles de toneladas de productos cada año. También Mercadona apoya a la comunidad participando activamente en proyectos locales que buscan fomentar el desarrollo social y económico de las áreas donde tiene presencia. Un buen ejemplo es el Roig Arena, inaugurado el 6 de septiembre de 2025 en Valencia, que ha supuesto una inversión privada total que superó los 400 millones de euros, íntegramente sufragada por Juan Roig, presidente de Mercadona. Este moderno recinto multiusos, concebido para acoger conciertos, eventos corporativos y partidos del Valencia Basket, es un símbolo del nuevo impulso cultural, deportivo y económico de la ciudad. Se espera que durante su primer año reciba a más de un millón de espectadores, con un impacto económico anual estimado en 150 millones de euros, generando miles de empleos y consolidando a Valencia como destino de referencia en entretenimiento y deporte. Una carrera sin marcha atrás Todas las grandes cadenas coinciden en que la RSC ya no es un accesorio, sino un requisito para competir en un mercado cada vez más exigente. Reducir la huella ambiental, reforzar la seguridad alimentaria, apoyar a las comunidades locales o garantizar empleos dignos se han convertido en objetivos compartidos. Y en esa carrera, las diferencias entre los supermercados se miden tanto en la caja como en su impacto social y ambiental.
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