28/10/2025 01:22
28/10/2025 01:21
28/10/2025 01:21
28/10/2025 01:20
28/10/2025 01:20
28/10/2025 01:19
28/10/2025 01:19
28/10/2025 01:19
28/10/2025 01:18
28/10/2025 01:18
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/10/2025 14:41
La carne argentina lograría mayor presencia en Estados Unidos, con una probable recomposición de márgenes para la industria frigorífica (IPCVA) La noticia es conocida, la novedad radica en el debate sobre sus posibles consecuencias, de un lado y de otro. Desatando un intenso conflicto con los ganaderos de su país, Donald Trump mencionó la semana pasada la ampliación de la cuota de carne vacuna autorizada a la Argentina con aranceles reducidos. Se sabe, ahora serían 80 mil toneladas, respecto de las 20 mil toneladas vigentes poco antes. El punto es que Estados Unidos se ha convertido en la meca para los exportadores de carne vacuna, tras haber alcanzado el stock bovino más pequeño desde los años 50 debido a una sucesión de sequías y costos elevados. Implica una caída significativa de la producción propia en medio de una demanda que no afloja, a lo que se suma el castigo a Brasil, que profundizó la crisis de oferta. Los precios alcanzaron niveles históricos en el mercado norteamericano, tanto para la carne vacuna como para la hacienda terminada y también aquella destinada a ser engordada. Ahora los minoristas reciben indicaciones semanales para modificar los precios al público, algo que en otras épocas sucedía solo una vez al año. En el balance, el país de las barras y las estrellas importó 2.09 millones de toneladas de carne vacuna en 2024, un aumento de casi el 37% respecto de tan solo dos años atrás. Canadá, Australia, Brasil, México, Nueva Zelanda, Uruguay, Nicaragua y, en el último lugar, la Argentina, explicaron el 97% de las compras estadounidenses. Este año, las importaciones aumentaron un 30 % hasta julio, superando 1.54 millones de toneladas en tan solo los primeros siete meses del año. Estados Unidos importa mayormente carne magra para bajar el tenor graso de las hamburguesas, que explican el 60% del consumo de carne vacuna del país Brasil fue uno de los principales impulsores de esta movida, hasta que Trump le aplicó aranceles prohibitivos a su carne, entre otros productos. El acumulado antes de la medida puesta en práctica a partir de agosto último, indicaba más de 367 mil toneladas enviadas., aproximadamente 100 mil toneladas más que las despachadas en todo 2024, lo que representó un récord. Ahora se ha producido un acercamiento entre Trump y Lula, y probablemente habrá novedades respecto de los aranceles de castigo.El socio del Mercosur es el país que puede apagar el incendio de precios en Estados Unidos. Con un mercado global en llamas –Europa también registra precios muy altos-, los valores pagados mejoraron en casi todos los destinos, en medio de una reducción de los derechos de exportación en la Argentina y una paridad con el dólar menos atrasada que a principios de año. Si nuestro país logra aprovechar la nueva cuota estadounidense, incluirá dentro de ella lo que antes vendía con aranceles aumentados, y quizás pueda reducir su dependencia de China, que paga bastante menos. Desde luego, lo que suceda con el tipo de cambio y la inflación tras las recientes elecciones legislativas desempeñará un rol clave en esta historia. Es importante no volver a tiempos en que a la exportación la tarea se le había hecho cuesta arriba. Todo esto en un contexto en que nuestro país aún debe superar limitaciones internas, como una carga fiscal desmesurada, deficiencias en infraestructura de plantas y puertos, y tasas de interés prohibitivas. La lista sigue. La Argentina necesita generar los incentivos para aumentar la producción de novillos pesados destinados a la exportación. La propia cadena y el Estado deberían atender este tema (Argentina.gob) Los técnicos del Rosgan explican que Estados Unidos es para la Argentina un mercado aún poco desarrollado desde su reapertura a fines de 2018. Hasta 2022, el volumen ingresado se limitó prácticamente al cupo anual de 20.000 toneladas libres de arancel. A partir de 2023, los precios que pagaba este mercado impulsaron las exportaciones fuera de cuota. En 2024, se colocaron 34.750 toneladas peso producto por más de 190 millones de dólares. Este año, hasta septiembre inclusive, se han exportado más de 29.000 toneladas que, a los valores actuales, representan un total