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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/10/2025 10:32
El Presidente de la Nación, Javier Milei, tras la victoria de La Libertad Avanza en las últimas elecciones legislativas (REUTERS/Cristina Sille). Tras la victoria de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas nacionales realizadas ayer en Argentina, el politólogo Andrés Malamud, profesor e investigador en la Universidad de Lisboa, analizó en Radio Mitre el mapa político que deja el resultado y el nuevo rol del Presidente de la Nación, Javier Milei. No obstante, Malamud advirtió que el desafío será sostener esa moderación y ese llamado al diálogo, que convocó el mandatario nacional en su último discurso. “Hay un antecedente en 2017, Mauricio Macri gana las elecciones intermedias y a los cuatro meses se le desparrama la economía. Esta vez hay mejores condiciones porque este es el apoyo incondicional de los Estados Unidos”, puntualizó. En 2017, la coalición Cambiemos ganó las elecciones legislativas nacionales con el 41,75% de los votos, frente al kirchnerismo, representado en Unidad Ciudadana, que sacó el 19,81%. Sin embargo, el programa económico empezó a desbarrancar a fines de abril de 2018, cuando a los efectos de la sequía sobre el abastecimiento de divisas se sumó el cierre abrupto de los mercados internacionales de capital a los que el gobierno había recurrido en sus dos primeros años para financiar el “gradualismo”, entre otras causantes. El peronismo y el antiperonismo Por otro lado, el analista también señaló: “La división histórica entre peronismo y no peronismo sigue estructurando la sociología electoral del país”. De acuerdo con el especialista, el triunfo de Javier Milei se inscribe dentro de una lógica de polarización que tiene raíces profundas en la política argentina. “El peronismo va cambiando de piel con la década y con la identidad del líder, a veces de derecha como (Carlos) Menem, a veces de izquierda como Cristina (Kirchner). El no peronismo también va cambiando de piel, pero también de partido. Lo encarnó primero el radicalismo, después el PRO y ahora La Libertad Avanza. Los votantes son muy parecidos”, sostuvo Malamud. El investigador subrayó la resistencia del electorado a las terceras fuerzas: “No hay aquí juicio de valor. Es una descripción de la sociología electoral argentina, que sigue dividiendo al país en dos opciones útiles y piensa que no hay terceros que le sirvan”, explicó al analizar el patrón geográfico que se mantiene constante desde el retorno de la democracia. Formosa y la tercera sección electoral de Buenos Aires figuran, según detalló, entre las zonas donde el oficialismo amplía su base y el espacio opositor enfrenta mayores dificultades. Consensos y discursos Consultado sobre los desafíos que enfrenta el Gobierno tras el avance en el Congreso, Malamud evaluó: “La impresión es que el Gobierno entendió que lo que le conviene es ampliar su coalición”. En este punto, recordó que durante la primera etapa del mandato, las alianzas permitieron mayor gobernabilidad, algo que se perdió cuando esas coaliciones se fracturaron. Además, remarcó: “Washington entiende mejor que los talibanes del Gobierno, que ahora están más calladitos, que no alcanza con una minoría para mantener la estabilidad económica en el largo plazo”. En ese sentido, el politólogo destacó el tono adoptado por Milei tras el resultado: “Fue muy claro. Los discursos de Milei después de las elecciones suelen ser muy buenos. Lo fueron en 2023, lo fue ayer, donde fue muy prudente, convocó a la apertura, dijo que era el presidente de todos y no insultó a nadie”. “Milei consiguió el tercio que buscaba para evitar el juicio político y para sostener vetos y decretos, pero no tiene la mayoría para pasar leyes, y no hay reformas duraderas sin leyes. Puede conseguir esa mayoría. Para eso necesita algunos gobernadores, a los que ayer fue a buscar con su discurso, pero también necesita gobernadores peronistas”, argumentó el politólogo. El referente académico recordó que el Gobierno ya logró en el pasado el apoyo de mandatarios provinciales de diferentes signos, entre ellos los de Tucumán, Salta y Catamarca, por lo que la búsqueda de consensos, aseguró, “no es una meta imposible”.
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