de 215 millones de dólares, un 11% más que lo generado en todo 2024. En el Rosgan entienden que, a corto plazo, es altamente probable que el efecto principal de un aumento de la cuota en Estados Unidos sea una recomposición de márgenes para la industria exportadora, sin que ello impacte significativamente en el valor de la hacienda, y menos aún en el precio de la carne al mostrador. Por supuesto que, a medida que este mercado se consolide, el sector exportador deberá generar los incentivos necesarios para que el ganadero oriente su actividad hacia la producción de animales más pesados, poniendo especial atención en la calidad del producto final. El punto es que estos incentivos no dependen únicamente de los precios, sino que requieren horizontes claros y estables que permitan planificar con certidumbre a largo plazo. La cuota ampliada podría ser el puntapié para que nuestro país reconstruya su cadena de distribución en Estados Unidos. Hay muchas limitantes que remover(Revista Chacra) Miguel Schiariti, presidente de la Cámara Argentina de la Industria de la Carne, declaró a Reuters que las exportaciones a Estados Unidos consisten en los cortes tradicionales del país y la carne utilizada en las hamburguesas para reducir los niveles de grasa. “Es una buena noticia para nuestra industria. La carne argentina es muy valorada en Estados Unidos; tiene muy buena prensa. Estamos reconstruyendo nuestra cadena de distribución en este país“, indicó. Desde el punto de vista de los estadounidenses, la nueva cuota es simbólica, ya que no tiene gran incidencia. Representa aproximadamente 79,5 millones de kilos de carne vacuna, equivalente a 1,5 días de producción en este país. Si absorbiera todas las exportaciones de carne de la Argentina proyectadas para 2025 (poco probable), representaría menos del 2,5% de la oferta total de este mercado. Al cabo de este año, nuestro país habrá colocado en Estados Unidos la cuota de 20 mil toneladas con arancel al 10% y algo por encima de ese mismo volumen fuera de cuota. Por estas razones los ganaderos de Estados Unidos parecen estar exagerando la reacción, ya que la Argentina mantendría un share poco relevante, realidad que ha servido para que numerosos analistas consideraren fuego de artificio la mención de esta movida como herramienta para contener los precios en el mercado interno. Algunos esgrimen razones para el malestar que son ajenas a esta operación comercial. “Es que el sector ganadero en Estados Unidos apenas genera ganancias, pero está teniendo un momento positivo poco común, lo que permite a los productores saldar las deudas acumuladas durante años no rentables, y temen ver esfumarse esta bonanza relativa”, explica un medio local. Estados Unidos registra una merma significativamente en su producción de carne vacuna, con una demanda que está lejos de ceder posiciones (AP) En el mismo sentido, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, declaró que “los estadounidenses consumen 12 millones de toneladas de carne vacuna, 10 millones las producimos en este país y 2 millones las importamos. No se trata de una afluencia masiva de millones de toneladas, como creo que algunos han considerado para la carne argentina”. A pesar de rechazar el enojo de los ganaderos, la Casa Blanca está buscando algún mecanismo para superar la crisis de carne vacuna que vive el país. En medio de esta sitcom hubo un paso desafortunado. Lo dio justamente la titular del USDA, que declaró en CNBC que la Argentina enfrenta un “problema de fiebre aftosa”. Desconoce que nuestro país no registra focos de la enfermedad desde 2006. Tampoco faltaron analistas estadounidenses que indicaron que “la hacienda de este país se alimenta con pasto, la de Estados Unidos con maíz, por eso es superior”. Otra generalización desacertada. El último toque de fantasía a esta historia llegó desde la Asociación de Ganaderos de Estados Unidos, que señaló que la carne argentina con destino al país del norte podría ser en realidad brasileña. “La posibilidad de que Brasil, con sus bajos precios, introduzca carne a través de su socio del Mercosur socavaría directamente los aranceles impuestos por Trump al país sudamericano y reduciría aún más la competitividad de los productores estadounidenses. Pueden comprarla extremadamente barata y colocarla en un mercado que está en un nivel jamás visto”, argumentan. Parece un disparate, desde luego.
Ver noticia original